¿Hasta cuándo la muerte de mineros dejará de ser una característica de nuestro estado?
Leyendo el reportaje principal de la revista Buzos de la Noticia “Muerte de mineros, historia de impunidad en Coahuila” trabajo a cargo de mi estimado compañero César Camacho, podemos llegar a la triste conclusión que este tipo de acontecimientos han marcado a Coahuila y razón por la que en algunas ocasiones ha sido noticia nacional, en el escrito señala que desde el siglo pasado se han presentado muertes, las cuales no se han detenido, pero no es necesario indagar desde hace un siglo cuando la muerte minera ha estado presente en los últimos 15 años, partiendo desde la tragedia de Pasta de Conchos en 2006, la cual dejo a 63 mineros muertos, la a Región Carbonífera de Coahuila se ha convertido en una zona de constante tragedia, enlutando al por mayor a familias mineras que al no tener otra opción que la extracción del carbón se mantienen adheridos a lo que se podría llamar una maldita herencia, donde si los abuelos fueron, también lo deben ser los padres, hijos y nietos, en una cadena interminable de llanto que se debe vivir a cambio de no morir de hambre.
Adentrarse bastante más de 100 metros de hondura, quedar en cuclillas entre 10 y 8 horas, estar en peligro de intoxicarse por gas metano y no poder protegerse la cara, primordialmente los ojos ya que el polvo de carbón es bastante denso, además no poder utilizar tapones para los oídos por los fuertes ruidos que se crean en la mina, puesto que aquello podría impedir que escuches una vez que un muro o represa se rompa por la presión del agua subterránea y todo aquello por recibir un sueldo no superior a ambos mil pesos semanales para llevar a tu vivienda, puesto que en resumen esta es la actividad diaria de los mineros en Coahuila, quienes una y otra vez permanecen en riesgo.
Los precedentes de accidentes mineros sé remontan a partir del siglo pasado, se habla al menos que a partir de aquel instante han muerto alrededor de 2 mil mineros en toda la narración del área carbonífera de Coahuila, gracias a accidentes como derrumbes, explosiones e inundaciones; no obstante, los hechos más actuales y dolorosos para la zona ha sido el provocado en el año 2006 con el deceso de 65 mineros en la mina pasta de conchos, a partir de aquel instante la sociedad civil (esposas, madres e hijos de mineros) comenzó a tomar conciencia sobre el peligro y las condiciones en las que laboraban los mineros coahuilenses. Luego de Pasta de Conchos, por lo menos otros 122 mineros han perdido la vida en explosiones, derrumbes o inundaciones.
En su alrededor, las minas de Coahuila, documentan desolación, explotación, riesgo y a la misma muerte que ronda en todos los mineros que se adentran centenares de metros bajo tierra para lograr sacar el carbón, el mismo que provoca que haya electricidad en el territorio.
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