MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La filantropía, un engaño social

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La definición de filantropía significa, amor al género humano, hace referencia a “la ayuda que se ofrece al prójimo sin pedir nada a cambio”, por eso todas aquellos sujetos u organizaciones que crean “proyectos solidarios” se les llama filántropos. Pero, ¿es verdad que el voluntariado, las aportaciones y las acciones sociales, son “sin fines de lucro o políticos”, que “el propósito más elevado es construir una sociedad  más justa y equitativa en la cual todas las personas tengan las mismas posibilidades de desarrollo”?, ¿será que los donatarios, empresas y ciudadanos han adquirido conciencia de responsabilidad social, por ello aportando talento y recursos bajo el concepto de inversión social, para ayudar, colaborar y nuestro mundo sea mejor, su esencia está en generar riqueza para los demás, pasando un bien que uno tiene a una persona que no dispone de él? Lo anterior, es pura verborrea burguesa para nublar la verdadera esencia y fines obscuros de la filantropía, como arma de clase: desprenderse de algo hoy y no tener que entregar todo mañana. Todas estas ideologías y acciones son difundidas hasta el hartazgo en sus medios de comunicación, cada entrega de algún apoyo que realizan sus “dadores de bondad”, debe ser conocida y aplaudida por todos los humildes, actos muy recurrentes entre nuestras familias humildes que viven en zonas marginadas. Por ello el interés de escribir estos renglones, no para satanizar este trabajo, porque algún alivio temporal trae a los humildes, pero sí para hacer claridad y sembrar una dosis de conciencia, de que esos que quieren curar al mundo con actos caritativos son los culpables de la gran desigualdad social, pobreza y otros males sociales que padecemos, que su ansia de acumulación y concentración de riqueza provoca incremento acelerado de la miseria en las mayorías. Por ello, hay que denunciar lo oscuro, oculto, distorsionado, sesgado y peligroso que se esconde detrás de la filantropía. Haciendo un paréntesis, debemos de reconocer y aplaudir a toda la gente humilde de buen corazón que se suma a apoyar a las actividades caritativas, sin darse cuenta que son víctimas de esa manipulación ideológica filántropa.

El gobierno mexicano al no cubrir todas las necesidades sociales y económicas en el país, que debería hacerlo, surge diversas fundaciones para intentar sumarse a apoyar, pero no como obra de caridad sino por beneficios económicos que trae a la mayoría de los donatarios. Las dos formas de donar, según datos del Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi); las personas físicas tienen a ayudar causas con bajo perfil y sin esperar nada a cambio, la segunda es la filantropía empresarial. En los últimos seis años se han inscrito 588 de las 684 compañías más importantes del país, su propósito es ayudar como una forma de deducir impuestos, muchas de esas fundaciones beneficiarias son: MICHOU Y MAU I.A.P, apoya a personas quemadas; Fundación Luis Pasteur, apoya a mujeres con cáncer; Fundación Qohélet, rehabilitación contra las adicciones; Fundación mexicana de la lucha contra el Sida; fundaciones para apoyar a los migrantes, protección de animales, el Teletón que apoya a personas con discapacidad, niños sin hogar  y otros sectores vulnerables, que se dedican a ayudar a los más necesitados, acciones que no se pueden negarse, porque hay evidencias de cada uno de los apoyos otorgados : rehabilitando, operando, con medicamentos, con vivienda, alimentos, calzado, vestido, obras educativas, etc., acciones que no resuelven de fondo el problema, pero que ayudan. Las acciones que pueden hacer una persona o empresa, como entregar un donativo a alguna causa en particular, es una manipulación con careta de caridad humana y aparente dosis de humanismo, ocultando su verdadero rostro de explotadores y responsables de la marginación social en los países de libre mercado como el nuestro. Si analizamos, que la filantropía la crean los dueños del capital para atender las consecuencias que ellos mismos como clase social generan, ambos fenómenos nacen de lo mismo, solo que una es la causa (explotación, concentración de la riqueza, bajos salarios)  y la otra como efecto (pobreza, hambre, carencias sociales), los mismos que provocan desgracia económica, quieren resolver el problema con actos caritativos, así se explican los actos de bondad y benevolencia de los adinerados hacia los más humildes que viven en la pobreza en las colonias marginadas. Por tanto, los actos filantrópicos son un engaño social, que sirve como paliativo, pero que no resuelve la carencia económica en las familias.  No debemos aceptar que los que provocan la miseria de la clase trabajadora, de las mayorías, sean quienes vengan con su cara de bondad a repartir, por medio de empresas que se dedican a la filantropía, un poco de esa riqueza que le quitan a los trabajadores en algún empleo de la rama de la producción; producción, distribución o consumo. La filantropía es un instrumento a través del cual los poderosos engañan a los más necesitados que ellos son los buenos, de buen corazón, pero lo hacen para colocar una cortina de humo y ocultar su verdadero rostro de explotadores del trabajo ajeno y generadores de pobreza y miseria. La filantropía no resolverá la desigualdad social en una sociedad dividida en clases y tan desigual como la nuestra. No estamos en contra de las “buenas acciones” de la filantropía, de algo ayudan a paliar temporalmente las dificultades económicas en las que viven los olvidados, pero no es el método a través del cual vamos a resolver la desigualdad social

Los humildes no debemos dejarnos engañar, el aceptar lo que nos obsequian, regalan y todos los bienes materiales que nos hacen llegar a través de las empresas donatarias, no es producto del esfuerzo de los ricos, sino es resultado del trabajo de los mismos trabajadores, riqueza que no se les remuneró en salario y se lo quedaron los poderosos. Los problemas económicos que hoy la sociedad padece, en particular el pueblo trabajador y vulnerable, se resolverán cuando la riqueza social de este país se reparta entre todos los que la generamos. Nos queda claro que no es tarea fácil, ni pensamientos que cualquier conciencia mezquina pueda entender, comprender y hacer suya, esta es la única salida que sirve para resolver la pobreza lacerante y no mediante actos de caridad. Los antorchistas no rechazamos los apoyos caritativos porque son una gota de agua en el desierto para nuestros compañeros humildes, pero no es el medio a través del cual se va a resolver y acabar con la gran desigualdad social que vive nuestro país.

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