MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La observación y práctica docente para la formación normalista

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Las jornadas de observación realizadas por estudiantes de primer semestre, en las tres licenciaturas (Español, Preescolar y Telesecundaria) de la Escuela Normal Superior “Mixteca Baja”, A. C. (ENSMB), se han efectuado de manera periódica en octubre del presente año, en el nivel básico.

Como  parte esencial del trayecto formativo que todo futuro docente debe desarrollar, la observación es una herramienta que ayuda a conocer lo que ocurre en el contexto del aula y de la escuela, autoevaluando la práctica educativa. Esta es una actividad dinámica y  reflexiva.

No hace falta obviar que un buen maestro debe saber observar todo lo que pasa en su contexto escolar, esto le permitirá analizar las situaciones que afectan el proceso enseñanza-aprendizaje y, al mismo tiempo, le brindará elementos para comprender las funciones que debe desempeñar, así como también las acciones a realizar por cada uno de los involucrados en el sistema educativo con el fin de favorecer el aprendizaje.

Observar le permite al estudiante en proceso formativo identificar las responsabilidades y los roles que desarrolla cada uno de los sujetos dentro de la institución educativa. Por ejemplo, da pauta a conocer las formas de relación entre maestros, de ellos con los padres de familia y los alumnos, con los administradores y autoridades educativas.

Para los semestres avanzados de la Escuela Normal, de las tres licenciaturas, se llevaron a efecto las jornadas pedagógicas en el mismo nivel, teniendo un resultado muy prometedor y confortante para los estudiantes de la ENSMB.

Las jornadas de práctica educativa, ancladas en la observación, proporcionan las herramientas para el diseño de estrategias de las asignaturas en la escuela, con el fin de organizar, analizar y evaluar las propuestas didácticas que orientan su práctica docente. 

El docente en formación tiene la oportunidad de reflexionar sobre nuevas estrategias para lograr una práctica más profunda y satisfactoria, tomando en cuenta los aspectos que esto conlleva: la observación, principalmente, así como también diagnóstico, análisis y reflexión, que tienen como finalidad de modificar actitudes, ideas, culturas, contenidos, modelos y prácticas pedagógicas que orientan su práctica docente.

A través de la observación, el docente puede incorporar la innovación atendiendo las áreas de oportunidad y retroalimentar las fortalezas. No podemos mejorar algo que no se conoce, ni tampoco crear estrategias sin puntos de referencia.

La práctica educativa favorece en los niños las actitudes y valores que les permiten tener una mejor relación con sus compañeros y docente, generando un ambiente agradable para ambos. En cada jornada de práctica se fomenta en los estudiantes la autonomía, el trabajo colaborativo y la participación por medio de las diferentes actividades instrumentadas.

La observación y la práctica docente, son pilares en la formación de todo profesional en docencia. ¡Adelante normalistas de Tecomatlán, por la formación del nuevo maestro para la creación del hombre nuevo!

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