Desde hace poco más de ocho semanas, inició en todo México la tercera ola de contagios covid-19, ésta con la novedad de la variante Delta, a decir de especialistas, la más peligrosa y que está afectando mayoritariamente a jóvenes y niños. Las noticias diarias del sector salud hablan de miles de contagios, superando las cifras de inicio de año, cuando se tenía la segunda ola.
Igualmente los hospitales reportan alta ocupación de camas covid-19, y llaman a cuidarse porque no hay forma ya de atenderse en hospitales, y esto me consta, pues numerosas familias con las que tengo contacto, deambulan de un hospital a otro buscando desesperadamente alguna cama desocupada, otra evidencia es la alta demanda de oxígeno, y de pruebas covid en laboratorios, por ejemplo en Culiacán, vemos todos los días largas filas.
Esta tercera ola tiene a miles de mexicanos y por tanto sinaloenses, con el “Jesús en la boca”, pues temen ser víctimas de los contagios, y de hecho muchísimas ya lo son, familias completas de la zona rural de Culiacán, como las sindicaturas de Emiliano Zapata, Eldorado, Costa Rica, Quilá, por mencionar algunas están contagiadas, y muchas de ellas sin recursos para hacerle frente.
Y aunque poco se dice por los medios de comunicación, también esta tercera ola, ha vuelto a poner a la economía de las familias mexicanas de cabeza, se han dificultado los ingresos familiares, que además tienen que hacerle frente al alza indiscriminada de los productos de primera necesidad (tortilla, frijol, gas doméstico, etc.)
Y a todo esto, ¿qué dicen nuestros gobernantes el presidente de la República, gobernadores y presidentes municipales?
Nada, así como oye, nada, la indiferencia total; como si estuvieran de acuerdo con la tesis malthusiana de reducir la población por las vías que sean. Causa verdadero molestar y enojo entre los mexicanos bien informados, esta actitud indolente del poder ante este grave rebrote. Ni camas, ni medicamentos suficientes contra la covid-19 en los hospitales públicos, en Sinaloa la cosa está igual, simplemente las autoridades están ausentes.
Igual actitud asumen las autoridades recién electas, y las diputadas y diputados en funciones, de todos los signos políticos, callan ante el poder, y tampoco redireccionan el presupuesto en estos momentos de suma gravedad en la salud pública. Llama la atención que ninguno de ellos le pidiera al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en su reciente visita a Sinaloa, la urgencia de atender estos requerimientos de medicinas y equipos para enfrentar la covid-19, y se mostraran complacientes y en no pocos casos aduladores. El pueblo mexicano debe despertar de ese sueño a que lo tienen sometido, y en lugar de conformarse con la limosna oficial, exigir sus verdaderos derechos a una salud digna, tal y como lo prometió el candidato López Obrador en su momento, estamos ya a la mitad de su gobierno y no se ven esos hospitales de primer mundo, que tanto pregonó, y por el contrario está dilapidando recursos públicos con una consulta innecesaria para los fines que buscaba (enjuiciar expresidentes, solo basta y sobra con presentar la denuncia en la Fiscalía, y no gastar 500 millones de pesos como lo hizo)
México suma 243,733 muertes por covid-19, cifra oficial, sin embargo, estudios y opiniones de especialistas en el tema sostienen que son ya más de 500 mil defunciones por dicha enfermedad. El número de muertos de maestras y maestros ya superó al del personal médico y el número de muertes de infantes va en aumento, y aún con esto, López Obrador, dice que "llueva, truene o relampaguee", las clases presenciales deben iniciar a finales de agosto, nada más irresponsable que esto; pues coloca a los más indefensos en un verdadero peligro; ninguna vida infantil vale esta balandronada presidencial.
Finalmente, ¿qué nos queda como ciudadanos afectados por esta mala y asesina política de salud implementada por los gobernantes de la autodenominada 4T? Por lo pronto seguir alzando la voz, exigiendo mejoras reales al sistema de salud, mejoras en la economía, pues cada día las familias trabajadoras se aprietan más el cinturón, llamamos al pueblo mexicano a unirse, a organizarse y seguir dando la lucha por una sociedad mexicana más justa y equitativa para todos sus hijos tal y como el Movimiento Antorchista, lo ha venido planteando.
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