El Gobierno de Hidalgo se ha caracterizado por decir una cosa y hacer opuestamente lo contrario, y esto, sin duda, ha golpeado a las clases más desprotegidas del estado; por ejemplo, en redes sociales, se proclaman como el mejor gobierno, pero todo resulta ser propaganda; en la realidad, la administración estatal ha demostrado (y vaya que se esfuerzan mucho sus funcionarios) que no le importa la vida de los hidalguenses que, en su mayoría, pertenecen a la clase pobre. Incluso ahora con la pandemia se han mostrado indolentes ante la necesidad de comida de la población que se quedó sin empleo y sin dinero para alimentar a su familia.
Un ejemplo de esta política estatal es la que sufren profesores y estudiantes de escasos recursos y en su mayoría indígenas de la Sierra y Huasteca hidalguense. Desde inicios del año 2020, 40 docentes pertenecientes al Bachillerato "Cnel. Nicolás Romero&rdquo, la primaria José Julián Martí, la secundaria "Vicente Riva Palacio” y del preescolar "Itzcóatl&rdquo, denunciaron que, sin justificación alguna, dejaron de recibir su salario. También mantienen retenido el subsidio para el pago de servicios y alimentación de cuatro albergues estudiantiles destinados para jóvenes de escasos recursos, quienes encuentran en estos espacios una oportunidad más para seguir con su formación profesional, derecho a la educación que el gobierno encabezado por el licenciado Omar Fayad Meneses les está negando.
Maestros y estudiantes se pasaron casi todo 2020 protestando, solicitando audiencia con los funcionarios y exigiendo -con todo derecho- solución. Recientemente, el viernes 8 de enero, ya en 2021, los maestros volvieron al palacio de gobierno con el ánimo de encontrar el diálogo y con ello, respuestas favorables a sus peticiones, ahí el subsecretario de gobierno, Juan Luis Lomelí Plascencia realizó el compromiso de que el día lunes 11 de enero se reunirían con el secretario particular del gobernador, licenciado Alejandro Enciso Arellano para encontrar solución a sus planteamientos, sin embargo, la reunión no se llevó a cabo y Lomelí Plascencia volvió a empeñar su palabra y dijo que ahora sí, que el secretario Enciso los recibiría el jueves 14 de enero, para ese día, los profesores acudieron a la cita y la única respuesta a la que se limitó el subsecretario de gobierno fue decir que "no había dinero para sus pagos y tampoco para los albergues&rdquo, una burla, de al menos estos dos funcionarios, hacia la educación.
Por ello, a través del secretario Enciso y del subsecretario Lomelí, el gobierno viola los derechos constitucionales de los profesores y además confirman de manera fehaciente que son enemigos de la educación, que no les interesa que los hidalguenses se preparen porque, seguramente, con mayor educación se tendrá una sociedad que reclame aún más el respeto y cumplimiento de sus garantías individuales. No es la primera vez que el secretario Alejandro Enciso agrede a los maestros y estudiantes, lo que llama la atención es que así, con esa actitud, pretenda ser diputado federal. Seguiremos insistiendo en que haya diálogo, respeto y solución a las demandas que han planteado los docentes, estudiantes y miles de hidalguenses.
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