Desde el inicio de su administración, el actual presidente Andrés Manuel López Obrador, inició una campaña para combatir la corrupción. Hoy, a pesar de que se ha demostrado que él y su familia son más corruptos que los anteriores, continúa con la misma cantaleta.
Para desacreditar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y para dar cifras grandes, dice que tiene fideicomisos por $ 73 723 020 424 para el año 2022. Para alguien alejado de las noticias dichas cifras parecen demasiado grandes, tergiversadas, manipuladas. Para un trabajador cuyo salario oscila entre 1200 a 5000 pesos, por supuesto que parece demasiado, indigno y aberrante. Pero el fondo de la cuestión no es eso, es simple y sencillamente porque la corte dio para atrás el famoso plan B.
Con estos u otros argumentos fueron desmantelados muchos programas que servían a la gente, muchos mexicanos han pasado de la pobreza a la miseria. Estos mismos argumentos, fueron usados y siguen siendo manejados para desmantelar el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI).
De los programas ya desaparecidos, y que sí servían a la gente para salir de la pobreza, o la aminoraban se encuentran el de Apoyo a la Vivienda, operado por Sedatu; el de Atención a Jornaleros Agrícolas, de Bienestar; el de Empleo Temporal, de Bienestar, SCT y Semarnat; el de Comedores Comunitarios, de Bienestar, el de Apoyo a la Comercialización, de SADER; el de Formación de Recursos Humanos basada en Competencias, de la SEP; el de Apoyos para la Protección de las Personas en Estado de Necesidad, de Salud y el de Consolidación de reservas Urbanas, de Sedatu. A esto se suma el Fondo Nacional para Desastres Naturales.
Y ahora, para cerrar por completo todos los ataques hacia al pueblo disfrazados de austeridad franciscana, nos enteramos de que desaparece el Insabi, ese monstruo creado por Frankenstein que nos conduciría a gozar de los niveles de salud de Canadá y Dinamarca. Quedando solamente el IMSS-Bienestar. Y, para los que conocen el funcionamiento del IMSS saben la “calidad” con la que atiende a los derechohabientes, hay que sumarle 34.9 millones de usuarios. Dinamarca puede esperar.
Han pasado ya más de cuatro años, del autodenominado gobierno de la esperanza, atrás quedó el presidente del empleo y el presidente del cambio. Como diría Cervantes, para verdades, el tiempo … Es un buen momento para reflexionar sobre las acciones que realiza el mandatario nacional para tratar de explicar a la gente, porque este gobierno nos está conduciendo a la ruina.
Primero, hay que aclarar que todos los gobiernos anteriores, incluido el de Enrique Peña Nieto, fueron gobiernos al servicio de los poderosos de este país. Lázaro Cárdenas, el más reconocido de la época posrevolucionaria, también fue un representante de esas clases, y aunque hizo algunas cosas que en esencia parecían servir a los campesinos y a la nación (Ejidos y nacionalización del petróleo) dichas medidas fueron para acrecentar la riqueza de los ya de por sí, ricachos.
Y, hay que entender, que la actual estructura de poder, fue creada precisamente para defender esos intereses. Y, en su momento, si realmente fuera genuina su molestia, debería desaparecer la Suprema Corte, tuvo su momento y no lo hizo. Por tanto, ahora sus ataques se ven más como revancha o alguna otra cosa, pero no porque gasten mucho dinero.
Y hablando de excesos, en la Estafa Maestra se robaron 7 mil 670 millones de pesos, pero el fraude a Segalmex, con el actual gobierno supera los 15 mil millones de pesos. El AIFA recibe 1628 millones de subsidio. Tuvo un sobrecosto de más del 30 por ciento. Sus hijos se enriquecen al amparo del poder, etc. etc. es muy llamativo que siempre dice que son honestos, piensa que negándolo todo desaparecerán las evidencias. El mismo ya cambió el Tsuru por una Suburban.
Buscando cómo caracterizar al periodo presidencial, me acordé de una obra de Teatro llamada, el Burgués Gentilhombre de Moliere. Su maestro de música le dice a su maestro de baile: “Este hombre, en efecto, es muy corto de luces; habla a tontas y a locas y aplaude a destiempo…; pero su dinero rectifica los yerros de su espíritu. Sus bolsillos están llenos de discreción; sus elogios están acuñados. He aquí por qué este ricachón ignorante nos es más útil que el ilustrado señorón que nos introdujo en esta casa”. Todos le hacen creer a Jourdain qué es lo que él quiere ser para su beneficio. Pero el tiempo, ah, el tiempo, ese se está acabando muy rápido para su mal y para el pueblo que aún confía en él.
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