Este es el lema de la campaña de denuncias y protestas que iniciamos el pasado jueves 12 de octubre. En un pronunciamiento que acostumbramos realizar los jueves a las 8:00 p. m. por nuestra página de Facebook, señalamos que en una primera fase realizaríamos una serie de difusiones en diferentes ciudades con volantes —o flyers, como se acostumbra decir en el norte— y lonas.
Los funcionarios no funcionan porque no cumplen con las responsabilidades de sus cargos, carecen de sensibilidad social e, incluso, faltan a instrucciones concretas de sus superiores.
En ellos, solicitamos la intervención de la gobernadora del estado, maestra Marina del Pilar Ávila Olmeda, ante la falta de atención de diversas dependencias. Estas instancias son las responsables de resolver peticiones —de acuerdo con su ámbito— en materia de servicios, obras, regularización de predios, dignificación de escuelas, solución de problemas laborales de maestros, etcétera.
Hasta la fecha, estas dependencias han sido omisas en el cumplimiento de las tareas que se comprometieron a realizar al tomar posesión de sus cargos, así como de las instrucciones de la propia gobernadora y, con mayor razón, de las promesas y compromisos adquiridos en múltiples “mesas de trabajo” a las que se ha convocado a los representantes de miles de bajacalifornianos agrupados en las filas antorchistas.

Los funcionarios no funcionan porque no cumplen con las responsabilidades de sus cargos, carecen de sensibilidad social e, incluso, faltan a instrucciones concretas de sus superiores. Prometen y prometen a los ciudadanos, pues como dice el dicho: “el prometer no empobrece…”.
A lo largo de casi cuatro años, hemos escuchado repetidamente: “el próximo año se realizan las obras que solicitaron; las consideraremos en el programa del año entrante”.

Esta frase está particularmente desgastada por la Secretaría de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Reordenación Territorial (Sidurt). Obras de pavimentación en San Quintín, Ensenada, Tijuana, Tecate y Mexicali; alumbrado público; redes de agua potable y drenaje; servicios de caminos; lotes de vivienda de interés social; infraestructura educativa, y demás, son algunas de las demandas que se han planteado y que, a la fecha, poco se han resuelto.
Estas peticiones, que beneficiarán a antorchistas y no antorchistas por igual, han sido planteadas por la ciudadanía, por comunidades que exigen atención y que las autoridades las tomen en cuenta, pues durante años han sido olvidadas y marginadas.

Resulta particularmente indignante el proceder parsimonioso y lerdo de la Oficialía Mayor para la regularización de escuelas en la Zona Este de Tijuana, ya que la falta de regularización es el pretexto que se ha esgrimido para negarles aulas dignas, servicios sanitarios, canchas y laboratorios. Esto ocurre en escuelas abandonadas, ubicadas en colonias igualmente marginadas.
La gobernadora debe conocer la irritación social que generan sus funcionarios omisos e intervenir para que, como se dice popularmente, “se pongan las pilas” o dejen el lugar a alguien que no olvide, jamás, que son servidores públicos pagados con los impuestos de todos los ciudadanos.

Como lo estamos anunciando, la primera manifestación pública y pacífica será en las inmediaciones del Centro Cívico en Mexicali. Allí, representantes de distintas comunidades, colonias, ejidos y municipios exigirán a la gobernadora que atienda las necesidades, ante la insensibilidad de algunos miembros del gabinete.
Reiteramos que será la primera y, de ser necesario, no será la última, pues nuestra campaña continuará con manifestaciones más enérgicas en caso de requerirse.
¡Infraestructura digna y solución a las necesidades de las escuelas populares!
¡Obras y servicios para las colonias pobres!
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