Nelson Mandela, con mucha puntualidad dijo lo siguiente: “la pobreza no es natural, es creada por el hombre y puede superarse y erradicarse mediante acciones de los seres humanos”. Cabe mencionar que el fenómeno de la pobreza es histórico, muchos países han luchado férreamente por erradicar de su tierra el índice de gente pobre, aplicando acciones de gobierno contundentes que han logrado mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. Otros países, por el contrario, juegan con las riquezas naturales y la fuerza humana de trabajo, haciendo de ellos una mercancía determinada por nombre y precio. México se encuentra dentro de los países con un índice de pobreza y desigualdad social muy elevado, pues en una población que ronda casi 128 millones de habitantes, 70 millones se encuentran por debajo de la línea de pobreza y este año según datos del mismo Coneval, a raíz de la pandemia la pobreza aumentará entre 8.9 y 9.8 millones, todo eso como causal de las nulas y malas acciones que ayudaran, no solo a los que ya se encontraban por debajo de la línea de bienestar, sino también a los pequeños empresarios, que tuvieron que cerrar su negocio y muchos de ellos quedaron en la quiebra incluso.
Es complejo sacar de la pobreza a casi media nación, eso es entendible, pero lo que parece ilógico es que, lejos de disminuir el número de pobres, la pobreza sigue creciendo, a pesar de los “programas sociales”. La implementación de los programas sociales y de transferencia monetaria, si ayudan, pero no son en lo absoluto la solución y ocurren estos fenómenos: el gobierno vuelve dependiente al ciudadano, de tal forma que cuando llega el proceso electoral, el votante se ve condicionado a votar por el mismo partido, por el miedo a que desaparezca el programa y pierda su apoyo. Así predominó el PRI durante casi 70 años, el programa emblema “Solidaridad” que inició en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, solo tuvo leves modificaciones, cambios en el nombre, pero el programa seguía siendo el mismo. Según datos del Coneval,desde el inicio de estos programas sociales la pobreza no ha disminuido, al contrario, ha aumentado en un 16 por ciento.
Los programas sociales no son el problema, sino cómo se aplican y con qué objetivo, para los gobiernos, tener pobres se ha vuelto un buen negocio, pues durante las campañas políticas juegan con la confianza de la gente, les prometen cambiarles su suerte, que mejoraría las calles, que se construirán más escuelas, y un sinfín de cosas más, es decir juegan y se burlan con la necesidad de la gente humilde.
En el reciente proceso electoral vimos de forma más evidente el descaro de las autoridades, quienes durante su administración no movieron ni una sola piedra, pero como ahora la ley electoral les permite reelegirse, estos candidatos abusaron del erario, puesto que a pesar de estar en campañas, estos ayuntamientos, hacían obra pública a diestra y siniestra, repartían despensas a nombre del ayuntamiento, pero a sabiendas que ese ayuntamiento representaba a su presidente municipal buscando su reelección. En Quintana Roo, ese fenómeno fue más que evidente, en municipios como, Benito Juárez, Solidaridad, Lázaro Cárdenas, Puerto Morelos y Tulum. Toda a esa clase de políticos usó el momento electoral para dar apoyos y hacerse de votos, no a todos les funcionó, pero está claro que si no hubiera pobreza no tuvieran a quien mentirle, pero desafortunadamente la pobreza sí existe y afecta a poco más de la mitad de los mexicanos.
El Movimiento Antorchista, la organización social más grande y mejor estructurada de México, a 47 años de luchar contra la pobreza, afirma que el número de pobres no ha disminuido, debido a las malas políticas económicas de los gobiernos, y sobre todo de la autodenominada”Cuarta Transformación”, que lejos de brindar mejores condiciones de vida a los mexicanos, cada día aumenta más la enorme lista de pobres, y esta problemática solo se podrá contrarrestar con gobiernos capaces y honestos, que en verdad trabajen para vencer la brecha de la desigualdad social, podemos hacer de México un país donde la gente tenga pan y vestido, educación, salud y un empleo digno y bien remunerado. Antorcha ya ha gobernado, sacando de la miseria a municipios como Chimalhuacán e Ixtapaluca, en el Estado de México, municipios donde se ha visto de manera radical el progreso, Antorcha aspira a cambiar la vida de los mexicanos, aspiramos a que la cuna del antorchismo, Tecomatlán, Puebla, sea el prototipo del nuevo México. Esto no es una utopía ya es realidad.
Por último, hago un llamado al gobernador del estado de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, quien a pesar de que en discurso manifestó velar por los intereses de la ciudadanía, en los hechos muy poco se ha avanzado, los antorchistas desmentimos que el mandatario estatal esté cumpliendo con lo que prometió, aún existe mucha pobreza y marginación social, hay colonias sin agua potable, sin accesos (con estas lluvias es imposible transitar), miles de quintanarroenses siguen sin ayuda en plena pandemia; mientras no haya soluciones a las necesidades de los pobres, Antorcha, continuará su lucha, cueste lo que cueste. Conste.
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