Educación es el término que se utiliza para facilitar el aprendizaje o la adquisición de conocimientos, habilidades, valores, creencias y hábitos, a un grupo de personas que a su vez los transfieren a otras personas, esto puede ser a través de la narración de cuentos, la discusión, la enseñanza, el ejemplo, la formación o la investigación. Esto se lleva a cabo principalmente en las escuelas de todos los niveles escolares.
Es cierto que, si un profesor no está bien preparado para saber llevar sus conocimientos al joven, este tendrá por consecuencia el poco aprendizaje. Esto trae a colación, que más de uno de nosotros recordamos a profesores con una vocación impresionante para discernir temas, que logran captar con mayor importancia nuestra atención, al mismo tiempo que nos motivan a la investigación, además de ser bien comprendidos por los alumnos, pero también de aquellos profesores que poco contribuyeron con el aprendizaje en favor del desarrollo del alumno.
La baja calidad educativa se detonó recientemente a raíz de la pandemia del COVID-19, cuando los grandes problemas se dejaron ver sobre todo en la participación de los estudiantes, pues según datos de la prueba PISA, en México existen deficiencias en todos los niveles educativos, derivados precisamente de haber llevado dos años las clases en línea y todo un desbalance que se viene arrastrando por los estudiantes desde hace muchos años.
En los resultados recientes de dicha prueba, el promedio general en lectura fue de 485, el estudiante mexicano obtuvo 415; en ciencias el promedio fue de 485, obtenido el estudiante 410 puntos, muy por debajo de países que cuentan con una riqueza inferior que la que tiene México, dejando ver y al descubierto 20 años de retroceso en materias importantes como matemáticas y español.
México obtuvo el lugar 102 de 137 países, ocupando los primeros lugares Singapur, Japón, Corea, Estonia y Suiza, estos cuatro países poseen menos recursos naturales; pero con la educación que recibieron, dieron una muestra acertada de la preparación y la inversión que se hace a la educación, mientras que nuestro país, lidera como uno de los peores.
El problema es grave, es necesario la intervención de la Secretaría de Educación Pública (SEP) como el ente encargado precisamente de velar por la educación de la juventud mexicana, de no hacerse estaremos sufriendo uno de los mayores retrocesos en materia educativa que jamás hayamos visto en la historia, que terminara afectando por muchos años.
Resulta alarmante, porque de esta manera difícilmente tendremos desarrollo en nuestro país y relegamos todo intento por competir con países que son la punta de lanza en tecnología, infraestructura, y demás ciencias que beneficien al crecimiento de la sociedad en su conjunto.
También es cierto que muchos del conocimiento que adquieren los estudiantes depende de ellos, por lo que es necesario, un programa estricto en materia educativa que avale el conocimiento de los estudiantes en materia práctica al poner a prueba sus capacidades y no como lo hace el ahora gobierno Federal al poner todas las facilidades para que estos jóvenes adquieran de manera sencilla y cómoda una beca, que sólo colabora con sus intereses partidarios.
Es necesario entonces, subsanar los grandes problemas que sufre la educación mexicana tanto en materia educativa como en la infraestructura; ¿podemos hacerlo? Claro que podemos. Pero hoy los grandes intereses de quienes nos gobiernan no apuntan a la educación, por eso es preciso denunciarlo, pues vemos que hoy no hay manera alguna en la que se haga caso a estos cuestionamientos, sin que se nos tache de corruptos.
Aquí es donde cobra fuerza y, es indispensable el entusiasmo de los jóvenes, además de su compromiso con su preparación académica, para exigir mejores condiciones educativas tanto en la calidad académica como en infraestructura. No hay otra salida, tenemos que intentarlo, solo así estaremos mejorando la educación que tanta falta hace en nuestro país.
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