¿Cómo creer a los políticos de los diferentes partidos que dicen que cumplirán con sus promesas de campaña? Y, sobre todo, ¿por qué creer en los que recientemente apenas dejaron su encargo y ahora andan en campaña prometiendo de nuevo que van a resolver los problemas de la sociedad?
Inicio, amable lector, con estas interrogantes, dadas las recientes situaciones en la lucha de colonos y estudiantes de BCS que desde hace tres años se vienen planteando y solo han recibido promesas, manejo político, en cuestiones tan elementales como vivienda y educación.
El peregrinar sobre una cantidad de reuniones infructuosas, con diferentes funcionarios en los diferentes niveles de gobierno, llegando a veces a la cúspide de la jerarquía gobernante, regresados una y otra vez con los funcionarios “operadores” que darán continuidad a los compromisos, tanto del gobierno del estado, como de los municipios, pero que, al llegar ahí, es entrar a una maraña burocrática del tamaño del mundo.
¿De qué avance, de qué beneficio en favor del pueblo habla el presidente? ¿En serio el propósito fundamental del presidente es que haya menos pobres cuando termine su mandato?
Es como caer, a manera de similitud, en la desgracia de Sísifo, uno de los personajes más desgraciados de la mitología griega. El que alguna vez fue rey de Corinto, es condenado por Zeus a un castigo eterno: Sísifo pasa sus días empujando una enorme piedra hasta la cima de una montaña; al estar cerca de la cima, la piedra cae y rueda hasta el punto de inicio de donde tiene que volver a subirla para que vuelva a caer y así eternamente.
Colonos y estudiantes no tienen entre sus planes resignarse a la “desgracia de Sísifo”.
¿Ejemplos? Ya en otras colaboraciones hemos abordado y explicado con todo detalle las peticiones que los humildes de La Paz le han planteado al gobierno municipal, buscando solución a sus problemas. También que desde que inició esta administración estatal, se entregó un pliego de peticiones de dos de los municipios principales de este estado.
Por último, también hemos documentado las peticiones de los humildes de Los Cabos, que se entregaron en tiempo y forma al gobierno municipal. No hay avance en soluciones y lo que vemos entonces, lo que se ve de los funcionarios y ahora candidatos algunos, es una incongruencia muy grande entre el decir y los hechos, ya en retrospectiva de tres años. Veamos algunos más de esos ejemplos y datos concretos:
Desde agosto de 2022, iniciamos clases con 35 jóvenes pioneros, quienes junto con sus padres y un grupo de profesionistas emprendieron las labores de la primera generación de una preparatoria de nueva creación en Cabo San Lucas: fruto de la lucha organizada antorchista.
Todos los jóvenes que ahí ingresaron son de escasos recursos, de colonias marginadas que, aparte de no encontrar cupo en otras instituciones y batallar con colegiaturas por los cielos, tienen ahora la oportunidad de superar este obstáculo, estudiando en esta humilde preparatoria.
También desde el inicio de las administraciones, desde 2021, los solicitantes de vivienda han planteado la necesidad de atención al problema de terrenos, regularización de tenencia de la tierra y obra pública en las colonias y pueblos marginados.
Pero veamos algunos datos y qué impacto tienen en el quehacer de nuestras familias de BCS:
Los datos que se dan desde el Gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador no coinciden con la realidad; no ha disminuido la pobreza ni la desigualdad, la austeridad franciscana es un fracaso y no existe estabilidad financiera.
Desde Palacio Nacional también aseguró que la inflación está controlada. La realidad nos dice otra cosa, miles de familias mexicanas, que ganan lo mínimo, les alcanza para menos tras el aumento drástico de los precios de la canasta básica. Declaró que:
“Decirles que no vamos a fallar, estamos saliendo adelante, y en estos dos últimos dos años vamos a hacer mucho más y mi anhelo es que, cuando termine mi mandato haya más igualdad, que no haya pobreza en nuestro país”.
¿Verdaderamente sucede esto? Aunque el lema del Gobierno federal es “por el bien de todos, primero los pobres”, en la realidad la mala gestión de la economía ha hecho que los primeros en ser afectados sean, precisamente, los más pobres.
El Informe Anual sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social 2023, presentado por la Secretaría de Bienestar de México, dio a conocer que de las 867 mil 766 personas residentes de Baja California Sur, 112 mil 100 habitantes, el 13.3 % de sus habitantes se encuentran en situación de pobreza, respecto a la población total en la entidad.
Al respecto, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) define la situación de pobreza moderada cuando una persona cuenta con al menos una carencia social y no tiene el ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades.
En este sentido, bajo un contexto crítico tenemos que 317 mil 300 habitantes sudcalifornianos son vulnerables por carencia social, 38 mil 400 por ingresos, 119 mil 300 en rezago educativo, 145 mil 900 en carencia de acceso a salud, 72 mil 500 sin calidad y espacios de vivienda digna, etcétera.
En el municipio de La Paz, casi una cuarta parte de la población total del municipio vive en condición de pobreza, y al ser una ciudad que progresivamente aumenta sus costos de vivienda, servicios básicos y canasta básica, entre otros aspectos, la situación se torna en una problemática relevante y compleja.
De acuerdo con estas cifras, ¿de qué avance, de qué beneficio en favor del pueblo habla el presidente? ¿En serio el propósito fundamental del presidente es que haya menos pobres cuando termine su mandato?
Desde otro punto de vista, entre los servicios fundamentales que debe prestar el Estado encontramos, sin lugar a duda, el de la educación y resolver el problema de la vivienda, dentro de los principales, y ahí está lo expuesto al inicio de este artículo, situación que se agrava por los datos enumerados de algunos organismos propios del gobierno.
Está claro que cada tres o seis años se refleja la poca congruencia entre lo que se promete y los resultados de los que son autoridad. En tiempos electorales se desbordan las pasiones y surgen muchas y variadas propuestas.
Cada uno de los aspirantes se considera el mejor y quiere ser el elegido, esto provoca riñas y enconos no sólo entre los candidatos sino también entre sus seguidores que nos lleva a una contienda verdaderamente agresiva y, a veces, el saldo llega a ser sangriento. Sin embargo, este tipo de conflictos no resuelve el fondo del problema que muchas veces se olvida, ¿cómo elegir al mejor?
Ese es el meollo de la cuestión y la respuesta está al alcance de todos, a saber, los que obren en favor del pueblo. A poco de indagar en las respuestas nos encontramos que lo que verdaderamente los anima es la idea de tener poder para satisfacer sus intereses personales o del grupo al que pertenecen y representan y que nada tienen que ver con las necesidades que aquejan al pueblo.
Y aquí está la gran oportunidad tanto para partidos como para organizaciones que se respeten y cuyo auténtico interés sea el desarrollo social; aquí está la gran oportunidad de llevar como candidatos a hombres y mujeres que sean verdaderos tribunos populares, que sean congruentes en su actuar.
A la par con la construcción de este tipo de representantes, nuestra lucha sigue, y tendremos que denunciar a los que son unos farsantes y embusteros de la política, por lo que todos, colonos, solicitantes de terreno, estudiantes y compañeros en general, sigamos pendientes de las tareas próximas a realizar en la defensa de nuestras demandas ya enumeradas hasta el cansancio.
Para que las grandes masas populares accedan a mejores niveles de vida es necesario llevar al poder a verdaderos estadistas que entiendan que la política es el arte de organizar a la sociedad para superar las condiciones de pobreza y marginación en la que vivimos.
¡Que tengan congruencia en lo que dicen y hacen! Vale.
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