Desde hace más de 15 años el Movimiento Antorchista en el estado de Jalisco, fiel a su ideal de organizar a los humildes de cada rincón del territorio nacional para que sus demandas sean atendidas y, ante la situación tan lastimosa en que miles de hermanos indígenas viene sorteando el día a día, pues en busca de trabajo han tenido que dejar sus pueblos originarios y emigrar al Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) vendiendo su mano de obra y en algunos caso sus artesanías con las que se resolvía parte de su supervivencia y la de sus familias, comenzó a dar una lucha ante las instancias correspondientes para que se les otorgaran espacios en las plazas públicas en donde exponer sus trabajos artesanales.
Ardua fue la lucha para que las diferentes instancias de gobierno, tanto Estatal como los municipales entendieran y aceptaran la responsabilidad de apoyar de manera plena a los grupos de Zapotecos, Huicholes, Mazahuas, Mixtecos, Purépechas, Tzeltales entre otros, enfrentándose en algunos de los casos a la soberbia de funcionarios que en más de una ocasión se retractaron e incluso llegaron a arrebatarles los permisos otorgados ellos mismos con antelación, marchas, plantones, golpes de los policías municipales forman parte de la historia de este grupo de artesanos organizados que lo único que solicitaban era un espacio para exponer su trabajo artesanal y si la suerte les sonreía poder sacar para medio vivir ellos y sus familias.
A 15 años de que esta gestión por espacios iniciara, la situación de los grupos indígenas originarios y radicados en nuestro Estado no ha cambiado, hoy por hoy siguen sufriendo discriminación y en muchos casos abuso por parte de quienes al contratar fuerza de trabajo le pagan un salario miserable que está muy por debajo de lo que recibe cualquier otro trabajador (insuficiente como ya se ha argumentado) por el simple hecho conservar su idioma, utilizar su vestimenta original o tener rasgos característicos de su región. Y no podemos engañarnos, las instancias que los diferentes gobiernos han creado para que se canalicen y dignifique la situación de los indígenas radicados en la AMG y en el interior del Estado, avanza a paso de tortuga mientras la pobreza de que son víctimas al igual que el resto de los jaliscienses se manifiesta a pasos agigantados. Cada día la necesidad de vivienda, servicios como agua, electrificación, drenaje, infraestructura carretera, espacios educativos, fuentes de trabajo, servicios de salud entre otros es mayor.
Por eso es de reconocer el hecho de que en días pasados casi un centenar de artesanos indígenas radicados desde hace años en la AMG, lograran ser escuchados por el alcalde de Zapopan Juan José Frangie Saade para que permitiera que durante 9 días instalaran una expo-artesanal en la cual además de que miles de visitantes fueron testigos de trabajos de verdaderos artistas de la madera, bordado y trabajo en chaquira quienes vieron aliviado aunque sea por un momento su ingreso familiar, sumándose a demás a esta exposición el talento de cantantes, poetas y grupos culturales que deleitaron con sus ejecuciones a chicos y grandes al ejecutar perfectamente y con el mayor profesionalismo bailes folclóricos de los estados de Nuevo León, Sinaloa, Nayarit, Colima y Jalisco. Toda una fiesta cultural, tan necesaria después de dos años de distanciamiento social a causa del covid-19.
Por este medio agradecemos este gesto de sensibilidad que el alcalde de Zapopan tuvo para con estos dignos representantes de nuestra herencia ancestral, a la Compañía de Teatro y Baile Folclórico “El Tesoro de Los Cuentos” a cargo del Maestro Gerardo Javier Romero Gutiérrez a los cantantes: Betsabe Figueroa, Triny López y Pablo Alexandres que no escatimaron tiempo y esfuerzo derrochando talento ante el pueblo tapatío y sus visitantes.
Compañeros artesanos: no están solos y aunque falta mucho por hacer para cambiar de fondo las condiciones en que vivimos, siempre será un gesto de hombres y mujeres bien nacidos el saber agradecer.
Me despido no sin antes invitar a quienes pudieran llegar a leer estas líneas a formar parte de nuestra organización que este año cumple 48 años de trabajo, educación y lucha contra la pobreza. La lucha organizada que hemos emprendido desde hace más de cuatro décadas y media ha demostrado ser un arma eficaz para mejorar día a día las condiciones de vida de miles de mexicanos.
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