Según los datos del Índice Nacional de Precios y Cotizaciones del INEGI, la inflación que se reportó en el mes de julio en el país es la mayor en los últimos 22 años, y los estados del Sureste son de los que mayor inflación presentan, además de que, según análisis elaborados por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en general, son los más pobres los que se ven más afectados por ella.
Durante julio de 2022, la inflación en el país alcanzó 8.15% respecto al año previo, pero los datos de julio revelan características que la hacen singularmente grave en el proceso inflacionario que vive el país:
El alza de precios en el mercado se da principalmente en los productos de la canasta básica, los del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC) del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ya que en alimentos, bebidas y tabaco fue de 12.09%, en frutas y verduras de 16.16%, y en productos pecuarios de 15.96%.
La inflación alcanza su mayor nivel desde diciembre de 2000, cuando fue de 8.96%.
Acumuló 9 meses consecutivos con un nivel superior al 7%.
Ha superado por más de 3 puntos porcentuales el rango establecido como meta por el Banco de México (Banxico), que era de 3% +/- 1%, y eso motivó el incremento en las tasas de interés, con lo que Banxico busca abatir la demanda agregada, para disminuir la inflación, medida que golpea a los consumidores más pobres, pues significa reducir el consumo, es decir, comer menos.
Todos los estados vieron incremento en la inflación en julio, pero Campeche se colocó en segundo lugar nacional de inflación, con 9.7%, Chiapas cuarto lugar con 9.4, Yucatán catorceavo con 8.6%, y solo Quintana Roo y Tabasco presentan inflación por debajo de la media nacional, con 7.8% y 7.4% respectivamente.
El análisis elaborado por el IMCO, revela que la inflación desde agosto de 2021 no golpea igual a todas las familias, sino que ha sido mayor para los hogares de menores ingresos. Desde entonces, también se ha ampliado la brecha entre el incremento en costos para hogares de bajos y altos ingresos.
Para los hogares de mayores recursos, que se encuentran en el décimo decil de ingresos y perciben en promedio más de 50 mil pesos al mes, la inflación en los precios de la canasta de consumo fue de 8.05%, mientras que para los hogares de bajos ingresos, de alrededor de tres mil pesos al mes, el incremento es de 10.26%; la diferencia entre ambos grupos es de más de 2 puntos porcentuales.
Esto quiere decir que el PACIC, no solo no ha logrado contener el alza de precios, sino que son precisamente los productos del mismo, los alimentos básicos, los que han alcanzado cifras récord, y estos incrementos afectan más a quienes asignan una mayor proporción del gasto a esos productos: los hogares con menos recursos, que son los que van a tener que apretarse aún más el cinturón. Lo más grave es que no hay ningún indicador de que la escalada de precios se revierta o desacelere en los próximos meses, sino al contrario.
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