MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La situación de la clase obrera mexicana y qué hacer para cambiarla

image

Para el año de 1845, un joven llamado Carlos Marx llegaría a Inglaterra y se encontraría con su entrañable amigo Federico Engels, quien para ese año ya había escrito su libro La situación de la clase obrera en Inglaterra, que describía de la forma más clara cómo vivían dentro y fuera de las fábricas los obreros y las vejaciones de las que eran víctimas en el sistema capitalista de producción. 

Vejaciones como los pésimos salarios que no alcanzaban para lo mínimo necesario en alimentos, vestido, calzado y menos para salud y educación, largas jornadas de trabajo en condiciones deplorables, la explotación del trabajo infantil a quienes se les pagaba salarios aún más bajos por hacer trabajos pesados y peligrosos son ningún tipo de protección, además las condiciones de hacinamiento en las barracas donde la mugre y los malos olores eran preocupaciones mínimas para los obreros de entonces.

Su máxima preocupación era la de sobrevivir a la presión ejercida por el dueño de la fábrica quien amenazaba con correrlo y dejar en su lugar a uno de tantos que esperaban un empleo, aun cuando este fuera en las peores condiciones, el obrero no tenía defensa alguna, pues el patrón estaba amparado por el gobierno a quien poco le interesaba la situación de los obreros.

Pues bien, las cosas en México no son tan distintas a 200 años de lo que en Inglaterra pasaba, el obrero mexicano vive en condiciones muy similares a las de entonces y en algunas ocasiones peores. Según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, México es el país de esta organización en donde, en promedio, se dedican más horas al trabajo. Datos de 2019 muestran que son, en promedio, 2,137 horas al año; mientras que los países de la OCDE tienen un promedio de 1,730 horas. Es decir, que en México se trabaja 23 por ciento más horas. Es decir, sus jornadas de trabajo son mayores.

En el portal en internet del periódico El Economista en su columna de capital humano, el artículo titulado “Los mejores salarios en México”, dice: “a pesar de los últimos tres incrementos históricos que ha tenido esta referencia, la remuneración básica en México es de 5,255 pesos al mes”, 1,314 pesos semanales. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), 18.7 millones de personas tienen percepciones iguales o inferiores a dicho monto, lo que representa el 33 por ciento de la población ocupada. Pero para comprar tan sólo la canasta básica de la semana se requiere según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) 1.229 pesos. Lo que deja imposibilitado al obrero mexicano a no tener dinero para el calzado, el vestido, la salud y la educación, y mucho menos para el esparcimiento.

Si a esta situación le agregamos que en las fábricas no hay seguridad para el obrero, no cuentan con equipos de protección, y cuando lo tienen lo adquieren por su cuenta, los servicios de salud por accidente laboral otorgados cuando los tienen son de muy mala calidad, entre otras cosas. 

Como en aquellos años en Inglaterra al obrero sólo le queda un camino, el de su organización y la concientización política; necesariamente debe entender que sólo con su unidad ideológica y física, conscientes de su posición de clase y de la claridad de quiénes son sus verdaderos enemigos, podrán dar el salto a buscar tomar el poder político con el cual cambiar al país, sólo los obreros unidos y estructurados en un partido que sea absolutamente de la clase obrera y dirigido por los más consientes y disciplinados, podrán llevar a la clase obrera mexicana a su emancipación, de no ser así, su situación será cada día peor dentro de este sistema de producción.  

Los obreros de México deben saber que hay una organización que desde 1974 trabaja y vela por los intereses del proletariado y de los más pobres de está patria, y que sigue sumando en sus filas a los mejores hombres y mujeres que encabezan un proyecto de país que beneficie a las mayorías de México y principalmente al proletariado mexicano. El Movimiento Antorchista es el camino y el partido de lo pobres la herramienta para defendernos. A la lucha y a la victoria. Y como dijera Carlos Marx: “Proletarios del mundo, uníos”.

 

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más