· Ante el constante incremento de los precios en los alimentos de la canasta básica, el Estado debe garantizar la seguridad alimentaria.
De acuerdo con el Inegi, el 28 por ciento de la población en Jalisco vive con el salario mínimo de 5 mil 200 pesos. Además, aunque la entidad es el segundo estado con mayor generación de empleos, cerca de la mitad de la población, es decir poco más de 1.8 millones de jaliscienses que laboran, se encuentran en la informalidad y carecen de seguridad social, según cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
En tanto, investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) revelan que para adquirir los productos de la canasta básica la ciudadanía necesita desembolsar 11 mil 500 pesos. Si a eso le agregamos servicios como el pago de la luz, agua, teléfono y renta, se necesitarían alrededor de 23 mil pesos para tener todas estas condiciones de forma mensual. Por esta razón, apenas un 25 por ciento de los jaliscienses pueden comprar algunos productos de la Canasta Básica, lamentan economistas y académicos de la UdeG.
Con base a esta terrible realidad, el Movimiento Antorchista considera que ante el constante incremento de los precios en los alimentos de la canasta básica, el Estado debe garantizar la seguridad alimentaria. Por lo que consecuente con el compromiso de velar por los intereses de los sectores más desprotegidos del pueblo de México, la dirigencia del Antorchismo en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) encabeza a las familias más humildes, agregadas en las filas de Antorcha Popular quienes luchan por apoyos alimentarios ante el Gobierno estatal para completar los alimentos que necesitan sus familias y mitigar las consecuencias de la inflación que para el caso de Guadalajara ronda por arriba del 8 por ciento.
Asimismo, los dirigentes Antorchistas exhortan a sus seguidores a llamar a los trabajadores en general a unir fuerzas para luchar por la creación de empleos solidos con mejores salarios, es decir por mejores condiciones de vida, ya que la inflación solo vino a revelar en toda su crudeza una situación que se venía viviendo hace años, la pobreza y pobreza extrema en que se encuentran millones de mexicanos, entre ellos miles y miles de jaliscienses.
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