¡Justicia!, eso es lo que solicitamos los antorchistas a las autoridades de la fiscalía del estado de Guerrero, a la gubernatura del mismo estado y a la federación, a través de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, a cuya titular, Rosa Icela Rodríguez Velázquez el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, designó hace un año para que se le diera seguimiento puntual al pedimento de justicia del Movimiento Antorchista Nacional.
El 12 de abril de 2023 fueron brutalmente asesinados nuestros compañeros Conrado Hernández, Mercedes Martínez y su pequeño hijo, que no cumplía aún seis años, Vladimir Hernández Martínez. Desde entonces, hasta la fecha, la fiscalía no tiene resultados. Los antorchistas no podemos permitir que la violencia se institucionalice, se haga algo “normal”, es decir, que se delinca en México y no pase nada, como sucede hoy en Guerrero.
Lo más grave que le puede pasar a una sociedad es que se insensibilice al grado de llevarnos al nivel de la barbarie
Lo más grave que le puede pasar a una sociedad es que se insensibilice al grado de llevarnos al nivel de la barbarie, pues no cabe ninguna duda que matar a un menor asfixiado frente a sus padres no tiene nombre y es un acto de barbarie. Los animales operan sobre la base de la supervivencia y matan agresivamente para comer; sin embargo, cómo se explica que el ser humano mate brutalmente a un niño inocente sin que la razón sea la supervivencia pues no se trata de los alimentos de quien cometió este acto brutal.
En el evento de protesta realizado por el Movimiento Antorchista Nacional en Guerrero el pasado domingo 14 de abril, en su discurso principal el vocero de nuestra organización, el ingeniero Homero Aguirre Enríquez, puso de relieve con claridad lo que pasa en aquel estado: según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, se cometieron, en el 2023, mil 688 homicidios dolosos. “A través de la solicitud 120203124000021 realizada a través de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) la Vicefiscalía de Investigación reveló que en todo el año abrió 1,171 carpetas de investigación por el delito de homicidio doloso, no obstante, de ellas sólo 12 investigaciones fueron judicializadas con detenido.
Lo más alarmante de la situación es que en todo el 2023 la Fiscalía no logró esclarecer ni una sola investigación abierta, registrando cero sentencias condenatorias, lo que habla de una impunidad del 100% en este delito” (infobae, Anayeli Tapia Sandoval 21 de febrero de 2024). O bien, hay una gran ineficiencia del sistema de procuración de justicia en el Estado de Guerrero, o bien, lo grave sería que hubiera corrupción y visos de complicidad que derivaría en una impunidad premeditada, que sería el peor y más delicado de los escenarios posibles.
La hermana de Mercedes, la compañera Adelina, en su discurso dijo algo fundamental: “el Movimiento Antorchista no cesará en sus acciones de protesta y exigencia de justicia”, es decir, serán ejercidos nuestros derechos constitucionales de manera tenaz hasta que las autoridades correspondientes hagan justicia conforme a sus obligaciones, también constitucionales. Muchos familiares desisten de sus quejas, sepultan su dolor con sus muertos y no hacen más para que las cosas cambien; sin embargo, los antorchistas no podemos, por principio, dejar que las cosas permanezcan intactas, que las cosas no se modifiquen y, peor aún, la inacción sería una grave traición, primero, a nuestros compañeros y su pequeño hijo, pero, también, a la humanidad en su conjunto, pues no podemos avalar que entre los humanos se permitan tan terribles atrocidades. Por eso no podemos quedarnos callados sin decir algo, debemos elevar la voz y clamar justicia.
En su discurso, el pequeño Diego, compañero de Vladimir, entre otras cosas, dijo: “Vladi no cumplía aún seis años, pero ya, con su inocencia, daba sobradas muestras de bondad y empeño en sus labores. Su tierna mirada, su risa espontánea y las muestras de cariño que a todos prodigaba, anunciaban al futuro hombre de carácter firme y comprometido con las causas más nobles que hacen gigantes a los hombres. Su capacidad de darse a los demás, para juntos crear un mundo donde reine la justicia y la felicidad entre los hombres. El 12 de abril, cumplió un año de su desaparición física, pero el ejemplo de congruencia de sus padres, y de bondad y de alegría de nuestro compañerito, pervive y se fortalece con cada abuso que los poderosos cometen contra el pueblo”.
En este sombrío mar de sangre, de muerte y de injusticias, hay luces como escuchar la voz valiente y decidida de Diego, que transmiten esperanza y que, para detener la bondad y la construcción de un mundo mejor, deberían matar a todos los que pensamos que un mundo mejor es posible. Como no somos pocos, no alcanzan las balas para ello. Así que debemos seguir luchando por la construcción de ese mundo mejor para la humanidad en la que no haya motivo para matar a nadie, en la que la niñez mexicana salga a las calles con la tranquilidad de que no le van a estrangular, a secuestrar, a violar o desaparecer.
Necesitamos unir nuestros esfuerzos para la construcción de ese mundo donde no se vea el hombre como enemigo de sí mismo; sino, hermano suyo. Debemos, pues, construir una sociedad colectiva, basada en los intereses comunes, donde la diversidad forme parte de la unidad necesaria, como sucede en la naturaleza; debemos, a la vez, combatir enérgicamente el interés egoísta, individualista, que destruye a nuestra nación y a los pueblos del mundo; interés que impulsa el sistema capitalista que requiere hacerse con el trabajo ajeno de otros para su enriquecimiento.
Debemos, pues, educarnos y organizarnos para acabar con la contradicción fundamental del capitalismo: “la producción tiene un carácter social y la distribución un carácter privado”. Esta condición lleva a los individuos a actuar en la idea de enriquecerse a costa de cualquier cosa al grado de matar a otros brutalmente a cambio de unas monedas, sin que medie ningún interés superior ni mucho menos.
No descansaremos hasta que se haga justicia a nuestros mártires quienes deberían estar físicamente con nosotros, pero están presentes como parte de nuestras causas y mientras haya un antorchista vivo, estarán levantadas nuestras banderas y la bandera común, en este caso, estará en lo alto: ¡Exigimos justicia!
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