El municipio de Othón P. Blanco es el segundo más poblado de Quintana Roo, tiene una población de 271 mil 808 habitantes según el Censo de Población y Vivienda de 2020 realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el 73.0 por ciento de la población se considera urbana por habitar en localidades superiores a los 2,500 habitantes.
Hoy en día tenemos como presidente municipal a Otoniel Segovia. Un político que sólo le interesa salir en la prensa para explicar sin fundamentos que las cosas mejoraran, o bien que una vez terminada la pandemia hará todo lo posible para que se implemente el deporte favorito del señor presidente de la República, el béisbol; que no se preocupa por la ciudadanía y que menos ha tenido el acercamiento hacia la gente antes y durante la pandemia.
Tenemos un basurero municipal que contamina el medio ambiente y que pone en riesgo la salud de los chetumaleños; día a día crece la inseguridad y por si fuera poco el número de obras públicas que no fueron concluidas y las que se concluyeron no sirvieron para nada, un ejemplo pudiera ser la avenida Centenario que después de darse por terminada la glorieta, unas semanas después, informaron que esa obra no tenía que estar ahí, y sí, tuvieron que quitarla. Las zonas urbanas están muy afectadas por las medidas de confinamiento que han impuesto las administraciones.
Los habitantes de las zonas rurales siguen llevando a cabo sus tareas diarias, ir a buscar agua, llevar el ganado al pasto o cuidar los cultivos, pero deben mantener distancia física a la hora de tratar con los miembros de un hogar que no sea el suyo. A pesar de las restricciones impuestas en la circulación de personas, los campesinos tienen que acceder a los mercados locales. Los más pobres tienen fuentes diferenciadas de ingreso; se insertan en la economía como productores agrícolas y no agrícolas, como trabajadores permanentes o temporeros en la agricultura o en actividades no agrícolas; algunos viven en el campo, pero trabajan en los pueblos o ciudades.
La población más pobre que sobrevive de transferencias públicas, ventas de pequeños excedentes de producción para autoconsumo, que sin embargo tienen importancia para el sustento familiar e ingresos laborales provisorios e informales, es paradójicamente la que más sufre los efectos negativos del mal funcionamiento de la administración morenista, sus propuestas con mucha falta de visión, planeación y respuesta. Muchas personas que viven de sus salarios tiene problemas para obtener comida y las frecuentes sequías derivadas del cambio climático no hacen más que empeorar la situación.
Y aunque los presidentes municipales y diputados salidos de Morena insistieron una y otra vez que serían diferentes, que por fin atenderían las demandas del pueblo, la verdad es que terminaron siendo iguales a los políticos de toda la vida e incluso, en algunos casos, peores que quienes tanto criticaron.
En las zonas rurales más marginadas del país y en la ciudad la esperanza y la fidelidad de los más pobres hacia este partido estuvo cimentada en el mal actuar de los pasados alcaldes y la distribución de apoyos que estratégicamente se otorgaban antes de las elecciones.
Morena prometió en campaña un crecimiento económico anual de 4 por ciento y lo que nos han dado es un incremento de la canasta básica de 15 por ciento en un año, con lo que demuestra su ineficacia, traduciéndose en un gran costo en la economía familiar de los mexicanos.
Hay enojo e irritación social, hay hartazgo. Y sin duda esas cosas se van a influir en las próximas campañas cuando el pueblo les propine un voto de castigo a lo que una vez más estarán buscando el puesto político.
Ha lastimado el desprecio con el que Morena trata a los productores; ha profundizado el enojo social el aumento de insumos como la gasolina, el diésel, los fertilizantes, los agroquímicos, la misma ciudadanía ha sentido el abandono del gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Morena no ha dado los resultados hacia sus gobernados; le ha dado la espalda a los que menos tienen, están más preocupados por participar en las próximas elecciones en salir en la foto.
Lo triste es que infinidad de grupos, partidos políticos, aquellos que sólo se aparecen en tiempos de campaña buscando una alternativa para seguir en el poder. Ellos deberán ofrecer algo más que solo camisas y gorras, el pueblo recuerda perfectamente quien ante los problemas que hoy aquejan al municipio, estuvo a lado de el deberá dar su confianza a quien se la merece. Vale.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario