MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La tierra prometida

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Desde que tengo uso de razón, mi madre comentaba que todo lo que un hombre dice o promete, se debe de cumplir, pues la palabra de un hombre es lo que lo hacía valer, siendo la palabra del individuo más que suficiente para que este cumpliera con lo previamente pactado.

Por el contrario, sucede en la política, pues existe una máxima que dice "prometer no empobrece", comúnmente practicada por los políticos en campaña, quienes sin tener miramientos prometen y prometen, aun cuando no conocen el tema del asunto, pues hay quienes prometen "puentes para cruzar el río en lugares donde no hay ríos”. Por otro lado, la pobreza crece, se profundiza, la situación de las mayorías se agrava, cada día, y aun con ello, las autoridades de todas las índoles y niveles, siguen repitiendo las viejas prácticas de prometer.

Hace días mis compañeros antorchistas se mantuvieron en plantón durante 19 días en la Plaza de Armas, frente a Palacio de Gobierno en San Luis Potosí; la razón principal; hacer cumplir la palabra empeñada de las autoridades, en referencia a dar pronta solución a la problemática que sobreviven cientos de familias de la colonia Buenos Aires en el municipio de Ciudad Valles, ubicado en el corazón de la Huasteca Potosina, quienes por más de 15 años se les ha prometido, otorgarles el documento que amerite que son propietarios de la tierra y casa donde viven, donde no cuentan ni con servicios básicos.

Por tanto, es de sabios recordar que nuestro actual gobernador, Juan Manuel Carreras López, prometió dar solución a este problema, y el no hacer cumplir esa promesa, agrava el problema, se echan la pelotita de la responsabilidad en los diferentes niveles gobierno, desde el estatal hasta el municipal de Valles, se ve que la negativa a la regularización y legalización de la propiedad en beneficio de los cientos de familias.

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Pero, la autoridad responsable no ha entendido que "solucionar” es mover cielo, tierra y mar para cumplir con lo prometido ante los colonos de Buenos Aires. Dicha falta de palabra es del Gobierno estatal en turno, quien prometiera desde hace 5 años a la gente de Buenos Aires, la regularización de los terrenos que, desde hace más de 30 años, tienen en posesión. 

Esta promesa hecha por el actual mandatario desde la campaña, vino a fortalecer la lucha por la regularización; sin embargo, ante la falta de acción gubernamental estatal para poner orden y dar propiedad a las familias vulnerables de la zona huasteca potosina, como lo había prometido, obedeciendo al ejemplo mitotero de gobiernos anteriores, quienes han buscado ser elegidos a un cargo público; así que presidentes, diputados y hasta gobernadores han pisado esta colonia y han prometido una y otra vez que esta se regularizaría, quedando dichas palabras en promesas falsas. 

Por tanto, las autoridades actuales, al esconderse y no dar la cara a los colonos que estuvieron en el plantón, en pleno invierno, a bajas temperaturas, frente a sus oficinas, recordándole que cumpla su promesa y les otorgue el derecho universal a la vivienda, es más que suficiente para demostrar que sus intereses no están con ayudar a las clases sociales más desprotegidas, pues en la Buenos Aires viven familias que no cuentan con servicios básicos elementales como lo son, el servicio de agua potable y alcantarillado, servicio de energía eléctrica, pavimentación de calles ni servicio de recolección de basura, pues al no contar con la regularización de la tierra, dichos servicios solo se volverán realidad cuando una autoridad responsable logre la tan anhelada regularización.

Por último los colonos de Buenos Aires ven con tristeza que su promesa de regularización de la colonia no ha sido cumplida, pero también se llenan de impotencia al ver que su promesa como mandatario, a la construcción de la Planta Ford y BMW sí pudo ser cumplida, sí obedeció a los intereses de los empresarios, pues ahí sí, movió cielo, tierra y mar para que el gobierno pagara los terrenos donde estos se instalarían, pues ahí sí hubo dinero y tiempo; por lo que Juan Manuel Carreras López pasará a la historia como el gobernador que tuvo en sus manos la regularización de Buenos Aires, pero prefirió ayudar a los poderosos y no al pueblo organizado que le ayudó a llegar al poder. 

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