El Metro es uno de los transportes más importantes en la Ciudad de México, pues al día más de cinco millones de capitalinos y personas que vienen del Estado de México, a laborar en la ciudad, lo utilizan. Al ser este un transporte popular que beneficia a tantos capitalinos todos nos imaginaríamos que debería ser uno de los más cuidados, pues de su buen funcionamiento depende la seguridad de la población.
Sin embargo, más allá de generar seguridad, protección y eficacia, el transporte en la CDMX genera pánico, miedo y dolor porque si no es por la inseguridad que ese padece en él con tanto truhan suelto imparable, porque parece que las autoridades están coludidas con estas bandas del crimen organizado que despojan a pasajeros de sus pertenencias sin que haya poder humano que lo evite, hasta los accidentes que con Sheinbaum se han recrudecido, pues cuatro de los más graves que han sucedido a los largo de su historia en el Metro se han dado precisamente en este gobierno que tiene al frente a la regenta Claudia.
Es imposible no criticar la actitud de la jefa de Gobierno, quien está al frente de este cargo no de adorno sino para cumplir todas las promesas que hizo en campaña, que no son más que sus obligaciones pues ella maneja los recursos que todos los capitalinos aportamos a las arcas de la tesorería de la ciudad y que deberían ser destinados para mejorar el transporte.
Pero ¿qué vemos?, una jefa de Gobierno ausente, interesada solo en su anticipada campaña política, preocupada por su imagen, por viajar a muchos estados de la república para promocionarse hablando maravillas de la ciudad y cómo ésta ha avanzado gracias a su gestión, cuando todos sabemos que, desde el inicio de su gobierno, la calidad de vida de los capitalinos ha ido en declive pues se ha incrementado la inseguridad, la pobreza y los accidentes en el Metro.
No por nada a la señora la sorprendió la noticia de otro accidente en el Metro por las tierras michoacanas y ¿qué andaba haciendo la señora en Michoacán?, a ella no se le paga para que ande en Michoacán, sino para que esté en la ciudad resolviendo los problemas que se presenten o previniéndolos cómo debería de ser, en vez de andar luciéndose, motivo por el cual, cómo era de esperarse, llegó tres horas después al lugar del accidente en la línea 3 en el que perdió la vida una joven estudiante de la UNAM.
La incapacidad y cerrazón de la señora Sheinbaum y de Morena, su partido, viene cobrando vidas en el Metro, pues como olvidarnos del trágico accidente de la Línea 12 en el que perdieron la vida 26 humildes personas que retornaban a su hogar después de sus trabajos.
Y la señora podrá decir misa, pero la realidad lo dice todo, en vez de aplicar los recursos para dar mantenimiento efectivo a las líneas del Metro los han ido escaseando y seguro se están yendo a su campaña anticipada. La señora aseguró un aumento de 15 mil 600 millones de pesos a 19 mil 647 millones para este 2023.
Esto es falso, pues todos nos enteramos, hace unas semanas, de que en el Congreso de la Ciudad el presupuesto al Metro se aprobó en 18 mil 800 millones de pesos.
En 2018, el presupuesto al Metro fue de 17 mil 500 millones de pesos y durante la administración de Sheinbaum se ha reducido año con año. Así se llegó a un mínimo histórico de 14 mil 200 millones de pesos en 2020.
El recurso para 2023, por 18 mil 800 millones de pesos no debe verse como un aumento, pues tiene que considerarse la inflación descontrolada y cercana al 8 por ciento, por lo que en términos reales el Metro hoy cuenta con mucho menos recursos que al inicio de este gobierno.
El Metro de la Ciudad de México ya cumplió su vida útil y necesita mantenimiento profundo y eficaz pues la desatención y la política de austeridad aplicada desde Palacio Nacional con López Obrador a su cabeza, a quien por cierto Claudia Sheinbaum sigue con lealtad a ciegas, están matando a los capitalinos más pobres.
Hoy, la percepción de la ciudadanía es de miedo ante el gobierno de Sheinbaum, tanto en el metro como en las calles de la CDMX por la inseguridad desbordada o por los graves accidentes, y todo porque a Claudia Sheinbaum no le importa asumir la responsabilidad del gobierno que le fue entregado en julio de 2018 por estar en campaña, pero si tanto le preocupa su campaña pues que se vaya a hacerla y deje el lugar a alguien que sí este capacitado para resolver los problemas.
Aunque se haga la víctima, que se cree en su cabeza teorías conspirativas y sabotajes para sentirse menos culpable, eso no la exime de su culpa. Urge que Claudia Sheinbaum ponga manos a la obra y un freno a la serie de accidentes que se están dando en el Metro, para esto necesita ponerse a trabajar en serio, quienes habitamos esta ciudad lo demandamos pues la irresponsabilidad e ineptitud de los gobernantes matan, y los ciudadanos lo pagamos muy caro.
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