MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La necesidad de organizarse, vivir en mejores condiciones y cambiar sistema

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Hace días asistí a la entrega de un apoyo económico que hizo la Secretaría de Desarrollo Rural en Nayarit a un grupo de 50 campesinos antorchistas del municipio de Del Nayar, pues por falta de lluvias sus cosechas de maíz dieron poco rendimiento, situación que afectó el bienestar de las familias y, por ello, solicitaron al gobierno del estado que se les incluyera en el seguro catastrófico de la Sader para resarcir de cierta manera los daños que sufrieron sus cosechas.

El pueblo debe saber que hay que estar organizados, pero para mejorar la calidad de vida de las familias.

El hecho me ha servido para decir aquí tres cosas, mismas que ya les dije a los campesinos al momento previo de que recibieron su apoyo y son las siguientes:

Primero, el pueblo de México debe entender que es un pueblo grande, que el país tiene alrededor de los 130 millones de habitantes; que genera una gran riqueza que lo ubica entre los 14 o 15 primeros lugares del mundo que más bienes materiales generan dentro de un total de 195 países.

Pero se tiene el grave problema de que, de esos 130 millones de mexicanos, 100 millones sufren al tener muchas carencias, que viven en la pobreza y pobreza extrema, es decir, no tienen vivienda, tienen hambre, no pueden atender sus problemas de salud por falta de dinero, no tienen un trabajo seguro y bien remunerado, etcétera.

¿Cuál es el problema? ¿Por qué esta desigualdad donde unos pocos se quedan con la mayor parte del pastel y la mayoría vive con carencias? La respuesta está en que los pobres de México no están unidos, el pueblo es numeroso, pero está desorganizado, y por ello los pobres en este sistema social solo sirven o importan para convalidar a los gobiernos que representan a las élites del poder económico y político.

El pueblo mexicano está disuelto como la arena, en millones de partículas, no tiene peso, no está compacto como la roca para ser dura. Se necesita, pues, que el pueblo esté organizado para que tenga peso y sea escuchado.

Segundo, ¿para qué debe estar organizado el pueblo? Para mejorar sus condiciones materiales de vida, para que tenga una vivienda digna, buena alimentación y salud, buena educación y buenas carreteras, entre otras cosas más. Pero en la zona de Nayar basta con entrar a la sierra para darse cuenta del abandono en que están los pobres. Saliendo de Ruiz hacia Jesús María, la carretera está deshecha, destruida; en el tramo carretero entre El Venado y San Pedro, el camino hasta Jesús María está lleno de baches, en partes el asfalto desapareció; todo ello hace que el viaje a esta zona sea tortuoso.

En la cabecera municipal faltan servicios dignos de salud, no hay medicamentos, las comunidades tienen clínicas, pero estas están cerradas; faltan muchos pueblos que necesitan obras como caminos y puentes, escuelas y muchas otras cosas más.

En fin, el pueblo debe saber que hay que estar organizados, pero para mejorar la calidad de vida de las familias, y es en este proceso de lucha donde el pobre se da cuenta de quién es su verdadero representante.

Porque, ¿a poco será un gobierno de pobres aquel gobernante o funcionario que, cuando va gente de una comunidad a la Secretaría de Infraestructura del estado y solicita dos kilómetros de pavimento, les espeta que no hay dinero y que, si realizan la pavimentación, la secretaría se quedará sin presupuesto? 

¿Será este un gobierno preocupado por la gente? No, no lo creo. Ahorita, el famoso cambio tan pregonado por la 4T nada más no llega; las comunidades y colonias están olvidadas.

El pueblo, si quiere vivir mejor, tiene que organizarse, luchar y exigir que se atiendan sus derechos.

Y tercero, los dos puntos anteriores son importantes para que el pueblo se dé cuenta de cuáles son sus problemas, de por qué los mexicanos viven mal. Falta organización y más lucha social para que se escuche a los pobres.

Es necesario que el pueblo pobre sepa y comprenda que se puede luchar por tener una vivienda y mejorar, y eso es bueno; que a los campesinos de Del Nayar les pueden dar un apoyo económico y resarcirles los daños por la pérdida de sus cosechas, y eso es bueno.

Y así podemos seguir enumerando infinidad de cosas donde se puede mejorar, pero la esencia de vivir en una sociedad desigual, de ricos y pobres, no cambiará, porque los pobres, si son pobres, es porque los ricos se quedan con esa riqueza.

Querer sacar a los mexicanos de pobres sin afectar a los ricos es una ilusión. Entonces, la cosa queda clara: si se quiere liberar al pueblo para siempre y no solo que mejore su situación, lo que hay que hacer es unir a todos los jodidos en torno a un partido para que llegue al poder, que desaparezca la desigualdad y que cambie las cosas para siempre en beneficio de los más desvalidos de nuestro país. No hay de otra.

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