La gran influencia que la prensa y los medios de comunicación adquirieron en lo que muchos conocen como “la era mediática”, allá por el siglo XIX, llevó a políticos y estudiosos a considerarlos como “el cuarto poder”, toda vez que creían que habían nacido para criticar al poder y que podían hacerlo en alianza con las masas.
Esa alianza, decían, permitía a la prensa estar al lado de los tres poderes fundamentales: el ejecutivo, el legislativo y el judicial; pero, en contrapartida, decían, el “cuarto poder” se erigía como el defensor de los intereses sociales. Si en un principio esa función fue cumplida un poco por los medios de comunicación, ahora nada está más alejado de la realidad.
Ciertamente, en el siglo XIX la prensa fue una fuerza poderosa de denuncia y escándalo que creó fenómenos mediáticos que se convirtieron en importantes fenómenos sociales y literarios que estuvieron marcados por los procesos de consolidación gubernamentales, cuestión que también generó obstáculos que opuso el mismo gobierno, pero que también logró una mayor libertad de expresión toda vez que los grupos antagónicos utilizaban a la prensa para realizar sus denuncias.
Sin embargo, la prensa, los medios de comunicación, las plataformas digitales y las redes sociales no nacieron para apuntalar los movimientos sociales o contestatarios; es decir, aquellos que polemizan, se oponen o protestan -a veces brusca o violentamente-, contra lo establecido. Sí fueron utilizados por ellos porque así lo han permitido las condiciones de consolidación de los grupos de poder y la burguesía.
Desde que los medios de comunicación nacieron -aquí incluyo a todos los enlistados anteriormente- y se desarrollaron, se volvieron una gran fuente de poder e influencia social a nivel mundial. Y es que, como asegura Marie-Eve Thérenty, doctora en Letras Modernas por la Université Paris 7, “la era mediática inició en el siglo XIX. La civilización que representaron los periódicos transformó profundamente la economía, la política, la vida cotidiana y social”.
Y ahora peor, como dice el mexicano medio, pues en el mundo globalizado, todos los medios informativos y de comunicación siguen profundizando las transformaciones económicas, políticas, de la vida cotidiana y social, pero no lo hacen a favor del ciudadano medio ni de sus intereses, sino para beneficiar a los grandes intereses económicos de los poderosos del mundo. Si, beneficiar a quienes han acumulado grandes riquezas y por eso creen tener derecho a manipular la información para colocar su mensaje en la mente de millones de seres humanos y con ello perjudicar a quienes no comulgan con sus ideas y perjudican sus intereses económicos.
La prensa y los medios de comunicación en general utilizan la “información” para influir a la sociedad, pero para apoyar los intereses de los grandes grupos de poder político, económico, quienes se apoyan en empresas periodísticas, medios de comunicación y grandes agencias informativas, plataformas digitales y redes sociales que operan en el mundo globalizado.
Esto ha quedado más claro que nunca ahora que día a día vemos en la televisión y en todos los medios de comunicación, como una película de Hollywood, la intervención militar que realizó Rusia en contra de Ucrania a fin de defender y proteger a los habitantes de Donbass (compuesta por dos unidades administrativas: Donetsk y Lugansk), quienes durante años, por lo menos ocho, han sido oprimidos y reprimidos por el gobierno neofascista de Ucrania, el cual quiere apoderarse de sus recursos minerales, además de la producción industrial de acero y carbón, por los que ahora le brillan los ojos a los poderosos gringos.
¡Por supuesto que la información que recibimos no es esa! Es exactamente lo contrario a ella, pues no dice que los rusos defienden y protegen a la población civil del Donbass de los ataques fascistas e inhumanos del gobierno ucraniano.
“Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”, es la famosa frase atribuida al jefe de campaña del asesino más grande de todos los tiempos, el fascista Adolf Hitler. Sí, dicen que para Joseph Goebbels, el publicista de Hitler, el acto de mentir debía ser analizado y evaluado más allá de lo moral para extraer de él una utilidad innegable: influir en la sociedad.
Eso, precisamente, es lo que actualmente hacen las agencias informativas y los medios occidentales: difunden mentiras en torno a lo que sucede entre Rusia y Ucrania a fin de “influir en la sociedad” para beneficio de los intereses de los grupos de poder económico de Estados Unidos.
La guerra protagonizada por Ucrania y Rusia ha descarado a los países imperialistas, a sus agencias informativas, sus grandes medios de comunicación y a las tan en boga redes sociales y plataformas digitales, las cuales ya cerraron los espacios a los medios de comunicación rusos, los cuales ofrecían información equilibrada en torno a la guerra a fin de que los lectores y espectadores sacaran sus propias conclusiones.
Ahora tenemos que varios medios de comunicación rusos, entre ellos Russia Today (RT), el medio digital ruso más influyente en el mundo, fueron sacados del aire o bloqueados en varias redes sociales en Europa Occidental; YouTube bloqueó todos los canales de comunicación vinculados al gobierno ruso, incluído el canal “Ahí te va”, de la subdirectora de RT en Español, Inna Afinogenova, quien brindaba información objetiva, veraz y equilibrada. Asimismo, Facebook restringió las cuentas oficiales en su plataforma de la cadena rusa Zvezda, vinculada con el ministerio de Defensa; de la agencia de prensa pública Ria Novosti y de los medios rusos en línea Lenta.ru y Gazeta.ru.
Es más, recientemente Facebook anunció que hará una excepción a sus políticas y permitirá mensajes de odio y llamados a la violencia contra los rusos. ¡Válgame Dios! ¡Facebook siempre tan política y moralmente correcto se pone en contra de los rusos! ¿Porque cree que son la encarnación del demonio? ¡No, no, no! Simple y sencillamente porque son contrarios a los intereses de Occidental.
Con el bloqueo a los medios de comunicación y productos digitales rusos, lo único que podemos pensar es que, como siempre, la verdad está sufriendo grave censura a fin de que prevalezca la mentira distribuida por los grandes agencias informativas y medios de comunicación afínes a los intereses de Estados Unidos, el cual, cree tener la “noble” tarea de expandir su poder sobre la tierra.
Y mientras los medios de comunicación rusos son cerrados, las agencias informativas del imperio nadan a sus anchas y lanzan a diestra y siniestra información falsa que favorece no solo a Ucrania, es más ni siquiera mayoritariamente a este país, sino que beneficia los intereses económicos y políticos gringos.
Esa “loable” labor de construir noticias falsas está destinada a las grandes agencias informativas, entre las que se encuentran: Reuters. Agencia inglesa en la que trabajan aproximadamente dos mil trescientos periodistas distribuidos en todo el mundo; Associated Press (AP), se estima que sus contenidos son visitados por mil millones de personas, cuenta con ocho mil quinientos abonados (clientes) alrededor del mundo, y está presente en doscientos cincuenta países; Deutsche Presse-Agentur (DPA) que tiene representantes en más de cien países y la Agencia EFE que provee de información a la nación ibérica y América Latina y cuenta con mil abonados entre internet, radio y periódicos.
Así, todas esas agencias informativas, y más, siguen el guion que les marcó el imperio gringo: hacer pasar todas las acciones rusas como dañinas a la humanidad, mientras que las Ucrania pasan como las salvadoras… ¿será un guion para película holywodense? Así parece, pero en esta guerra de información, los poderosos de Occidente se sirven con la cuchara grande, mientras a los medios rusos los bloquean y reprimen.
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