El próximo 5 de junio habrá elecciones en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, en donde serán renovadas las gubernaturas, además de otros cargos locales de elección popular.
México se ha caracterizado por tener una supuesta democracia, la cual es manchada por partidos políticos y una autoridad que debe velar porque se tenga un ejercicio limpio, transparente e imparcial, pero que nadie actúa conforme a la ley para que se cuente con comicios limpios, sino que están amañados ya que realmente la democracia deja mucho que desear en cada uno de los estados y el país por completo.
Será en esos seis estados donde los electores renovarán las gubernaturas, y donde los partidos políticos y sus candidatos se señalan, unos a otros, de hacer mal las cosas, de compra de votos, de corrupción y otros tantos calificativos y acciones que han manchado elecciones en años anteriores. En estos últimos días de contienda, cuando ya cerraron campañas electorales, se dejó en claro que las autoridades influyeron por completo para que algunos candidatos subieran su popularidad, y desprestigiaron a otros, es decir, ocurrió lo normal, la guerra sucia y realmente se sigue dejando en duda esa democracia y su transparencia.
En los estados, incluyeron los gobiernos estatales y municipales para que sus adversarios políticos no hicieran su campaña de manera adecuada, para obstruir ese derecho que se tiene para todos.
De igual forma, se señala al Gobierno federal de influir en las campañas que hicieron los candidatos del partido del presidente de la república, Morena, por lo que se seguirá contando con elecciones en años venideros, y la democracia no se seguirá respetando, no se llevará a cabo, pues la coacción del voto, la guerra sucia y otros inconvenientes habrán de seguir dejando lagunas para decir que se tiene una real democracia.
En cuanto a la sociedad corresponde, también se puede decir que cuenta su cultura de ver quien está otorgando beneficios por el sufragio, lo cual es de llamar la atención, y que se cuente con un sistema de corrupción para la elección, cualquiera que sea esta, y la historia ha demostrado que se han tenido gobiernos ilegítimos, pues se demuestra esas malas mañas o prácticas por parte de los partidos políticos, esos partidos políticos que viven del erario mexicano y que aun así siguen dejando en claro que no velan por la ciudadanía, sino velando por los intereses propios.
Por parte de los gobiernos estatales y el mismo Gobierno federal está dejando mucho que desear en el tema de la democracia, puesto que se han generado muchos dimes y diretes, muchos señalamientos entre funcionarios y actores políticos, que tienen harta a la ciudadanía, a esa población que hacen a un lado en la toma de decisiones y aprovechándose de todo lo que está en las manos para hacer mucho, menos por ese pueblo al que se dice que gobiernan.
Las elecciones están siendo, y aseguran influenciándose por los actores políticos, esos que dicen ser los salvadores del país y de los estados, pero que, de eso, al llegar al poder, no lo demuestran en lo más mínimo.
Para no caer en el tradicional engaño de los políticos, es necesario un voto razonado, como lo ha inculcado el Movimiento Antorchista que ha planteado que en México no se trata de cambiar de partido en el poder, sino de cambiar de clase en el poder, porque los partidos que hoy en día vemos solo representan los intereses de la clase poderosa, de los dueños de los grandes capitales, más no del pueblo trabajador, que es el que realmente crea la riqueza nacional.
Desde luego, es importante y urgente que el pueblo se politice y eduque, que como buenos mexicanos conozcan sus derechos, pero sobre todo, los hagan valer ante cualquier coyuntura política; teniendo en mente que el voto es una arma de lucha en manos del pueblo y como toda arma hay que saberla manejar.
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