MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La crisis de alimentos afecta más a los pobres de nuestra patria

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Los mexicanos, cada día, testificamos el alza terrorífica de los productos que forman la base de nuestra alimentación; son productos imprescindibles que la mayoría de los mexicanos requerimos en la mesa diariamente, todos provenientes de la actividad agropecuaria primaria, mismos que se encarecen de manera sorprendente, y ya difícilmente estarán suficientemente en los hogares para el consumo, como las tortillas, el huevo, la carne, el frijol, el aceite y en general todo tipo de frutas y verduras. 

En la mañana del 4 de mayo del presente año, el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, anunció en la mañanera un plan estratégico para contrarrestar los efectos de la inflación. Dicho plan consistió en una serie de medidas que pretendían en esencia, controlar los precios y garantizar que los productos de la canasta básica de alimentos tuviesen un precio justo. Con ello, según el presidente, frenaría la inflación y la carestía que afecta a nuestro país. En aquel entonces, los analistas y conocedores del tema aseguraron que dicho plan no serviría de nada, pues estaba soportado por el control de la oferta, por el aumento de la producción y combinado con un precio tope en ciertos artículos de la canasta básica. Haciendo de lado las leyes con las que se desenvuelve el mercado en el sistema imperante en México, el presidente anunció que su gobierno había llegado a un acuerdo con los empresarios para que no aplicaran ningún incremento a los productos básicos en un plazo de 4 meses. Sin embargo, se sabe y el tiempo lo ha comprobado, ningún empresario por muy patriota que sea está dispuesto a sacrificar sus ganancias para que el pueblo trabajador no sufra de hambre. En esa misma fecha, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, anunció que la medida principal del plan era garantizar el precio de 24 productos de la canasta básica y recomendó aumentar la producción de granos, principalmente de maíz y frijol. 

Efectivamente, tuvieron razón los analistas, dicho plan no iba a funcionar y no funcionó. Han transcurrido dos meses y prácticamente todas las mercancías han incrementado de precio, incluyendo los 24 productos del plan presidencial. La realidad se impone. En Acapulco, Guerrero el precio del kilogramo de tortilla ha llegado a los 29 pesos, (el sur de acapulco, 29 de julio), el gremio tortillero argumenta con razón, que el alto costo de los insumos, como el gas, la luz y el maíz los obliga a aumentar el precio a su producto. En pocos días, en los mercados de Chilpancingo, el casillero de huevo pasó de 70 a 90 pesos; un pollo de tamaño mediano que costaba 120 ahora se vende en 180 y 200 pesos, el kilo de carne de res que se vendía en 150 ahora se adquiere en 180 pesos, y el bistec arriba de los 200 pesos; la cebolla, el jitomate, el chile verde, la papa, los frijoles en los últimos dos meses han sufrido un incremento del 70, 80 y hasta el 100% de sus precios. Es común escuchar las quejas de las personas de la carestía de la vida, en efecto, una familia de 4 miembros consume aproximadamente dos kilos de maíz diario, solo en eso, representa 392 pesos por semana. 

La mala conducción política del gobierno Morenista en materia agropecuaria para la producción de alimentos, la eliminación de programas e incentivos para el sector pecuario y cero apoyos para los pequeños productores agrícolas, está empeorando la crisis alimentaria en nuestro país, y se pondrá peor si le agregamos las condiciones climáticas y la falta de agua para la agricultura. Otro factor que tiene que ver en el gobierno de la 4T es la ausencia de un plan hídrico que se refleja en la falta de mejoramiento de la infraestructura y dejar en manos de particulares el control y distribución del agua por medio de las concesiones. Según la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura, se necesitan 5 mil litros de agua para producir un kilo de arroz o carne; 2 mil litros para un kilo de frijol y 300 para un kilo de jitomate o cebolla. En nuestro país, cada vez son más recurrentes las crisis por la falta de este elemental líquido para el consumo humano. El panorama para los guerrerenses no es nada fácil, pues en la presente administración federal, a pesar de los discursos, la producción de alimentos básicos no es una prioridad, .  

A los trabajadores de México no nos queda otro recurso que exigir al gobierno acciones efectivas para mitigar los efectos de la inflación y no buenas intenciones que quedan en papel. Por ejemplo, medidas enérgicas que controlen los monopolios y especuladores que sangran los bolsillos de los consumidores, orientar el apoyo y el gasto social los sectores vulnerables, así como restituir y vigilar el presupuesto recortado a la Secretaria de Agricultura, en lugar de repartir efectivo pues de esa forma no genera riqueza sino que se va directamente al consumo y es usado para compra conciencias para inclinar las votaciones a favor de los candidatos morenistas. Esas y otras acciones debemos exigir al gobierno morenista de manera unida y organizada. 
 

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