Hace algunos días tuve la oportunidad de visitar un ejido en el municipio de Galeana, en Nuevo León, Monterrey, donde viven gente de muy escasos recursos, pero muy solidaria con quien llega de fuera a ese lugar ubicado en la serranía. El Movimiento Antorchista de Nuevo León tiene más de ocho años que llegó a esas tierras a organizar a la gente humilde en un frente común para gestionar apoyos a los diferentes niveles de gobierno.
Con el paso del tiempo y la lucha que emprendieron los pobladores, con la ayuda de la organización de los pobres de México, lograron diversos apoyos en materia de vivienda y alimentarios que con frecuencia solicitaban a los gobiernos municipal y estatal. Sin embrago, desde entonces existe una necesidad imperante en la localidad y en muchas otras de la región que carecen de agua potable para sus hogares.
El agua potable es una demanda social que los llevó, junto con el Movimiento Antorchista, a plantear el proyecto de agua potable, no solo para su localidad, sino para toda la región que ha sufrido durante años. La petición llegó a todos los diferentes niveles de gobierno, incluso se integró en una petición directa a la Cámara de Diputados en busca de recurso para su ejecución. Nada se ha conseguido desde entonces, solo compromisos a resolver el tema, pero solo eso.
Hablo de este lugar, San José de Gonzales como ejemplo de que hay muchos otros en los municipios del sur, Aramberri, Dr. Arroyo, Mier y Noriega, que a decir verdad están abandonados desde hace mucho tiempo por la poca inversión para proyectos que cambien la vida de los neoloneses, que en su mayoría son de localidades rurales.
Sabedores de que el problema del agua en el estado es gravísimo por el escaso almacenamiento de las diferentes presas en la entidad que surten a la zona metropolitana, a la mayoría de los habitantes de Nuevo León, en la zona sur del estado es un problema es añejo y al que las autoridades no han puesto la atención necesaria.
Es preocupante la situación en la que no se encontramos, esperamos que el gobierno de Nuevo León sea más insistente con el Gobierno federal y lleve a cabo un proyecto serio de sumistro de agua a la población, si no se resuelve en corto plazo, este problema acarreará otros problemas por la desesperación y pánico por no contar con este recurso necesario para la existencia humana.
Desde mi opinión, muy sencilla tal vez, invito a todos los neoloneses a que se organicen para enfrentar estos problemas que afectan a la mayoría; es necesario y urgente que la gente tome conciencia de que solo organizados y conscientes de sus lucha y realidad logremos cambiarla por otra mejor, eso solo lo consiguen los pueblos organizados.
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