La pésima situación de la seguridad, el fracaso en el combate al crimen organizado en todas sus formas y la corrupción pública y privada en nuestro país, la imposición de candidatos, la violación de la ley electoral, el uso de recursos públicos para imponer sus “corcholatas” y el decrecimiento de la economía, todos son hechos que se pueden ver y tocar, que los vivimos a diario y que son innegables.
¿Dónde quedaron las promesas de AMLO? En su Quinto Informe de Gobierno, el presidente dijo lo que creía que necesitaba informar, sin importar que fueran mentiras. El presidente miente mucho a menudo en sus mañaneras, eventos públicos e informes. No lo hace por error, sino que consciente porque así conviene a sus intereses. Usa la política del avestruz para esconder sus errores y esconder lo demás.
Trata de ocultar a los ojos de la gente los enormes daños que está causando a la juventud y a las generaciones siguientes y lo seguirá haciendo si el pueblo se lo permite, sus decisiones son erradas y arbitrarias, lo hace para engañar y manipular a las mayorías, aprovechándose de su necesidad, de su falta de educación, para ganarse su simpatía y su voto y, de ese modo conservar el poder en sus manos con alguien que lo siga ciegamente, como lo es Claudia Sheinbaum, porque en el caso de Marcelo Ebrard es una persona más independiente que difícilmente se dejaría controlar y se le dificultará darle continuidad a la cuarta transformación.
Si el presidente revelará la verdad al pueblo mexicano de los resultados de su administración, tendría que renunciar a su cargo y el pueblo se convertiría en una revolución popular. Para la 4T la mentira es una necesidad, porque si dijera la verdad perderían el poder en las próximas elecciones (a los políticos hay que calificarlos por sus hechos, no por lo que dicen o por lo que prometen). Así que si somos realistas los discursos pronunciados en 2018 por AMLO son huecos, falsos, en todo ha sido peor que las administraciones anteriores.
La corrupción aumentó, el crimen organizado controla estados y regiones enteros, la salud a mil años luz se quedó la promesa de un sistema como el de Dinamarca, hay que recordar que fueron más de 800 mil muertos por el Covid-19, el número de homicidios dolosos superó a las administraciones de Fox, Calderón y Peña Nieto.
La educación está hecha trizas, los maestros se encuentran enfrentados, no se cuenta con planes de estudio, los alumnos están sin libros y los libros que están en bodegas en algunos estados ya no cuentan con las materias más importantes como Matemáticas, Física, Química, Biología e Historia, etcétera Varias escuelas están cayendo porque no se cuenta con recursos ni para lo más indispensable, porque todo lo concentró la Secretaría de Educación Pública por su famosa austeridad republicana. Las universidades del bienestar fracasaron. En el pasado, los gobiernos neoliberales proponían cero políticas sociales, cien por ciento de persecución y represión. AMLO dice, cero persecución y castigo a la delincuencia, en este caso propone para corregir este problema “abrazos y no balazos”, además ofrece todo el apoyo a los grupos criminales.
La Secretaría de Bienestar aumentó su presupuesto en 25.2 por ciento para la compra de votos a través de los apoyos ya conocidos, la 4T fracasó, no cumplió y quiere seguir engañándonos a través de sus “corcholatas”.
Ya está dicho mil veces que un error de derecha no se corrige con un error de izquierda, pero el error de AMLO es peor que el de sus antecesores, hoy el país sufre más miedo y violencia y se desangra brutalmente, la culpa es de AMLO y de su política de “abrazos no balazos” que lejos de acabar con el crimen organizado lo hace crecer.
Esta administración está cometiendo un crimen social porque no se endeudó en la pandemia que se justificaba porque se podía curar y prevenir que se murieran miles de mexicanos, no compró las vacunas a tiempo, propuso amuletos y caldo de gallina y la inmunidad de rebaño su capricho nos llevó a que murieran 800 mil hermanos, de los cuales 400 mil no debieron haber muerto, si el gobierno haya invertido en prevención, infraestructura hospitalaria, equipo médico y vacunas.
Pero ahora el presidente propone endeudar al país con un billón ochocientos sesenta mil millones de pesos que se destinarán a pagar la deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex), que por su mala administración y la corrupción de sus funcionarios la mantiene quebrada, propone aumentar el presupuesto a la refinería de Dos Bocas que no refina nada y al Tren Maya que no sirve porque es de todos conocido que en su inauguración el mismo presidente se quedó tirado.
La Secretaría del Bienestar aumentó su presupuesto en 25.2 por ciento para la compra de votos a través de los apoyos ya conocidos, la 4T fracasó, no cumplió y quiere seguir engañándonos a través de sus “corcholatas”. Es una transformación que no tiene nada de izquierda, que es más de derecha que benefició en estos cinco años de gobierno a diez más ricos como Carlos Slim, Salinas Pliego, Germán Larrea, Alejandro Baillères, María Asunción Arambuzubala.
Los mexicanos necesitamos parar esta situación, hay que ponerle un alto definitivo, ya basta de perseguir a los que no están de acuerdo con su administración, la 4T no es lo que el país necesita, sino que necesitamos luchar de una manera legal y democrática por un verdadero cambio que saque a nuestro país de pobre, que nos den más libertad, seguridad social, hay que organizarnos y armar una gran estructura a prueba de todo.
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