Es de sabios cambiar de opinión: ¡Morena ya no!
J. Ignacio Mejía
Han pasado casi tres años desde que llegó al poder un grupo encabezado por un hombre que tenía altas expectativas entre el pueblo de México, pues la manera en que se comunicaba con él y las declaraciones contestatarias al sistema en boga generaban confianza de que iba a cumplir lo prometido, de que ahora sí los mexicanos íbamos a gozar de un gobierno a la altura de nuestra historia.
Hoy no son pocos los que se sienten totalmente decepcionados. “El problema es que el señor prometió mucho, pero nada nos ha cumplido”, dice doña María, una comerciante que acepta haber votado por Morena con la esperanza de recibir un apoyo. Pero no, nada de eso. Del Gobierno federal sólo han recibido puras mentiras.
Por el trabajo que desempeño actualmente tengo la oportunidad de conversar con cientos de habitantes del sur de la capital poblana, de distintos sectores y de todas las edades; estudiantes, maestros, comerciantes, albañiles, recolectores de basura, transportistas, amas de casa, bailarines, etc. Y no hay nadie, absolutamente nadie, que diga estar satisfecho con el gobierno morenista. “Aquí no ha llegado ninguna ayuda y menos ahorita con la pandemia”, dicen entre angustiados y enojados.
Independientemente de los resultados que lanzan las encuestas, Morena y López Obrador cada día tienen menos aceptación entre el pueblo, no hay duda de ello. Y no podía ser para menos, pues cuando más necesitaban del gobierno, éste los ha dejado a su suerte. “¿Cómo quieren que nos quedemos en casa si no tenemos qué comer? Salimos, y en lugar de apoyarnos, nos reprimen. O nos morimos de covid o de hambre”, dice doña María con un tono molesto.
Los estudiantes están muy enojados con las autoridades educativas, por no contar con su respaldo para exigir la vacuna antes de regresar a las aulas, los maestros por su parte también exigen las condiciones idóneas, los padres de familia que tienen que trabajar no quieren arriesgarse ni a arriesgar a sus hijos. Es decir, se comienza a crear una resistencia en las entrañas del pueblo, están de alguna manera adquiriendo consciencia, lamentablemente, a través de la realidad cruda a la que están enfrentándose (pues son ya más de 200 mil muertos y millones de desempleados, los que siguen llenando las estadísticas), pero la están adquiriendo.
Ante esta realidad, los morenistas nada dicen. “Lo que más me molesta, dice don Juan, que sobrevive como taxista, es que tienen el poder absoluto, lo que les permite con mayor facilidad, apoyarnos de manera inmediata, y no lo hacen”. No sólo eso. Sino que están más ocupados en pelearse el hueso entre ellos. Ahí está la escena que están haciendo Mario Delgado y Salgado Macedonio amenazando al Instituto Nacional Electoral (INE) para aferrarse a la gobernatura de Guerrero, exhibiendo el sello autoritario de la escuela lopezobradorista; aquí en Puebla, estamos viendo la puesta en escena que están montando Claudia Rivera y Gabriel Biestro, en su pelea por el hueso, conflicto digno para “Laura en América” (habrá que decirles a Carlos Trejo y Alfredo Adame que ya tienen competencia). Estos ejemplos (sólo por mencionar algunos) dibujan a la Cuarta Transformación de cuerpo entero. Pues ellos son los gobernantes que tienen, incluso, la desfachatez de reelegirse.
Sin embargo, en los lugares que estoy visitando, cuando les pregunto: ¿qué piensan de los morenistas que quieren reelegirse? “¡Ay, no! Aquí han venido, pero yo mejor ni les hablo”, dice una señora de la colonia Artículo 1º. “Que no pierdan su tiempo”, expresa con enojo don Pedro el carpintero. No hay quien se quede sin manifestar su enojo con esta caterva de “inútiles y mentirosos”.
Habrá quien piense que esto que les estoy contando es puro invento mío, pero los invito a que hagan la prueba, platiquen con la gente de a pie, con mucha naturalidad pregunten qué beneficio sienten con este gobierno, en qué les ha ayudado, por ejemplo, que el presidente no use el avión presidencial.
Muchas de estas personas aceptan con cierta vergüenza, haber votado por Morena en el 2018, por los motivos arriba expuestos. “Cometimos un error gravísimo, pero es de sabios corregir, no votaré más por Morena”, es la conclusión que sacan. “Dicen que el PRI robaba, pero al menos teníamos obras y servicios, Morena ni obras ni nada y también se están robando el dinero, ¿o dónde está? ¿Para qué lo ocupan? Está claro que no le interesamos, él tiene otros planes”, dice Patricia Cuellar Mendoza.
No hay duda, entonces, que López Obrador tenía razón, el pueblo es sabio, está adquiriendo consciencia de su situación y está sacando las conclusiones correctas. “Vamos a votar por quien presenten hechos, no sólo palabras bonitas, porque esas de qué sirven si no quitan la sed o el hambre”, le dice María Crecencia de la colonia Santa Catarina a un simpatizante de Morena, y mientras ella sonriendo señala una pavimentación gestionada por el pueblo organizado, a él se le va el avión. Continuará…
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