MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

ENTREVISTA | La flor de cempasúchitl en Villa del Carbón

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De acuerdo con el medio informativo Bloomberg, el promedio de crecimiento económico en México durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador fue de 0.8 por ciento, cifra que en la realidad nacional se refleja en el empobrecimiento creciente de la población y de ella, uno de los sectores más afectados por la política implementado en los últimos seis años ha sido el sector campesino.

Mario Daniel Toribio, campesino de la comunidad de Xajay, municipio de Villa del Carbón, ha visto, y sobre todo resentido, el encarecimiento de los productos de primera necesidad y, por tanto, la agudización de las dificultades económicas que se le presentan y que cada día hacen más difícil satisfacer las necesidades elementales de su familia, compuesta por cuatro integrantes.

Por ello, en unión con otros campesinos, ha buscado cultivos alternativos que les ayuden a superar las dificultades económicas, aunque ello implique hacer a un lado el cultivo ancestral del maíz, pues, como explica don Daniel, ya no es redituable. Dentro de esos cultivos alternativos se encuentra la flor de cempasúchitl, que por la temporada es buscada y adquirida por las familias de todo el país.

El caso de don Mario no es aislado. Por los campos de cultivo del municipio de Villa del Carbón en el Estado de México, así como en múltiples localidades del país, varias familias campesinas han encontrado en otros cultivos, principalmente de hortalizas, una esperanza de mejorar su situación económica como el caso del estado de Jalisco, en donde, los sembradíos de maíz, han sido sustituidos por agave, limón, berries y aguacate.

Al respecto, Don Mario comenta:

“Sembramos un poco de flor de cempasúchitl para ver qué es lo que nos deja un poco más de dinero porque el maíz ahorita nos lo están pagando de cuatro a tres pesos el kilo, y pues, no sale; queremos aprovechar algo aquí en la comunidad, hay parcelas en las que se puede sembrar casi de todo: maíz, frijol, avena; pero, hay que ver con cuál de ellos puede salir el dinero, si es con el cempasúchitl o con otra cosa; requerimos de un ingeniero también para que nos asesore y nos diga qué es lo que le falta a la tierra”.

¿Por qué el maíz dejó de ser una opción?

“El maíz en este tiempo ya no es una opción, es verdad que algunos recibimos abono de parte del gobierno, pero, este año el precio del maíz bajó, nos lo quieren pagar a tres pesos, a cuatro y así no sale. Aquí le invertimos lo de los peones, el tractor y lo que se necesita; aquí en el Procampo nos dan seis mil pesos y eso no alcanza porque nos cobra tres mil pesos el tractor más la surcada otros dos mil pesos y más el pago de los peones, ahí se va todo el dinero, no alcanza”.

¿Compran más fertilizante del que reciben?

“Los que recibimos ya casi no compramos, pero los que no tienen se ven obligados a comprar el bulto que ahorita está en mil pesos, mil trescientos y ¿de dónde va a salir para comprarlo?, nosotros nos dedicamos al campo, no tenemos empleos en otro lado, somos campesinos”.

¿Cuáles han sido las otras alternativas que han buscado?

“En este momento estamos echando el cempasúchitl, a ver que tal sale, estamos viendo si nos conviene, o si no, alguna otra cosa como la cebolla, el cilantro, jitomate, pero necesitamos un invernadero porque, si llegan las heladas, se lo acaban, todas estas plantas necesitan invernadero para que se logren. Si vemos que pega, pues le echamos a ese, dejamos el maíz. El maíz ya nada más lo echamos para el consumo de la casa”.

Don Mario refiere que ante la decisión de optar por otro tipo de cultivo, hortalizas principalmente, junto a otros compañeros que se encuentran en la misma situación, han pensado solicitar un invernadero para dedicarse de lleno al cultivo de la cebolla, ajo, cilantro y jitomate y de esa manera, solventar sus gastos.

“La situación es difícil para las personas que nos dedicamos por completo al campo; antes con cincuenta pesos se compraba todo para la cocina y ahora con quinientos pesos no compro más que un kilo de chiles y uno de tomate, la verdad ahorita está todo caro.

“Criamos unos pocos pollos, guajolotes, pavos que la gente no nos compra porque están muy caros, es rara la gente que llega a darnos los ochocientos pesos y la verdad es que no nos conviene darlo casi regalado porque también nos cuesta cuidarlos y darles su alimento, crecerlos y al último meterles un poco de maíz, si tenemos y si no, comprarlo porque, de dónde más vamos a agarrar.

“Lo mismo sucede con los pollos y los borregos, pero hay que meterle puro alimento y para eso se requiere trabajar en la capital y ganando el mínimo, pues no alcanza, el desparasitante, vitaminas, alimento de engorda y hacerles un buen tejado para protegerlos del frío, nos vemos obligados a solicitar un crédito, pero no es tan fácil que nos lo den.

“Por eso nos vemos en la necesidad de buscar otros cultivos, si no funcionan, ahí le dejamos; en caso de funcionar volvemos a sembrar Cempasúchitl o alguna otra cosa y para el maíz dejaremos nada más un pedacito, tenemos forma de obtener riego y ya veremos cómo le haremos, la intención es buscarle para ayudarnos económicamente. Otra de las cosas que podemos hacer es sembrar ajo, ese se está pagando hasta ciento noventa pesos el kilo y eso está mejor porque una tonelada de ajo se venderá mejor que una tonelada de maíz, que por aquí nos pagan a cinco o diez pesos el cuartillo (kilo y medio)”.

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