El día “D” del regreso a clases se acerca ineluctablemente y los estudiantes, padres de familia y personal docente y administrativo de las escuelas del país tendrán que tomar una decisión: acatar la orden presidencial que los obliga a regresar a clases presenciales, condenando a toda la comunidad estudiantil al contagio y a la muerte por la covid-19, o dar la lucha a nivel nacional para regresar a clases sólo con vacuna. No hay otra alternativa.
El homicidio social que el presidente Andrés Manuel López Obrador, Morena y la 4T están perpetrando contra los estudiantes de la nación en beneficio del sector empresarial es un crimen de Estado que debe denunciarse y contra el cual deben manifestarse y oponerse todos los sectores progresistas de México.
Mientras que las autoridades sanitarias informan que la velocidad del contagio entre menores de edad va en aumento, el subsecretario de Salud Hugo López-Gattel desestima la información y de manera irracional justifica la orden presidencial del regreso a clases “llueve, truene o relampaguee”.
En el periódico El Sol de México del viernes 20 de agosto, la periodista Nurit Martínez informa que las autoridades sanitarias reportan que, del 7 al 18 de agosto, en tan sólo 12 días, se incrementó en 9 mil 400 nuevos contagios la cifra de niños infectados entre 5 y 14 años. El ritmo fue de 783.3 niños por día, y eso ocurre sin que los niños estén aglomerados en espacios cerrados como son las aulas y sin socializar entre ellos, como recomienda Delfina Gómez Álvarez, secretaria de Educación Pública. También destaca la misma periodista que entre los estudiantes del nivel superior la situación es más grave: “de la base de datos que también es pública en el Tablero de Conacyt se extrae que los jóvenes contagiados en edad universitaria, de 20 a 24 años, son los que más se incrementaron: 21 mil 293 casos que son tratados en su casa”.
La respuesta del subsecretario de Salud a los datos reales sobre el impacto de la pandemia del Covid entre los jóvenes y niños en esta tercera ola es delirante, propia de una mente alucinada que vive en un mundo irreal.
Nurit Martínez evidencia la impostura del subsecretario: “Apenas el pasado 10 de agosto, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, consideró como “ideas” que no tienen sustento científico la información de que existe un incremento en el número de menores de edad en la pandemia”. Y para confirmar que el subsecretario se reafirma en su dicho, destaca lo siguiente: “Ayer, en su intervención ante la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez, los gobernadores y representantes de las 32 entidades, el subsecretario dijo que la vacunación en menores de edad “no es un objetivo de salud pública trascendente desde el punto de vista poblacional”, dado que la cifra de niños con enfermedad grave hasta ahora es de 0.004 por ciento… Señaló que en la vacunación en menores de edad “no existe demostración o ni siquiera indicios, planteamientos técnicos en la comunidad de salud, pública global o nacional, que sugiera que vacunarlos es necesario para un control epidémico”. (Nurit Martínez, El Sol de México, viernes 20 de agosto de 2021). ¿Así o más claro? Para el subsecretario no tiene la mayor importancia el que se mueran mil o dos mil estudiantes, porque en términos porcentuales representarían muy poco si lo relacionamos con la la cantidad total de estudiantes a nivel nacional, que es de 36 millones 518 mil 712 estudiantes, desde el preescolar hasta el nivel superior.
Queda claro que para AMLO, el equipo de la 4T y Morena, son más importantes los intereses económicos del empresariado nacional que la vida de los estudiantes mexicanos.
No queda otro camino que la protesta nacional para evitar que se consume el homicidio social que pretende AMLO y el equipo de Palacio Nacional.
Los antorchistas de todo el país debemos elevar nuestra más enérgica protesta contra el regreso a clases sin vacuna. Y respaldar el esfuerzo que hace la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” (FNERRR) exigiendo la vacuna de todos los estudiantes mexicanos, como condición para el retorno seguro a clases presenciales.
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