MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La juventud y la educación en el olvido

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Decía Antón Semiónovich Makárenko: "la educación de los niños es la esfera trascendental de nuestra vida. Ellos son los futuros ciudadanos del país y del mundo. Son llamados a hacer la historia, son los padres y madres del mañana que también tendrán que educar a sus hijos. De ahí la gran responsabilidad que se adquiere al ser padre y la gran importancia y delicada tarea de educar a los hijos”. Creo importante mencionar esta cita del gran Antón Makárenko porque refleja lo que para todos (o en su gran mayoría) significa la educación, y en este caso no nos referimos a la educación de casa, sino a la educación que recibimos desde las aulas educativas, he aquí el verdadero dilema.

  Dicha situación preocupa por el simple hecho de que los futuros pilares de nuestro país, aquellas semillitas que se van fortaleciendo día con día en las aulas (cuando asistían presencialmente) no están recibiendo una educación rigurosa, bien planificada, que sirva para abatir el problema radicalmente y ofrecer mejores condiciones educativas, pero, hasta antes de la pandemia, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, el grado de estudios a nivel nacional es de 9.6 años, es decir, ni tan siquiera terminamos el primer año de secundaria.

Pero analicemos algunos datos a fondo, el 9 de febrero Reporte Indigo dice: "se mantiene abandono escolar a nivel primaria… en las entidades con mayor porcentaje de deserción se encuentran las más pobres del país. Michoacán encabeza la lista con el porcentaje más alto de abandono de estudio con 2.7 por ciento, le sigue Guerrero con 2.2 por ciento, Veracruz con 1.5 por ciento, Chiapas con 1.3 por ciento y Oaxaca con 1.2 por ciento”. Continúa Reporte Indigo; "En septiembre el 2020, la UNAM alertó el riesgo de que 72 mil de sus estudiantes de bachillerato y universitarios abandonaran sus estudios”.

Ahora bien, analicemos lo ya mencionado. Creo pues, que lo más preocupante no se encuentra en la deserción escolar, ya que es un efecto del problema principal, lo alarmante del asunto se encuentra en el desinterés, en la desatención, en la mínima preocupación de nuestros gobernantes, tanto es así que no hacen absolutamente nada para evitar que la deserción escolar siga aumentando, sabemos que a ellos no les afecta que los estudiantes pierdan sus estudios porque ellos sí tienen que comer, un hogar para vivir, las mejores escuelas para sus hijos, pero ¿y los estudiantes humildes? Aquellos que no son hijos de funcionarios públicos ¿en dónde quedan? ¿Quién responde por ellos? Los hechos hablan por sí solos y, nos queda claro que nadie responde por nuestra juventud. No es necesario presentar miles y miles de datos para darnos cuenta del problema que agobia a nuestra juventud.

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La preocupación de la UNAM no es nula; aunque dicha universidad es pública, miles de jóvenes se inscriben a los cursos del CIPRO para asegurar un lugar en la máxima casa de estudios, curso que tiene un costo aproximado a los 14,000 pesos y no dudemos de que dentro de esos 72 mil estudiantes que puedan abandonar sus estudios haya una buena cantidad de jóvenes (de los que asistieron al curso) que se incluyan a esa lista de deserciones.

Se supone que una familia que cuenta con las posibilidades económicas para financiar el curso no debería de abandonar sus estudios, por obvias razones, ya que nos damos cuenta de que tienen (más o menos) las posibilidades de brindarle estudios a sus hijos, pero los problemas emanados de la pandemia no respeta a las clases sociales; el punto es, si familias enteras perdieron su empleo, cerraron negocios, se sujetaron a recortes nominales, y todo esto va de la mano con la imposibilidad de que sus hijos puedan seguir estudiando.

Muy bien, los padres no podrán recibir el mismo sueldo, ni las mismas oportunidades laborales, pero eso no le quita la responsabilidad a las autoridades correspondientes de asegurar la educación a todos los jóvenes ¿estamos de acuerdo? Por ahora me es necesario plantear parte de la postura de la FNERRR, no solo en Atlixco, si no a nivel nacional. La juventud revolucionaria respalda parte de la cita de Makárenko "…Ellos (los estudiantes) son los futuros ciudadanos del país y del mundo. Son llamados a hacer la historia… y por lo tanto, es responsabilidad de las autoridades preparar el campo de batalla”.

Hacemos un llamado a los jóvenes que han sufrido la deserción obligada, a todos aquellos que no tienen las posibilidades económicas para financiar sus gastos de escuela, incluidos a aquellos que no cuenten con vivienda, la FNERRR tiende su brazo y orientación política-educativa para luchar no solo por nuestros intereses sino también por el de los depauperados de toda la nación, es nuestro deber por nuestras condiciones de fuerza, energía, hiperactividad de ponernos al frente de las necesidades que violentan a nuestro país, es necesario que todos los mexicanos cuenten con todos los servicios básicos como el agua potable, la luz eléctrica, un sector salud y educativo de calidad, etc.

Jóvenes estudiantes, analicemos el problema, sintamos ese dolor de olvido de los gobernantes hacia nosotros, planteemos la solución y hagamos que nuestra razón se convierta en fuerza, es momento de que los estudiantes se organicen y luchen por sus derechos. La juventud está llamada a ser el padre y madre del mañana. ¿Estamos en el entendido?

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