Este escrito está dirigido en especial para mis compañeros colonos y campesinos antorchistas de diversas localidades, municipios y estados que conforman nuestro querido México.
Con el Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2022, vemos que nos esperan tiempos difíciles, pues no se manifiestan mejoras en los principales rubros que preocupan, como es en el caso de la educación, salud, vivienda, el campo, etc. Solo nos espera pagar más impuestos.
La realidad de las cosas en las condiciones en la que vivimos (pobreza e injusticias), eso sí están a la orden del día. A pesar de que somos un país productivo, pues ocupamos el lugar número 14 a nivel mundial de las economías del mundo, aun así, somos el país más desigual.
La pandemia vino a poner al descubierto, además ayudó a empeorar la desigualdad e incrementó aún más la pobreza, pero no por ello surgen esas desgracias, anteriormente ya existían, solo que veladas. Pero debido a la crisis sanitaria, se dificultaron los problemas, sobre todo para los más desprotegidos y débiles de siempre; en contraparte los dueños del gran capital, me refiero a la gran burguesía, los dueños de esas grandes fortunas, no perdieron ni perderán nada; al contrario, aumentaron su riqueza, pues es hoy mayor que al inicio de la pandemia, este es el famoso sistema social en la que vivimos en la actualidad: el neoliberalismo.
Según la Jornada “Un grupo de 13 empresarios mexicanos, con Carlos Slim Helú y su familia a la cabeza, aumentó su fortuna a 136 mil 300 millones de dólares en 2021, cantidad que superó 35 por ciento la que tuvieron un año antes. El disparo en la riqueza ocurrió en un periodo en que la economía mexicana resintió la mayor contracción en nueve décadas, con una caída de 8.5 por ciento, y se elevaron los niveles de desempleo y pobreza en el país a causa de la crisis por la pandemia de Covid-19.”
Este dato, tomado de la última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, si bien es un concepto distinto (ingreso no es lo mismo que fortuna), refleja la gran desigualdad que hay en México. “Los muy, muy ricos se volvieron mucho, mucho más ricos”, dijo el presidente de contenido de Forbes, Randall Lane.
Pero, además, el caso es aún más sorprendente, porque el presidente López Obrador, ya abolió por decreto el neoliberalismo, es decir con un simple discurso, así sin más ni más.
Y en sus mañaneras repite una y otra vez que su gobierno trabaja principalmente para los más pobres, aunque la realidad sea el contraste del discurso, pues he aquí los primeros afectados en todo, cómo siempre en este sentido es la gente más humilde y tiene su explicación en la injusta y equitativa distribución de la riqueza nacional.
Es ahí la importancia de seguir organizándonos, pero además estar unidos; tarea tan difícil pero no imposible. Sólo la fuerza organizada y consciente del pueblo puede cambiar las cosas de tal naturaleza; sólo ella puede exigir al gobierno que resuelva sus intereses con mayor equidad social.
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