Un grupo de habitantes de distintas colonias de Iztapalapa se manifestaron afuera de las oficinas del Instituto Nacional del Suelo Sustentable (INSUS), porque a pesar de haber ingresado desde hace varios meses la petición de regularización de las colonias Balli y Rojo Gómez, además de haber cumplido los requisitos, la dependencia no ha dado solución.
El objetivo de los vecinos de esas zonas es contar con la certeza jurídica sobre sus terrenos y el patrimonio que allí han forjado.
La dirigente social, Karina Ramírez Rosas, detalló que muchas familias no cuentan con la documentación oficial que los acredite como propietarios de su vivienda, dejándolos en la indefensión y desprovistos de un patrimonio.
La respuesta del INSUS fue programar una para el próximo lunes para revisar a detalle la demanda social, porque de este trámite también depende que los lugareños cuenten con los servicios públicos y de urbanización.
En la alcaldía Iztapalapa el problema de los asentamientos irregulares es una bomba de tiempo; Mientras el Gobierno local lleva a cabo una estrategia enfocada en pintar fachadas, no hay certeza legal para las viviendas de quienes habitan en 168 asentamientos irregulares.
No tener una vivienda regular implica no contar con servicios básicos porque el Gobierno de la CDMX, con el pretexto de que son asentamientos irregulares, prohíbe la dotación de agua potable, electrificación y drenaje.
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