En los años anteriores a la Revolución Mexicana, cuyo inicio los historiadores han fijado en 1910, las condiciones de existencia del pueblo mexicano eran aterradoras: en el campo y en las ciudades la gente apenas sobrevivía con lo indispensable, en una existencia muy parecida a la de los esclavos de tiempos más antiguos. Era la época del feudalismo mexicano a cuya cabeza se encontraba el general Porfirio Díaz.
En el país había entonces una importante producción industrial capitalista, pero la burguesía, aunque contaba ya con un enorme poder económico, no tenía el poder político. Había llegado la hora de tomar ese poder. Para ello, fue necesario que los representantes de esa burguesía buscaran aliados, que resultaron ser los mismos que siempre ofrendan su sangre en los conflictos sociales: los campesinos y obreros; la promesa fue que todos alcanzarían mejores condiciones de vida. Los líderes del pueblo, los que encabezaron las reivindicaciones de los pobres, fueron Francisco Villa y Emiliano Zapata.
Así planteada la alianza, el pueblo se lanzó a la revolución; la lucha fue brutal, sangrienta, destructora, perdiendo la vida alrededor de un millón de gentes del pueblo. Por fin, en 1917, ya definida la victoria a favor de la burguesía, se elaboró la Constitución que desde entonces es nuestra carta magna, misma que vio la luz, el 5 de febrero de ese año.
De esa Constitución, formada por 136 artícu son tres los que resumen las banderas de lucha de los pobres: el tercero, la educación pública; el 27, la tenencia de la tierra; y el 123, los derechos de los trabajadores. a lo largo de estos 104 años, todos han sufrido los más diversos cambios, pero siguen siendo las metas y las banderas de lucha de obreros, campesinos, estudiantes, y de todo el pueblo en general.
En el aspecto educativo, considero necesario señalar algo más.
A inicios del siglo XX, ya con diversos esfuerzos iniciados en la segunda mitad del siglo XIX, primero con Benito Juárez y después con Porfirio Díaz, había escuelas que ahora llamamos de nivel básico, pero circunscritas a algunas ciudades, sobre todo en las capitales de los estados, y a las que sólo podían asistir niños y jóvenes de buen nivel económico. Pero en el campo, en donde vivía en esos años cerca del 70 por ciento de la población, no se conocían las escuelas, viviendo la gente en completo analfabetismo. No sólo analfabetas, sino con cabezas llenas de dogmas y pensamientos primitivos, producto de una existencia ajena por completo al conocimiento de las letras.
Por eso el surgimiento de la secretaría de educación pública, en 1921, como un paso consecuente del Artículo 3° de la Constitución, fue como el nacimiento de un nuevo tiempo para los pobres. Esta institución, al mando del licenciado José Vasconce organizó la alfabetización del pueblo. Impulsó una gran campaña para llevar literatura, ciencia, técnica y conocimientos diversos a las clases trabajadoras; también propició la formación de los primeros maestros del pueblo.
El gran problema fue, y sigue siendo, que la clase trabajadora, con necesidades distintas a las de las clases acomodadas, no ha tenido líderes propios, líderes surgidos de entre esa misma clase social, como lo fueron Zapata y Villa, ambos asesinados recién terminó la revolución, Zapata en 1919 y Villa en 1923.
A eso se debe que, aunque este año se cumplan cien años de existencia de la Secretaría de Educación Pública, faltan escuelas, faltan equipos tecnológicos, faltan maestros, los salarios son injustos, la preparación docente es insuficiente, la cultura del pueblo ha avanzado muy poco, y nuestro nivel cultural sigue siendo bajo. Todo esto tiene sin cuidado a los gobernantes.
En este mes en que la Constitución cumple 104 años, recordamos el heroísmo del pueblo, pero también recordamos que la justicia social aún no ha llegado a las comunidades, y en lo educativo, no se ha invertido lo suficiente. Esa es una deuda histórica que no debemos olvidar.
PD: Decenas de maestros del estado de Puebla llevan más de siete meses laborando sin que el gobierno acepte recontratarlos. Me uno a la protesta contra esta injusticia.
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