El papel de los grandes artistas ha sido siempre plantear y exhibir en sus obras los grandes problemas universales a partir de casos particulares artísticamente tejidos para despertar una reacción en su público. Los verdaderos artistas consiguen esto aun sin proponérselo, como veremos en las obras de estos grandes dramaturgos presentes en esta muestra y en muchos otros artistas. Es tarea de los pueblos organizados y educados resolver esos grandes problemas y otros que les afecten.

De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre Hábitos y Consumo Culturales, realizado en 2020 por la UNAM, antes de la pandemia sólo el 23% de los mexicanos encuestados (gente con acceso a internet y por lo menos nueve años de escolaridad) respondió que ir al teatro era una de las tres actividades culturales que realizaba en su tiempo libre (las tres preferidas por la mayoría fueron ir al cine, a museos y conciertos).

Es decir, pues, que son muy pocos han interactuado con el teatro y en general muchos mexicanos no conocen de esta riqueza, no han escuchado, leído o presenciado las grandes historias que alberga nuestro país y no han logrado conocer a través del teatro e incluso del cine, el mundo que los rodea. Una parte de ello se debe a que la cultura y las artes en nuestro país no son impulsadas ni apoyadas, por lo que se han elitizado, es decir, las grandes industrias del entretenimiento han colaborado para mostrarnos una visión del mundo más frívola, superficial e individualista; sin un enfoque humanista que fomente la sensibilidad, la solidaridad y el desarrollo del ser humano.

Con el actual gobierno morenista, ha aprobado en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2022, los recursos destinados para la cultura, apenas es de un 3.6%, si bien es cierto que aumenta, pero que casi la mitad del recurso será destinado sólo para al proyecto del Bosque de Chapultepec, otra de las obras emblemáticas de la 4T. Pero como siempre dejando de lado otros lugares donde también sucedieron hechos históricos, que también requieren apoyos económicos, pero, además, como mencione anteriormente que la cultura y las artes no son impulsadas, ni desarrolladas en nuestro país, mismo que con ello se contribuiría al engrandecimiento cultural de nuestro país.

Según el diario “El Economista”, el 44.9% del recurso señalado, se destinará al Sector Central y al Proyecto del Bosque de Chapultepec; el 26.6% al INAH; el 22.14% al IBAL, y el 6.26% a otros. Así es como quedó la propuesta del presupuesto a la cultura para el 2022. Es decir, menos inversión en investigaciones al patrimonio cultural de México, menos apoyo a la música popular y regional mexicana, al teatro y a los bailes folclóricos.

El derecho a la cultura, es uno de los derechos humanos menos estudiados actualmente, a pesar de estar amparados dentro de los derechos constitucionales. Para el Movimiento Antorchista llevar arte y cultura hasta los rincones más remotos de nuestro país, ha sido una tarea que se ha planteado desde hace años, no solamente llevar arte, sino que también se practiquen las bellas artes como la danza, el baile, la música, el teatro, la oratoria, el objetivo es que el pueblo practique estas bellas artes y que con ello se sensibilice y entienda que su realidad puede ser transformada, que las condiciones en las que se encuentran son causados en mayor o menor medida por los gobernantes en turno, quienes han provocado esta gran carencia y mantiene a los pueblos sumidos en el abandono.

En el Movimiento Antorchista se sabe de la importancia de que el pueblo conozca el arte y la cultura de México y el mundo. Una de las herramientas principales para ayudar a cultivar nuestra mente y espíritu es el teatro, razón que Antorcha conoce y ha trabajado para que dicha herramienta llegue a todo el pueblo, no solo a unos cuantos que se han encargado de utilizarla como símbolo de estatus. De tal forma que impulsar el arte es vital, por eso es que, en su vigésimo primera Muestra Nacional de Teatro, Antorcha busca inculcar en las personas la conciencia y la idea de que la cultura es para todos, y con ello ayudando a crecer, desarrollar y encender el deseo de un cambio verdadero en nuestra sociedad.