La caza de brujas narrada por Silvia Federici en su libro "Calibán y la bruja" es un relato detallado y escalofriante sobre la persecución y el asesinato de miles de mujeres acusadas de brujería en Europa durante los siglos XVI y XVII. Según Federici, la caza de brujas fue un fenómeno histórico que estuvo relacionado con la consolidación del capitalismo y la transición del feudalismo al capitalismo en Europa; se trató de una vía de control de las mujeres, especialmente de aquellas que desafiaban las normas de la época. Por otro lado, sirvió para afianzar la disciplina laboral en el emergente sistema económico.
Federici sostiene que fue un ataque directo a la autonomía de las mujeres y a su capacidad de controlar sus vidas. Las mujeres eran acusadas de brujería y sometidas a torturas extremadamente crueles para obtener confesiones que, por lo regular, eran falsas. La mayoría de las mujeres acusadas eran pobres, ancianas o marginadas, y la caza de brujas se utilizó para controlar y disciplinar a las mujeres que no se ajustaban a los roles de género tradicionales.
Es terrorífica la violencia y la tortura de mujeres que se infringía en contra de las mujeres. Federici da cuenta de la forma en que eran torturadas, acusadas de brujería, hasta que finalmente proporcionaban confesiones, generalmente falsas. En muchos casos, las mujeres eran sometidas a la prueba del agua, que consistía en atarlas y arrojarlas al agua para ver si flotaban. Si flotaban, se les consideraba poseídas por el diablo y eran condenadas a muerte.
Federici realiza un minucioso rastreo de la caza de brujas en Europa; examina diversos autores y autoras que han abordado el tema, así como los registros relacionado con este cruel evento que abarcó alrededor de dos siglos de torturas y muertes sistemáticas hacia las mujeres. Por las revelaciones que hace Federici, su obra es altamente valorada, además de ser una clara explicación de la construcción de estereotipos en contra de las mujeres a lo largo de la historia.
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