Es necesario que los electores de Coahuila se percaten de una situación que han pasado por alto, el candidato a la gubernatura del estado, por la Alianza Ciudadana por la Seguridad, Manolo Jiménez Salinas, no está luchando en contra del candidato de Morena, Armando Guadiana Tijerina, sino en contra del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que quiere inundar a la nación bajo su imperio.
Resultará entonces, muy interesante que los electores de la entidad se encarguen de poner fin en las urnas a los caprichos del promotor de la llamada Cuarta Transformación, manteniendo a Coahuila como bastión del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero lo más importante para mantener vigente el progreso y el buen futuro para las familias coahuilenses.
Porque basta ver que en esta entidad ha funcionado la estrategia del gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, emanado de las filas priístas, manteniendo la seguridad para los ciudadanos en general, alimentando la educación y los servicios médicos y generando mayor número de empleos con la llegada de mayor número de inversionistas tanto nacionales como extranjeros.
De todos es conocido el hecho de que en las entidades donde hay gobiernos emanados del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se vive bajo el terror generado por las bandas criminales, mientras que el Gobierno federal brilla por su ausencia limitándose a promover su política de “abrazos no balazos” que no ha logrado contener los ríos de sangre que corren por todos esos lugares.
Eso, de ninguna forma es lo que se desea para Coahuila, donde hasta hoy se respira tranquilidad y paz social y laboral, donde nuestros hijos aún pueden acudir a divertirse sin sobresaltos de ninguna especie.Decimos que Manolo Jiménez está luchando contra el presidente porque la maquinaria morenista de todo el país se ha activado para conquistar esta tierra que desde siempre ha permanecido abrigada por mujeres y hombres emanados del PRI. Se ha observado la llegada de brigadas portando sus chalecos morados, se distribuyen recursos a manos llenas en colonias y ejidos, mientras que Armando Guadiana se dedica a promover un sinfín de ocurrencias como si estuviese seguro de que ya carga el triunfo en la bolsa, afirma constantemente que los priístas ya se van, pero no presenta proyectos reales de crecimiento para la gente.
Es falso que los de Morena no anden como alma que lleva el diablo distribuyendo diversos apoyos para la gente con recursos que de ninguna forma han sido auditados y donde ya se rebasó por mucho el financiamiento de la campaña encabezada por Guadiana Tijerina.
Es falso también que López Obrador no tenga metidas las manos en la elección para la gubernatura del estado; por ello, adelantó a quien fungía como subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía Berdeja, que se hace llamar “El Tigre”, quien pasándose entre las piernas la ley electoral, se promocionó como el promotor de la 4T y aspirante a la gubernatura por Coahuila.Después se fue a las filas del Partido del Trabajo, fracción partidista que camina bajo la voluntad del mandatario mexicano y que, sin duda, forma parte de esa conquista a los coahuilenses.
Entonces, solo hay de dos sopas, o nos vamos con el canto de las sirenas promovidas por el presidente, o los electores de esta tierra se pronuncian por conservar a Coahuila como bastión priísta y en ello aseguran el bienestar para sus familias.
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