MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La coartada del INVI sobre el corporativismo

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¿Estará consciente la titular del INVI del gobierno del estado, sobre algunos eslóganes que defiende?: ¡no mentir, no robar, no traicionar! Me parece que no. La ex presidenta estatal del Organismo Nacional de Mujeres Priistas (Onmpri), Lic. Fernanda Villarreal González, hoy funcionaria pública del gobierno morenista se pasa este eslogan por “el arco del triunfo”. Veamos. A raíz de que intensificamos la exigencia de atención y solución  a familias  humildes del estado, organizadas en el  Movimiento Antorchista de Baja California Sur, desde el pasado 8 de febrero de los corrientes -por peticiones que desde el inicio de la administración entregamos ante el gobierno que encabeza Víctor Manuel Castro Cosío-, la funcionaria se ha dedicado a atacarnos, mintiendo, tergiversando, ofendiendo, ninguneando a todos los que nos hemos atrevido a alzar la voz pidiendo solución a la problemática de vivienda en el estado.

Al no encontrar eco para construir una alternativa para 600 familias de La Paz y de Los Cabos, decidimos hacer uso constitucional de la protesta pública consagrado en el artículo 6º.  En respuesta y utilizando los medios y el poder que ostenta como funcionaria, se puso a tergiversar el objetivo de las peticiones y manifestaciones, ahora haciéndose la víctima.

En una entrevista del sistema estatal de radio y televisión del gobierno del estado dice: “que va a hacer un número determinado de viviendas y que no puede darles a organizaciones políticas”, que no puede pasar por alto a la gente que ha ido organizadamente y que se le ha hecho un estudio socioeconómico”, “que no puede entregar de manera corporativa”, “que no puede entregarle cuentas a ninguna organización” y que no es necesario que existan “intermediarios”. Que tal pareciera que se está lucrando con el dolor de la gente para hacer “politiquería”. Amén de todo un batiburrillo de cosas, lo que hace es denostar y tergiversar lo genuino del reclamo a su dependencia. Pero, la funcionaria referida ni siquiera es original en sus planteamientos, el de “no trato con organizaciones” es desde hace muchos años de los gobiernos panistas hoy implementado y “revolcado” por ella misma.

Desde mi humilde opinión, amable lector, para poder comprender lo que es el corporativismo mexicano primero hay que comprender por partes el significado, el origen y en qué consiste el corporativismo. El corporativismo puede tomarse como una forma de organización social, política y económica de tipo colectivista, donde las unidades de decisión son corporaciones y no personas, asimismo es una doctrina que justifica la organización del sistema económico por medio de asociaciones de trabajadores, empresarios, profesionales, etcétera, subordinados de algún modo al poder político que integrarían.

Ahora sabemos que el corporativismo es una doctrina, sin embargo ¿de dónde viene la palabra?, ¿cuál es su origen histórico y etimológico? Los romanos tenían ya el término collegium para referirse a cualquier género de agrupación, empezando por los mismos colegios sacerdotales. Sin embargo, encontramos en alguna inscripción el término corporatus para referirse al miembro de una corporación, colegio o cofradía. Es el participio pasado del verbo corporare, que significa las más de las veces dar o tomar un cuerpo, formarse. Eso es señal de que en el latín vulgar relegaron la idea de recoger o juntar a la que se refiere el collegium del latín culto, para pasarse a la imagen del cuerpo, una metáfora sin duda más sugerente. Conocieron el adjetivo corporativus, pero con el significado de fortificante, que da cuerpo o hace por el cuerpo. Asimismo, el sustantivo corporatio también lo emplearon, pero con el significado de naturaleza corporal. Nada que ver por tanto con la corporación y lo corporativo, que tienen ya plena entidad en la edad media.

Partiendo pues de la corporación, que de hecho se refiere a la formación de un cuerpo, se pasa al adjetivo corporativo, que es todo aquello que tiene que ver con la corporación; y de ahí, con la desinencia –ismo propio de doctrinas, tendencias y sistemas, pasamos al corporativismo, que es el espíritu de cuerpo, esa actitud de defensa a ultranza de todo aquel o aquello que tenga que ver con la corporación. Esta actitud se entiende porque históricamente las corporaciones profesionales, luego llamadas también gremios, hermandades o colegios, tenían el monopolio de su respectivo ámbito y lo defendían a ultranza. Los inicios del corporativismo se remontan a la época de la sociedad feudal, hacia el año de 1100 hasta aproximadamente el año de 1300, cuyo antecedente es la revolución burguesa. Los sistemas corporativos más representativos a través de la historia fueron el régimen fascista de Mussolini, el régimen francés con la Organización Corporativista Estatal de Francia, creada por el Mariscal Petain; el régimen alemán, con el nacionalismo de Hitler, el régimen español con la Organización Corporativa Nacional de España (que se convirtió en la Central Nacional Sindicalista), y el régimen portugués de Salazar.

En México se le ha llamado corporativismo desde el tiempo en el que se creó el PNR (Partido Nacional Revolucionario), en 1929, y este sistema implantado en México desde esta fecha ha tenido características asociadas al corporativismo tales como el clientelismo y la corrupción. En strictu sensu el que posteriormente se convirtió en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) estableció una dominación corporativista sobre el Estado, cuyo objetivo fundamental era el control de las elecciones mediante las corporaciones que dependían de él. El PRI, cooptó y controló desde su creación al sector obrero, campesino y popular de la sociedad civil organizada (limitando su participación social y política, para asegurarse el control político, dejando al país marcado con algunas características consideradas como antidemocráticas.

Tendría que preguntarse la Lic. Fernanda Villareal ¿no estará ella sí incurriendo en “corporativismo” al visitar la casa particular de una simpatizante de Morena en la colonia Pasión?, misma que fue convocada en redes sociales para que asistieran sus vecinos “con la promesa” de que recibiría solicitudes de apoyos de vivienda a cambio de apoyar los proyectos de AMLO. “Para concluir este tema del corporativismo, ¿estaremos sin saberlo, en una transición de un corporativismo social a un corporativismo estatal?”.

Por último, señalaré que ese doble discurso de la titular del INVI, que por una parte dice que si va a apoyar y resolver y por otra utiliza el poder que tiene como funcionaria para atacar y difamar caerá tarde que temprano por su propio peso.  Pues, es insostenible que diga que están para atender el pueblo, que primero los pobres y en los hechos estén pisoteando los derechos constitucionales 6, 8 y 9. Y que diga que cuidará los intereses de sus gobernados cuando en realidad no lo hace. Lo absurdo en su retórica, es decir que impulsan una cuarta transformación que no mienten ni traicionan, pero en los hechos atacan al pueblo y a los movimientos sociales los acusa de corporativistas. Si de lo que acusa al pueblo organizado no se corresponde con la realidad será una vulgar ideología morenista que fue introducida a ultranza para consagrar al presidente y su partido como los herederos de una revolución, cuando son justamente lo contrario; son los actuales sirvientes de la burguesía nacional. En México, el poder político y económico lo tiene Morena, y si en BCS, también seguirán haciendo uso faccioso de las instituciones para atacar a quienes piensen diferente con el fin de perpetuarse en el poder. Nos tendremos que disponer a desenmascarar con la fuerza del pueblo organizado y con todo lo que esté a nuestro alcance dentro del marco de la ley. Que no quepa duda.

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