Aunque en el Artículo 3º nos dice que toda persona tiene derecho a la educación. El Estado (Federación, estados y municipios) impartirá y garantizará la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior. La educación inicial, preescolar, primaria y secundaria, conforman la educación básica; ésta y la media superior serán obligatorias… lamentablemente en los hechos tenemos otra realidad que dista mucho de que se aplique una política estatal, preocupada por garantizar este derecho, en detrimento de la población y la nación entera.
Del contraste de lo anterior dicho tenemos como ejemplo la primaria que se encuentra a las orillas de la vía rápida en la colonia Nueva Esperanza, incrustada en una de las colonias con mayor rezago en todos los aspectos, pues casi en su totalidad las viviendas están improvisadamente construidas con material de desecho, sin agua, ni electrificación, sin drenaje, corriendo las aguas negras a cielo abierto, sin iluminación, sin pavimento, y dentro de esta desolación que viven ya por muchos años, la escuela primaria, también construida de madera y tablas donadas por los vecinos igualmente de medio uso, es donde los niños acudían a clases antes de la pandemia, hoy que han transcurrido dos años, a la fecha ninguna autoridad educativa se ha preguntado qué ha pasado con esta escuela, la necesidad es mayor, pues al ser material de medio uso esta muchas más deteriorado y por si fuera poco, los amantes de lo ajeno, se han robado algunas maderas que cubrían a los alumnos para no estar a la intemperie. Las maestras aunque se esfuerzan en dar clases de manera virtual, no todas las familias cuentan con un teléfono, tableta o computadora que les permita puntualmente estar al tanto o que la capacidad del dispositivo soporte las plataformas y programas eso en el mejor de los casos, pero se presentan los casos extremos en que no se cuente con un medio electrónico o con los fondos suficientes para el pago de internet, no se oye una posición clara en torno a cómo el estado va a garantizar una educación a niños y jóvenes ante este panorama.
Me toco escuchar a la exsecretaria del bienestar en el municipio de Tijuana cuando se discutían las obras a realizarse con recursos del ramo 33 en donde estaban incluidas en una propuesta preliminar la construcción de aulas, canchas y bardas para algunos planteles, como la forma incorrecta de sustituir estas prioridades discutidas por los subcomités delegacionales por otras con el argumento, que no era urgente, ni necesaria destinar esos recursos a esas obras dado que era un desperdicio porque las escuelas no se ocuparían, al prolongarse la pandemia, que se ocupaba invertir en algo que se notara, que ganara más simpatías para en aquel entonces próxima elección. Cuántos políticos razonan así. Muchos.
Vemos cómo desde la secretaria de educación están más preocupados por quitar de los libros de texto “las palabras neoliberales” en lugar de hacer una propuesta seria, correctamente orientada a reparar, dar mantenimiento, rehabilitar las escuelas bandalizadas o construir ahí donde sea necesarios desde sus mismos cimientos como es el caso de la primaria Nueva Esperanza. No se facilita ni promueve la instalación de señal gratuita de interner universal porque afectaría a los grandes negociantes de las compañías que venden el servicio. Mucho menos se dice cómo hacerle para frenar las deserciones escolares, es verdaderamente alarmante saber que 5 millones 200 mil alumnos ya no se reinscribieron entre el ciclo pasado y el actual y alrededor de 780 mil no concluyeron siquiera el ciclo 20 – 21. Al contrario, se combate la ciencia, el conocimiento entre la gente más humilde, para seguir promoviendo, la pasividad, la resignación y la ignorancia del pueblo. Ante estas circunstancias lo que queda es defender el derecho que nos brinda la constitución y exigir ante los tres niveles de gobierno. Por eso a los docentes les hacemos la invitación a cumplir con abnegación y honor el educar, concientizar, organizar, es la tarea por el momento, para una vez unidos y consientes transformar la realidad educativa de nuestro país.
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