MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La explotación laboral en México, una realidad que exige cambios

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En pleno siglo XXI, la situación de los trabajadores mexicanos sigue siendo precaria y alarmante. A pesar del discurso oficial sobre el progreso económico, la realidad que enfrentan millones de obreros en nuestro país es de explotación y marginación.

Las grandes empresas, tanto nacionales como transnacionales, continúan aprovechándose de un sistema que permite la precarización laboral y salarios de miseria.

La situación de los obreros en México es crítica. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el cuarto trimestre de 2023, el 55.1 % de la población ocupada se encontraba en la informalidad laboral. Esto significa que más de la mitad de los trabajadores mexicanos carecen de prestaciones sociales, seguridad laboral y condiciones dignas de trabajo. 

En México, la explotación laboral se ve exacerbada por factores como la debilidad de los sindicatos, la falta de regulación efectiva y la abundancia de mano de obra dispuesta a trabajar en condiciones precarias.

Además, la tasa de subocupación, es decir, personas que necesitan y pueden trabajar más tiempo, se situó en el 7.2 % de la población ocupada.

El salario mínimo en México, a pesar de los incrementos recientes, sigue siendo insuficiente para cubrir las necesidades básicas de una familia. En 2024, el salario mínimo diario es de 248.93 pesos en la mayor parte del país, lo que equivale a aproximadamente 7 mil 468 pesos mensuales.

Esta cantidad está muy por debajo de lo necesario para adquirir la canasta básica, que según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), tenía un costo promedio de 4 mil 38 pesos por persona al mes en áreas urbanas en enero de 2024. Para una familia de cuatro integrantes, esto significaría un gasto mensual de más de 16 mil pesos solo en alimentos y productos básicos.

La razón detrás de estos salarios miserables se encuentra en el concepto de plusvalía, explicado magistralmente por Karl Marx en su obra El Capital.

La plusvalía es el valor adicional que el trabajador genera más allá del valor de su fuerza de trabajo, y que es apropiado por el capitalista. En otras palabras, el obrero produce más valor del que recibe como salario, y esta diferencia es la que constituye la ganancia del empresario.

En México, esta explotación se ve exacerbada por factores como la debilidad de los sindicatos, la falta de regulación efectiva y la abundancia de mano de obra dispuesta a trabajar en condiciones precarias debido a la necesidad económica. 

Según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es uno de los países miembros donde los trabajadores dedican más horas al año a su empleo, con un promedio de 2 mil 124 horas en 2022, muy por encima del promedio de la OCDE de mil 716 horas.

En El Capital, sigue siendo sorprendentemente relevante en el análisis de la situación laboral actual. Marx anticipó cómo el sistema capitalista tiende a la concentración de la riqueza en manos de unos pocos a expensas de la mayoría trabajadora.

En México, esta predicción se ha cumplido con creces. Según datos de Oxfam, el 1 % más rico de la población mexicana concentra el 28 % de la riqueza del país.

Frente a esta realidad, la única salida viable es la organización y lucha de los trabajadores por mejorar sus condiciones de vida. La historia ha demostrado que los derechos laborales no se otorgan, se conquistan. En este contexto, el Movimiento Antorchista se presenta como una opción para canalizar las demandas de los trabajadores.

El Movimiento Antorchista propone un nuevo proyecto de nación basado en cuatro ejes fundamentales:


   1.    Empleo para todos, asegurando que todas las personas en edad activa y condiciones para trabajar tengan un empleo.

    2.    Salarios dignos, promoviendo un aumento general en los salarios.

    3.    Reorientación del gasto social, invirtiendo más en infraestructura y servicios básicos.

    4.    Política fiscal progresiva, donde quien gane más pague más impuestos.

Estas propuestas apuntan a abordar las causas estructurales de la desigualdad y la explotación laboral en México.

Es crucial que los trabajadores mexicanos tomen conciencia de su situación y se unan en la lucha por sus derechos. La organización colectiva, ya sea a través de sindicatos independientes, movimientos sociales o asociaciones de trabajadores, es fundamental para contrarrestar el poder de las grandes empresas y exigir cambios en las políticas laborales y económicas del país.

El camino hacia una sociedad más justa y equitativa no será fácil; requerirá de la participación activa de los trabajadores, el apoyo de la sociedad civil y la presión constante sobre los poderes públicos y privados.

Sin embargo, es un camino necesario si queremos construir un México donde el trabajo sea dignificado y los frutos del esfuerzo colectivo sean repartidos de manera más equitativa.

La explotación laboral en México no es un fenómeno natural ni inevitable. Es el resultado de decisiones políticas y económicas que han privilegiado los intereses de unos pocos sobre el bienestar de la mayoría.

Es hora de que los trabajadores mexicanos se levanten, se organicen y luchen por un futuro mejor. Sólo así podremos aspirar a un país donde el trabajo sea fuente de realización personal y bienestar colectivo, y no de explotación y miseria.

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