Ahora que estuvimos en cuaresma y pasó Semana Santa, en todo el mundo y en especial los mexicanos participamos en cuerpo y alma, con fervor, humildad y entusiasmo en el viacrucis (camino de la cruz).
De acuerdo con la pagina oficial de franciscanos.org el viacrucis es una devoción centrada en los Misterios dolorosos de Cristo, que se meditan y contemplan caminando y deteniéndose en las estaciones que, del Pretorio de Pilatos al Calvario, representan los episodios más notables de la pasión.
Hace unos días, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) nos informaba que marzo cerró con una inflación general anual de 6.85 por ciento, y recordemos que en febrero fue de 7.6 por ciento, mientras que en enero de 7.9 por ciento, que si bien es cierto que van dos meses a la baja y obviamente para el gobierno de la 4T fue una noticia que anunció con bombo y platillo diciéndonos, una vez más, que vamos bien y que se espera que la inflación baje aún más.
De acuerdo con el Coneval, en su Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo social 2022 (IEPDS 2022) son 66.5 millones de mexicanos que vivimos con algún tipo en pobreza y pobreza extrema de los 126, 014, 024 mexicanos que somos, según el Inegi; y que a pesar que hubo dos meses a la baja en la inflación, no olvidemos que durante el año 2022 la inflación alcanzó niveles récords que no se veían desde hace 20 años, llegando hasta 8.77 por ciento.
Ahora, en 2023, a pesar de dos meses a la baja, aún los mexicanos no vemos el efecto en nuestros bolsillos, en primera porque todavía se tienen que pagar deudas acumuladas de 2022 y al inicio de este año el aumento y pago a lo servicios básicos, como predial, agua potable, energía eléctrica, y peor tantito el aumento de la canasta básica que viene a poner en serios aprietos a las familias pobres y en pobreza extrema tendiéndolos en un verdadero vía crucis de sufrimiento y desesperación ya que a pesar de que los mexicanos son catalogados a nivel mundial como mano de obra trabajadora, luchona, de primera calidad y de que se levantan a trabajar antes de que salga el sol y regresan ya noche, después de su jornada de trabajo ya desgastaron sus músculos, nervios, brazos y cerebro para producir una mercancía que solo beneficia y enriquece al patrón y que al final de la semana o quincena reciben un mísero salario que ya como queda demostrado no alcanza para lo más mínimo indispensable para sobrevivir.
Ahí tenemos las cifras que da el Coneval, la pobreza y pobreza extrema aumentaron y presidente Andrés Manuel López Obrador piensa que con dar becas a los jóvenes, a los ninis, a los campesinos y adultos mayores se va a salir de la pobreza, o de aumentar unos cuantos pesos el salario mínimo de los trabajadores. Queda demostrado que no, ya que estamos a escasos meses para que inicien las elecciones para 2024 y no vemos que esos programas ayuden a disminuir la pobreza que lacera al país, sino al contrario, se agudizan, ahí tenemos que en lugar de caminos, pavimentaciones, agua potable, drenajes, alumbrados públicos, energía eléctrica, escuelas, hospitales y medicamentos, apoyos para el campo, en lugar de eso, becas con un claro propósito clientelar y electorero.
Urge que los mexicanos nos eduquemos políticamente, nos organicemos y luchemos, hombro con hombro, por una patria mas justa y equitativa para todos, donde se aminore el vía crucis en la cual nos encontramos los mexicanos y todos los pobres del mundo, a eso los invita el Movimiento Antorchista Nacional.
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