Hoy en día, la cultura poco se promueve a lo largo y ancho del país, porque lo que se busca es que los mexicanos no sepamos de ella, de nuestras raíces y de lo grande que podemos llegar a hacer. Los gobiernos y partidos políticos se suman a ello, a no promoverla, aunque el Estado sea rico en cultura, tal y como es el caso de Yucatán que, si bien tiene mucha, poco se difunde.
La cultura, la publicidad y la prensa son armas más poderosas que los mismos misiles
En días pasados se llevó a cabo la XXI Espartaqueada Cultural, el evento más grande de México por su amplia convocatoria y no gubernamental; durante nueve días acudieron personas del pueblo que hicieron temblar el recién inaugurado Teatro Aquiles Córdova Morán, así como el auditorio Clara Córdoba Morán.
El pueblo haciendo arte para el pueblo. En un país donde prevalece la violencia y donde los niños son los más afectados e incluso captados por el crimen organizado. Pero en este escenario vimos a niños que tomaron el micrófono, sus botines, vestuario o utilería para expresar lo que por meses se estuvieron preparando.
En Yucatán la cultura es basta, y si se promueve, es sólo para gusto visual y propiamente para el turismo extranjero que, al ver bailar una jarana, baile típico del Estado, se queda fascinado y con la boca abierta, atónito por lo visto y la destreza que se tiene para coordinar los pies con el resto del cuerpo y la música. Se promueve, pero no para el pueblo, que busca ser libre ante los embates actuales del país y del mundo.
Bien lo dijo el maestro Aquiles Córdova Morán en esta edición de la Espartaqueada: la cultura, la publicidad y la prensa son armas más poderosas que los mismos misiles.
Las naciones imperialistas las usan para ganarse a la opinión pública y así hacerse con el poder del mundo. Es por ello que Antorcha no hace cultura por placer visual, sino para darle la pelea a los que nos quieren vender la cultura de los que se quieren apoderar del mundo. Necesitamos una cultura guerrera, de defensa del pueblo, que busque ir a las raíces del pueblo trabajador y que lo una para dar la lucha.
Eso es lo que busca Antorcha y con la Espartaqueada Cultural 2025 unió al pueblo, desde madres buscadoras hasta personas que hoy viven en un Estado de violencia y donde es su pan de cada día. Y donde el yugo yanki está a flor de piel, dejando poco a poco lo nuestro para absorber lo extranjero.
Antorcha canta mientras los ataques contra ella surgen como hongos, Antorcha baila mientras las balas vuelan por una política de abrazos y no balazos, Antorcha declama mientras la indiferencia del gobierno morenista hace que haya cada vez más pobres, Antorcha habla por las injusticias que hay en México y, mientras esto siga, el Movimiento Antorchista seguirá luchando, promoviendo la cultura, una de calidad y no como la que promueve el gobierno federal.
Es basta la cultura mexicana y quedó constatado durante nueve días, donde también se plasmó la de otros países que, al igual que México, están sometidos por el yugo yanki, aquel que carece.
Gracias, Antorcha, por tanto, por hacer que el pueblo se cultive, a que aspire a ser libre y mejor cada día. Ante los males sociales urge que el pueblo se organice y luche por un nuevo poder político donde el principal beneficiario sea el pueblo.
Con esta verbena cultural queda demostrado que el pueblo organizado y educado puede gobernar y ser mejor que un partido político convencional como lo es Morena con su 4T.
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