En el 2011 inició un plan educativo integral denominado Programa de Escuelas de Tiempo Completo (PETC) cuyo objetivo fue ampliar la jornada escolar para generar ambientes educativos propicios y ampliar las oportunidades de aprendizaje y el desarrollo de competencias de los alumnos en la educación básica. Este programa fue un detonante en la educación, pero también tuvo un alto impacto de la clase trabajadora, ya que al ampliarse el horario de atención en sus hijos era posible cubrir jornadas de trabajo completo para el ingreso de sus familias, al mismo tiempo, sus hijos se encontraban seguros aprendiendo bajo los cuidados pedagógicos y profesionales de los maestros.
Este programa fue bien visto por muchas madres solteras y madres trabajadoras, que encontraron un punto de apoyo para desarrollarse profesional y laboralmente. Aunado a ello, sus hijos recibían un apoyo alimentario a través de los comedores escolares que eran sufragados por el gobierno federal. Sin embargo, al inicio de la administración del gobierno morenista estos beneficios se fueron retirando.
En el 2019 había 10 millones 190 mil beneficiarios con el PETC, sin embargo, en el 2020 este programa sólo registro a 5 millones 100 mil de beneficiarios, sólo el 50 por ciento con respecto al año anterior. Las consecuencias que conllevaron las acciones del gobierno morenista fueros devastadoras para las madres de familia y para los profesores que estaban incluidos en este programa, ya que al ampliarse la jornada recibían una compensación por el trabajo pedagógico y profesional que brindaban a los alumnos en la jornada ampliada.
Justamente los maestros fueron la punta de lanza del PETC, ya que de ellos dependía el desarrollo de las estrategias para mejorar los ambientes de aprendizaje, sin embargo, el gobierno les retiró el programa sin previo aviso y siguieron trabajando, pero ahora, el gobierno no les quiere pagar su compensación por la jornada extendida. El PETC también incluía materiales didácticos que apoyaban directamente a los padres de familia en su economía, ya que en la mayoría de las escuelas rurales no tienen acceso material ni económicamente a ellos; asimismo, se contaba con presupuesto para el mantenimiento menor de la escuela como la pintura, mantenimiento de pizarrones, pupitres o algún cristal roto. Todo eso se acabó.
Algunos investigadores en educación como Fernando Ruiz de “Mexicanos Primero” han dado a conocer la corrupción que se encuentra en las entrañas del PETC, ya que de 3.2 millones de beneficiarios que había en el 2021 sólo 640 mil (20%) recibieron apoyos alimentarios, y del resto la SEP no ha sido capaz de entregar evidencias de su distribución. ¿A dónde está el 80% de los apoyos alimentarios?
A lo mencionado arriba, se agrega que el PETC sigue vigente según el Diario Oficial de la Federación (DOF) de acuerdo al decreto del PEF 2021 que emite y revisa la Cámara de Diputados; sin embargo, la SEP no ha mostrado evidencias de la ejecución de dicho programa y está tratando de desviar la atención justificando que los recursos se están direccionado a otro programa llamado la Escuela es Nuestra. Al final del camino con otro programa hay desvío de recursos que se traducen en vil corrupción.
En Veracruz, otro programa denominado Escuelas al Cien sufre el mismo problema que el PETC, pues, está pasando exactamente lo mismo en el Instituto de Espacios Educativos que encabeza Ricardo García Jiménez. Escuelas al Cien, es un fideicomiso instrumentado en el sexenio pasado para mejorar la infraestructura de las escuelas, pero con la nueva administración del gobierno morenista simplemente se ha diluido y los recursos destinados a las escuelas no han llegado. Un ejemplo de ellos se tiene en diversas escuelas a lo largo y ancho del estado, ya que desde hace seis años que se entregaron los recursos no se han concluido las obras.
Han pasado tres años de la administración de Cuitláhuac García Jiménez que prometió acabar con la corrupción y es el momento en que no ha cumplido con dicha promesa; ha sucedido todo lo contrario, se ha ahondado el problema en todos los niveles de su gobierno. El caso mas visible se encuentra en el Instituto de Espacios Educativos, ya que el gobierno recibió en la Secretaría de Finanzas y Planeación, 24 millones de pesos que no se han aplicado en las escuelas en donde deben aplicarse los recursos. ¿Qué va a hacer el gobierno veracruzano con los recursos no aplicados?
Seguramente aplicará la misma maniobra que ha hecho en los dos años anteriores, desviar los recursos salvaguardados en los fideicomisos de este tipo, para el dinero vaya a parar a las obras faraónicas y los programas sociales de Andrés Manuel López Obrador; todo ello, en detrimento de la educación de los niños y jóvenes veracruzanos.
Por ello, esta semana los principales medios impresos y electrónicos dieron a conocer una manifestación que llevaron a cabo los estudiantes de la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR) a las afueras del Instituto de Espacios Educativos para exigir que los recursos etiquetados a las escuelas se apliquen como lo estipula la Constitución. Sin embargo, el director de Espacios Educativos ha salido con nuevas argucias legaloides para que los recursos no se apliquen, dejando sin solución y en el desamparo a los miles de estudiantes veracruzanos que tienen el derecho a la educación, pero el Ing. Ricardo García Jiménez se los niega.
Estos sucesos se están dando en el contexto nacional y estatal. La política del gobierno de la Cuarta Transformación está profundizando el problema de la corrupción, y lo está haciendo justamente con todo su aparato de gobierno en contra de aquellos que creyeron en su proyecto de nación, pero las cosas son todo lo contrario. Ante esta situación, muchos que aún creen en la política de López Obrador piensan en automático que las denuncias de los estudiantes, maestros y padres de familia son ataques de los adversarios del gobierno, sin embargo, los denunciantes son la clase trabajadora, los directamente afectados son los hijos de los trabajadores y es a ellos a quien se les niega ese derecho.
Pero, si alguna duda existe, hay que remitirnos al reporte que emitió el Word Justice Project (wordjusticeproject.org), una organización independiente no gubernamental informa que México es el país más corrupto del mundo. ¿Será que el gobierno de la 4T es el único que no se da cuenta de la corrupción?
La clase trabajadora no se puede equivocar, están despojando a sus hijos del único derecho que les puede garantizar otra forma de vida. Por eso, la lucha de los estudiantes agremiados a la FNERRR cobra vigencia y es pertinente contra la política rapaz del gobierno morenista. A todos los hombres bien nacidos les corresponde apoyar a las futuras generaciones que le darán un giro a la historia para que la clase trabajadora tome el poder en nuestro país. Pero para ello, hay que luchar a brazo partido sin escatimar esfuerzos con los estudiantes de la FNERRR. Que conste.
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