Huitzilan es un excepcional ejemplo de desarrollo rural en la Sierra Norte del estado de Puebla. Enclavado en las montañas en un bosque de niebla, es un pueblo indígena que se levanta orgulloso por su lucha y por su historia. Los habitantes huitziltecos dejaron atrás los oscuros y amargos años del cacicazgo, y desde hace 38 años transitan por la senda del progreso. Hoy, con mayor experiencia, organizados y educados afrontan de mejor manera los problemas que derivado de la descomposición económica y política de estos confusos días repercuten en todo el territorio nacional. Pero los huitziltecos no se amedrentan, ya han pasado momentos difíciles, nadie olvida la violencia que gatilleros de la UCI, el asesinato de presidentes municipales; el acoso de un párroco, de caciquillos y de Alonso Aco que buscan recuperar los privilegios perdidos, y las enormes riquezas por la explotación a los indígenas. Porque Huitzilan de Serdán ha tenido grandes hombres que han ofrendado su vida en cada avance, en cada piedra, y en cada logro del municipio. Ante cada caído las nuevas generaciones retoman el paso, y levantan la bandera, tal es el caso de su joven presidente, el profesor Josué Elías Velázquez Bonilla, que de frente a su pueblo informa de su primer año de gobierno. Si bien es cierto que la política de austeridad aplicada desde el gobierno federal ha castigado a los municipios, sobre todo a los que comulgan con un partido diferente, en el municipio de Huitzilan de Serdán se han aplicado 110 millones de pesos en dar continuidad al desarrollo y progreso trazado para el municipio.
Sobresalen las pavimentaciones de calles, atención del alumbrado público, rehabilitación de agua potable, el mantenimiento de la planta de tratamiento de las aguas residuales, y la continuidad de capacitación y acompañamiento a pequeños productores de café. El rubro de la salud es prioritario ya que el municipio colabora con el pago de médicos y enfermeras y el traslado de enfermos. En la contingencia Covid-19 se implementaron acciones de sanitación, y se llevó información oportuna para la protección de los habitantes.
La participación activa de los huitziltecos es garantía del buen uso de los recursos, y de que los montos se multipliquen porque se fomenta el trabajo colectivo en cada una de las obras, a través de faenas. Los huitiziltecos reconocen que el andar ha sido difícil, que hay obstáculos e intereses por los grupos más reaccionarios y caciquiles del estado por devolverlos a los tiempos de oscuridad y explotación, pero que mientras la fraternidad y unidad del pueblo impere, aquellos que se atrevan se toparan con la roca fuerte del antorchismo.
Sin embargo, hay pendientes impostergables que exigen la atención y por tanto de una lucha con mayor ahínco para que las autoridades estatales y federales brinden los recursos necesarios para para atender a los jóvenes de la región bajo dos direcciones. La primera con el desarrollo del aparato productivo con el impulso de actividades con mayor valor agregado que conlleven al mejoramiento de los ingresos y al arraigo de los jóvenes en la región porque la migración y la movilización es un fenómeno que se ha intensificado no sólo en Huitzilan sino en todo el país; esto se debe a que no hay trabajo, y los jóvenes buscan oportunidades en las ciudades más cercanas, el norte del país o en los Estados Unidos. La otra vía es la creación de una universidad tecnológica que apoye este objetivo, por un lado, y por el otro que prepare a los jóvenes con herramientas científicas y tecnológicas que incidan en las actividades productivas de la región.
El presidente municipal en su recuento de los avances no dejó de reconocer que ha sido la concientización del pueblo, la educación y su organización, en estos 38 años de lucha los que han iluminado a los pobres de la sierra. Los avances favorables en este primer año de gobierno no serían posibles sin el apoyo decisivo de un activismo presente en cada huitzilteco. ¡Enhorabuena al pueblo de Huitzilan de Serdán por un año más de avances!
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