MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La marcha de los migrantes

image

Antes de llegar a la lechería que da con el crucero que divide el tránsito hacia Cintalapa o Berriozábal, dos jóvenes de piel quemada por el sol, con nada más que una mochila grande en el hombro hacen la parada de una combi. 

—No los suba— le dice una señora al conductor, pues sabe de los problemas que se generan por “subir” a los migrantes que inician su exhaustiva marcha desde la capital de nuestro estado hasta llegar a los límites fronterizos.

—Pobrecitos— se escucha decir al conductor y abre la puerta del transporte.

El rostro de alivio de los jóvenes es notable; su piel está quemada por el sol abrasador que golpea desde temprano, y los zapatos están rasgados por todos lados. 

Los migrantes mencionan que varios de sus amigos fueron reclutados a su paso por los municipios con alto impacto delictivo, donde grupos criminales echan mano de los jóvenes para sus fines.

—¿Cuánto es?— le dice uno de ellos al conductor, que sólo les dice que guarden para sus refrescos.

La charla de los jóvenes inicia: van a encontrarse con “el otro grupo”, los que salieron a las 5 de la mañana. Sobre la carretera, el panorama se repite. Familias enteras con niños en brazos; otros avanzando de a poco con la frente expuesta al sol y caminando con pesadez. 

—Hijo, ayer los estaban siguiendo, ¿verdad?— le dice una anciana a uno de los jóvenes.

—Sí— le contesta —sólo que ayer éramos varios y hoy ya se dispersaron los compatriotas.

La mañana anterior hubo persecución y varios de esos grupos se dividieron, cuentan los jóvenes que hay ocasiones en las que, incluso, las familias llegan a separarse también y comentan que, en “su grupo” hay dos niños que son cuidados por todos los miembros, no saben en qué momento se les perdieron a sus papás. “Hay otros que por ahí se quedan”, agregó.

—No sé si usted sepa, madre, pero los del “éxodo” (caravana migrante que se había quedado varada en San Cristóbal de las Casas, esperando la aprobación de los permisos para poder seguir su camino por el país) se quedaron mucho tiempo por acá, y hay unos que todavía siguen, aquí los agarró el año nuevo y aquí se quedaron. Los del “viacrucis” (caravana que recibió su nombre por su paso durante la semana santa) ya lograron pasar, van más adelante de Oaxaca, por ahí los iremos encontrando.

Entre las historias que captan la atención de los que viajamos en el transporte, los migrantes mencionan que varios de sus amigos en el estado fueron incluso reclutados, ya que en su paso por los municipios con alto impacto delictivo, los grupos criminales echan mano de los jóvenes para sus propios fines, alejándolos de sus familias y de sus grupos. 

—Pero ¿a dónde van pues, por qué se salen de su país?— contesta una vez más la anciana que ahora le sostiene la mano y la respuesta del joven Ricardo (así dijo que se llamaba) parece un golpe frío en la espalda de todos los que le escuchamos.

—Tenemos hambre, pues— contesta —nadie, madre, nadie se va por gusto; todos vamos buscando vivir distinto y poder darle lo mejor a nuestra familia pero hay mucho sacrificio y mucho riesgo en el camino.

Nadie debería vivir así, nadie debería andar como delincuente huyendo de todos los dedos que señalan  y de todos los ojos que juzgan. Nadie debería buscar más que el título de hombre para ser admitido en este, nuestro pueblo.

El viaje ha terminado; Ricardo y su acompañante bajan; la anciana les ha dado una bolsa con mangos sazones que llevaba a su casa y, en efecto, al bajar, empiezan a conciliar rostros similares, a darse la mano, a ofrecerse entre ellos la fruta. 

Siguen su camino incierto y en este momento, que son ya las 8 de la mañana, parece que caminarán con dirección al sol que los abrasa. Son cientos, miles, los que a diario cruzan a pie esta carretera; llevando consigo los sueños de un futuro distinto, uno sin hambre para los suyos.

Parece una burla que la barda que ahora les ofrece una sombra temporal se vista de los colores del partido en el poder. Desear buenaventura no basta; hay que luchar también por ellos.

 

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más