MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La necesidad de una reforma incluyente para mujeres

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Decir que las mujeres, en general, están en desventaja social es un tanto brusco; sin embargo, un estudio de movilidad social (se refiere a los cambios que experimentan las personas en su condición socioeconómica, es decir, si nacen en una familia pobre qué tantas posibilidades tiene de cambiar esta situación y mejorar su economía o de retroceder, movilidad de ascenso o descenso) en México por parte de la Fundación Espinosa Rugarcía (FER) y el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (Ceey) demuestran a través de sus encuestas a todo el país, que el 86% de las mujeres son discriminadas en el ámbito laboral por cuestión de género, es decir, solamente por ser mujeres. 

Con muy poca movilidad social, o sea muy pocas probabilidades de mejorar su calidad de vida, condición económica, puestos de ocupación laboral y su educación si es que nacieron en condiciones de pobreza y solo 50 de cada 100 mujeres que nacen en condiciones favorables de riqueza logran mantener este régimen a lo largo de su vida, mientras que los hombres 57 de cada 100 lo mantienen. 

Por otro lado, también en desventaja de progreso tenemos a los habitantes del sur del país, donde en estas encuestas se logró saber que las personas que viven al sur del país tienen 3,5 veces menos de oportunidad de cambiar su nivel económico y calidad de vida. Traduciendolo en cifras, si nacen en una familia en condiciones de pobreza tienen el 67% de probabilidad de mantenerse así toda su vida, mientras que en el norte solo el 23% o sea 65 de cada 100 personas que habitan en el sur tienden a quedarse en el nivel de pobreza de sus padres a lo largo de su vida por la falta de oportunidades, mientras que los habitantes del norte del país solo 25 de cada 100 personas son propensas a quedarse con el mismo nivel bajo de oportunidades de superación. Así mismo, el color de la piel resultó un factor detonante para determinar la movilidad social de la persona, pues aquellas con color de piel oscuras o morenas tienen menos posibilidades de tener una movilidad ascendente (que superan su condición económica y social a la que tenían en la familia que nacieron), pero sí pueden descender a empeorar su pobreza (especialmente la población de clase media). 

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Tenemos pues, que la familia en que nacimos, el color de piel que tenemos, nuestro sexo e inclusive, si somos del norte o del sur definen, por las condiciones de la sociedad, nuestras posibilidades de superación económica, calidad de vida y los estudios que podemos llegar a  alcanzar, algo bastante injusto, por tales razones y como lo menciona el estudio, se necesita implementar soluciones políticas que atiendan a la población más desfavorecida y con más trabas en el camino para progresar. 

Como lo menciona la teoría de la justicia de John Rawls, la idea de que los logros de las personas no deberían depender de factores sobre los cuales no tienen ningún control (sexo, raza, lugar de nacimiento y orígenes familiares, por ejemplo). Por eso la justicia distributiva es de las que más impacto tienen, para que las personas puedan desarrollar sus capacidades en base a sus talentos y oportunidades justas, se debe poner atención especial a las personas en desventaja social para lograr una verdadera equidad.

Se tendría que garantizar que las mujeres puedan insertarse en el mercado laboral, reducir la intermitencia asociada con la etapa reproductiva, y seguir con sus trayectorias laborales. A su vez, un federalismo educativo; es decir, una redistribución del presupuesto que beneficie a los territorios del país con base a las necesidades que cada región presente. Implementar programas compensatorios para acelerar la convergencia y movilidad educativa; son algunas propuestas políticas sugeridas por los creadores del informe de movilidad social en México, dirigidas a los poderosos encargados de legislar y distribuir en el país. Esperemos que el gobierno entienda y estudie este informe y cualquier otro que explique y beneficie la justicia en el país y no solo simulen que están haciendo un cambio. Todos y todas tenemos derecho de poder progresar a pesar de nuestra situación de origen, tenemos derecho a la justicia y equidad, pero sobre todo el derecho a ser escuchados.

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