Es noticia nacional la actitud brabucona del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ante el apretón de tuercas por parte del estado norteamericano, primero por la falta de control de la delincuencia que se ha desbordado poniendo en riesgo al país vecino, segundo por la violación de los acuerdos del tratado de libre comercio (T-MEC), tratado que él mismo aprobó como presidente electo.
Este fue un mes con resultados desastrosos para el gobierno mexicano; primero el jalón de orejas y los sombrerazos de Joe Biden para ubicar al presidente que, crecido por la cortina de humo creada por sus jilgueros aduladores, creyó en verdad que tenía la fuerza suficiente para imponer sus ocurrencias. Mientras no afectó sus intereses gringos, el presidente dijo, hizo y deshizo, pero con un solo sombrerazo Biden pudo imponer acuerdos que Trump con sus amenazas no pudo. Se confirmó que el presidente está perdiendo toda buena relación con los vecinos del norte que ahora es inexistente. AMLO se dirige por su ocurrencias, haciendo un lado a la ciencia, la economía y nuestra historia, se conduce por pura intuición y simula tener todo el control de las cosas, pero una cosa es lo que dice y otra lo que hace, como dice el proverbio popular: “mucho ruido y pocas nueces”, porque en su reunión con el presidente de Estados Unidos sus propuestas fueron todas ignoradas, en cambio Estados Unidos le obligó a invertir 500 millones de dólares en la frontera apoyando el muro de seguridad, así lo dio a conocer el vocero de la Casa Blanca Abdullan Hassan en su cuenta de Twitter: “el presidente Biden acaba de lograr que México acepte pagar 1.5 mil millones para mejorar el procedimiento fronterizo y la seguridad a través de soluciones de gestión fronteriza inteligentes y comprobadas”. Según Raymundo Riva Palacios el vocero dio a conocer, además: “Biden logró que López Obrador hiciera lo que él quería” al sumarse también al programa de infraestructura en tema de narcotráfico y por último en acciones para frenar la migración. Por lo que según el periodista le toca al presidente explicar entre otras cosas, por qué no solo aceptó los equipos de seguridad, sino que duplicó la inversión acordada originalmente con el gobierno de Joe Biden, mismo que aseguró se pagara con los impuestos mexicanos” para la seguridad de los estadounidenses. Por si eso fuera poco, los gobiernos de Estados Unidos y de Canadá se unieron para enviar peticiones de consulta al presidente AMLO alrededor de la ley de la Industria Eléctrica, pues consideran que pudiera estar incurriendo en inconsistencias con el T-MEC, en este asunto México quedó emplazado a 75 días para llegar a una solución. Estas acciones mal pensadas pueden ocasionar al gobierno mexicano graves consecuencias, sanciones a los exportadores, perjudicando al crecimiento de nuestra economía por que aumentaría la incertidumbre provocando que menos empresas inviertan en México. Las cosas en cuestión de inversión andan mal, ahora la inversión privada se encuentra 7.6 % abajo del nivel del sexenio anterior, además si en 7 meses el gobierno de la 4T no corrige será sancionado por lo menos por 10 mil millones de dólares.
Como siempre, el presidente no ve ni escucha, la verdad es que hizo caso omiso a las llamadas de las autoridades de Estados Unidos, fueron alrededor de 18 meses de las protestas de las empresas americanas, pero no convencieron al presidente, su última reunión fue con John Kerry que quiso tocar el tema de la ley eléctrica, el presidente lo paró. Por lo que Kerry ya no regresó, esa fue la consecuencia de su mal manejo político y su falta de sensibilidad y prepotencia. Al parecer, 16 reuniones con empresas gringas no resolvieron nada, por lo que el presidente Biden encargó a Blanca Katherine Tai acusar al gobierno de AMLO de violar 4 artículos de T-MEC. El gobierno de Canadá igual levantó la mano.
Los aduladores de AMLO y sus asesores una vez más están equivocando las cosas, están tendiendo un manto de humo para desviar la atención del pueblo mexicano, están intentando que el pueblo enarbole falsas demandas, tales como la soberanía de nuestros recursos naturales, CFE y PEMEX, todo esto para desviar la atención de los principales problemas graves del país como: la violencia desbordada, el descontrol del crimen organizado, la falta de crecimiento económico, con una inflación que rebaza ya el 8%, la inseguridad por la muerte de mujeres y niños, el sector salud hecho pedazos por la falta de medicamento por que el Insabi no funcionó, la educación con millones de niños que no regresaran a las aulas, el campo tirado, si apoyos para fertilizantes y semillas, las principales ciudades del país sin agua, la corrupción que ha alcanzado al gabinete y su familia.
A falta de soluciones y de buenos resultados, la 4T encabezada por su mesías nos quiere envolver en una lucha electoral, porque hay recordad que está urgido de votos para las selecciones del 2023 donde participará en Coahuila y Edomex. Por otro lado, el presidente Biden, igual enfrentará elecciones en el mismo año, por lo que AMLO y la 4T no le interesa que el pueblo mexicano sea sancionado y humillado, lo que le interesa es jalar votos para sus “corcholatas” que en este mismo mes igual cayeron en las preferencias electorales.
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