A más de un año de la pandemia de covid-19 en México, uno de los sectores de la población más vulnerable y menos atendido es el de los niños y jóvenes menores de 18 años, quienes tuvieron que dejar la escuela a causas de la covid-19 y otros forzados por la necesidad tuvieron que ingresar al campo laboral, ahora la mayoría deberá regresar a las aulas sin ser vacunados. Más de 36 millones de estudiantes de educación básica y media superior dejaron de asistir a clases de forma presencial, como consecuencia de la pandemia que sufre nuestro país.
Se ha registrado una disminución del 10% de la matrícula escolar, es decir, más de tres millones de niños y jóvenes han abandonado los estudios académicos. En una investigación realizada por reconocidos especialistas muestra que los jóvenes abandonaron la escuela: el 28.8% perdió el contacto con sus maestros y no pudieron hacer las tareas; 22.4% porque los padres o tutores se quedaron sin trabajo y se redujo el ingreso económico a la familia, por lo tanto, no alcanzó para pagar lo estudios a los hijos; el 20.2% porque la escuela cerro definitivamente; 17.7% carecía de computadora, otro dispositivo o conexión de internet; 15.4% consideró que las clases a distancias son poco funcionales para el aprendizaje; y el 4.6% porque los padres o tutores no pudieron estar a cargo de ellos por las consecuencias que la pandemia produjo en el sector laboral.
Es claro que la pandemia en México deja al descubierto la falta de atención gubernamental a la educación de los futuros ciudadanos. Ya que el apoyo que se les ha brindado a los estudiantes de educación básica, es mínimo. Nuestro país carece del cumplimiento del artículo tercero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la educación no es gratuita, las aulas necesitan inversión para brindar a los niños y jóvenes una educación de calidad. Se necesita de una política pública para atender el rezago educativo, porque las oportunidades académicas no son las mismas para todos los sectores de la población.
De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 5.2 millones de estudiantes de entre tres y veintinueve años de edad no se reescribieron para el ciclo escolar 2020-2021 a causa d la covid-19 y 2.3 millones por falta de recursos económicos. El problema es grave y el gobierno federal no lo ve de esa manera, ya que, su intención es que todos regresen a las aulas para continuar con la educación presencial, sin importarle el riesgo que puedan correr los niños y jóvenes en el contagio. Sin embargo, los mexicanos deben de entender que minimizar y burlarse de los problemas con canciones como “los caminos de la vida no son como yo pensaba como los imaginaba, no son como yo creía”, no son la solución, pero así lo sostiene el presidente de México. Al gobierno no le basta el esfuerzo y sacrificio que realizan las familias para poder brindarle a sus hijos estudios. Ahora tienen que exponer la salud y la vida de sus hijos al mandarlos a las escuelas, si se cumple con el “regreso a clases”. El Gobierno federal No garantiza la debida atención al cumplimiento de protocolos para evitar más contagios de los existentes.
Para que exista un “regreso a clases seguro” se necesita el apoyo a las instituciones educativas, a los profesores, a los alumnos, suministrar gel antibacterial, sanitizar los salones de manera diaria o por lo menos una vez por semana, proporcionar cubrebocas, caretas. Sin embargo, esta dificultad se verá más en las escuelas públicas por la cantidad de alumnos que tienen por cada grupo y las carencias que se sufre en ellas.
El 2.3 millones de jóvenes no se inscribieron por falta de recursos económicos, ya que sus padres fueron despedidos de su trabajo y a otros les redujeron el sueldo a la mitad es por eso que muchos jóvenes abandonaron sus estudios para dedicarse a trabajar y ayudar a los gastos de su familia. Pero ¿qué pasará con esos jóvenes? ¿Cuándo retomaran sus estudios?, ¿qué hizo el Gobierno para ayudarlos? Se exigió internet gratuito para todos, pero no escucharon la petición. En la actualidad el tener internet ya no es un lujo sino una necesidad para que puedan tomar sus clases, sino cómo van a seguir estudiando estos jóvenes que no cuentan con los recursos económicos. La respuesta es sencilla, si quieren continuar deben de hacer otro esfuerzo más o bien dejar los estudios.
La pandemia está afectando mucho a los jóvenes, ya que, antes de ella la educación presencial tenía sus complicaciones para el aprendizaje del alumnado. Ahora es en línea y crea más dificultad tanto para el maestro como para el alumno, porque las oportunidades de educación no son las mismas para todos. Porque no todos tienen acceso a la tecnología, muchos carecen de laptop, celular, y lo más importante, no todos tiene el recurso económico para tener internet en casa, para poner saldo al celular y mandar las tareas. Estos son unos de los muchos problemas a los que se tienen que enfrentar los estudiantes de escasos recursos. Existen padres que por su trabajo no pueden estar con sus hijos de primaria o secundaria tomando las clases, es por eso que los jóvenes han bajado su rendimiento académico. Porque existe un sector de la población que no cuenta con los estudios para poder explicarle al hijo lo que no comprenda.
La negligencia y las limitaciones de todo orden de Gobierno federal para enfrentar la pandemia han afectado, sobre todo, a los más pobres y a sus hijos, quienes, de por sí, tienen dificultades para continuar su educación en tiempos normales ahora en línea es aún más difícil.
Sí, es necesario que los estudiantes regresen a las aulas. En su mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador mencionó, “llueva, truene o relampaguee los alumnos regresarán a las aulas”, las clases iniciaran el 30 de agosto, pero aún faltan muchos jóvenes por ser vacunados, ya quieren regresar a clases presenciales pero no lo quieren hacer sin ser vacunados, sin la vacuna están expuestos a un contagio es por eso que los jóvenes exigen un regreso a clases seguro, donde al menos el 80% de la población se encuentre vacunada con esquema completo, de otra forma se exponen a un contagio masivo. ¿Cuántos más queremos agregar a la suma de muertos, llueva, truene o relampaguee?
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