MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Es justo y necesario el verdadero cambio

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Iniciamos el año nuevo con  la cuesta de enero, el fenómeno económico que cada año se presenta en millones de hogares mexicanos, con la diferencia que en este año gracias a la desastrosa administración de la 4T, se prolongará prácticamente todo el año de acuerdo a los expertos, llegará acompañada de una elevada inflación de 7.05%, la más alta desde hace 20 años, según el Banco de México. La inflación al consumidor es el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios más representativos del consumo en los hogares.

Aunado a la inflación, el gobierno de la 4T ha cancelado los estímulos fiscales al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), un impuesto que entró en vigor en México el 1 de enero de 1981 durante el gobierno de José López Portillo, y se rige por la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios. Es un impuesto indirecto que grava la producción y venta de gasolinas, alimentos con alto contenido calórico, bebidas gaseosas, con contenido alcohólico, cerveza, tabaco y cigarros; según el argumento del gobierno neoliberal de Felipe Calderón, se trata de un impuesto que busca castigar un producto o su consumo debido a que causa un perjuicio social o a la salud.

Este argumento ramplón y moralino puede ser válido para las bebidas alcohólicas, cerveza y tabaco, pero meten en el mismo saco a las gasolinas, cuando su consumo no causa perjuicio social, ni a la salud. ¿Entonces por qué castigar su producción y venta con un impuesto? Llegamos a la verdadera causa del gravamen del IEPS, el método mágico y misterioso  que encontraron los gobiernos neoliberales, gravar con impuestos a los productos que más consumimos los mexicanos para obtener dinero fácil, rápido y usufructuarlo a su antojo y libre albedrío.

Durante los 18 años que duró la constante campaña de Andrés Manuel López Obrador, su bandera de agitación y propaganda fueron los famosos gasolinazos, que no son otra cosa que aumentos constantes que se venían dando en el precio de los hidrocarburos durante los gobiernos de los neoliberales Ernesto Zedillo, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, pero que según el candidato ya los gasolinazos se acabaron y se comprometió en eventos públicos, marchas y mítines, que si era favorecido con el voto del pueblo y llegaba a la presidencia de la republica, eliminaría el IEPS y junto con esto bajaría automáticamente el precio de la gasolina y eliminando para siempre los famoso gasolinazos.

Ante una maquina despachadora de gasolina, en julio de año 2016, el entonces candidato López Obrador dijo; “Volvió a subir la gasolina, luego que  el mentiroso de Peña dijo, “que ya no iba a haber más gasolinazos”, que estaban esperando nada más que pasaran las elecciones, vuelven a engañar a la gente, lo que va del gobierno de Peña, la gasolina a aumentó el 26%, de 10.80 el litro a 13.40, mientras el salario mínimo no ha aumentado ni el 3%, es decir, la gasolina ha aumentado al doble, de lo que ha aumentado el salario mínimo y de lo que se ha registrado de la inflación. En Estados Unidos la gasolina es más barata que es nuestro país, y otra burla más, es que Pemex distribuye la gasolina en Estados Unidos, la vende más barata, la vende a 9 pesos y aquí a 13.40. Ya basta de tanto engaño, hay que hacer a un lado a esta mafia del poder, de manera pacífica, pero hacerlos a un lado, le han hecho mucho daño al país y encima de todo, hasta se burlan del pueblo de México, el cambio es necesario, urge, es justo y necesario el verdadero cambio.”

El gobierno de López Obrador no quitó esta carga impositiva como había sido el compromiso del candidato de “Primero los pobres” sino que este año la Secretaría de Hacienda y Crédito Público aumentó el IEPS a bebidas alcoholizadas, cigarros, gasolina, refrescos y saborizadas en 7.36% el precio de un cigarro aumentara en 0.5484; refrescos y bebidas azucaradas subirán 1.3036 por litro mientras la gasolina de bajo octanaje (Magna) costará 5.4917 pesos por litro y la de alto octanaje (Premium) será 4.6375 pesos. Al arranque de 2022 la Procuraduría Federal del Consumidor reportó que en algunas gasolineras del país el precio del litro de gasolina Premium alcanzó hasta los 25.89 y la gasolina regular 23.29.

La galopante inflación que se refleja en el encarecimiento de los productos de la canasta básica y el aumento del IEPS a la gasolina, eleva el costo de todos los medios de consumo y servicios, se avizora una verdadera desgracia, un apocalipsis para México, que traerá como consecuencia una crisis aguda en alimentos, servicios, empleo y trabajo, que puede desembocar en una inestabilidad social con consecuencias inimaginables, por eso hago mías las palabras de López Obrador, que mencionó en julio de 2016 cuando aun era candidato, respecto al gasolinazo de Peña Nieto.  “¡Ya basta de tanto engaño, hay que hacer a un lado a esta mafia del poder, de manera pacífica, pero hacerlos a un lado, le han hecho mucho daño al país y encima de todo, hasta se burlan del pueblo de México, el cambio es necesario, urge, es justo y necesario el verdadero cambio!”

Para este cambio justo y necesario, el pueblo trabajador educado y organizado tiene que crear conciencia política del papel histórico que le toca jugar para crear una patria justa y generosa para todos sus hijos, como los verdaderos creadores de la riqueza nacional y esa conciencia de clase se viene gestando desde hace tiempo como una bocanada de aire fresco en la política nacional.

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