La vida sigue y la desigualdad también, avanza a gran escala, cada vez hay más ricos, y los pobres, más pobres, y aunque no sabemos si nos tocará terminar el año 2021 u otros más, ahora la pregunta que nos hacemos es: ¿cuánto tiempo viviremos?, y esperando que la respuesta sea sí, sí saldré este año y esperando seguir aquí, es como despertamos día a día los que la salud nos socorre, y a seguir trabajando, porque el trabajo también sigue, también para los que tenemos esa fortuna (tener empleo).
Otro problema son las muertes por la pandemia que ya rebasan los 155 mil por covid-19 y sigue la mortandad, esta enfermedad es fea y no se le desea a nadie –dicen, los que ya la superaron–y no queremos que llegue a los que no les ha dado aún, pero es verdad que hay que cuidarse, por nosotros y por todos, usar cubrebocas, gel antibacterial, lavarse las manos, la sana distancia, cero fiestas, tratar de no ir a lugares concurridos, etc, etc., pero, de todas maneras nadie está exento de poder contagiarse, pero si amamos a la vida, sigámonos cuidando.
Esta situación no queda, ni puede quedar fuera de toda preocupación humana, de cada uno de nosotros, y además es constante, porque esta pandemia sigue y aún no hay vacuna para todos, el avance es insuficiente, además de lento, el semáforo en rojo y las medidas se endurecen un poco más, ya queremos vivir una "vida normal” es el comentario de muchos, niños que se aburren en su casa por no salir de paseo, no jugar con sus amiguitos como antes en parques, jóvenes aburridos de ver televisión o estar en casa, son sólo algunos casos, porque como la vida sigue, los inconvenientes también: deudas, gastos, compras básicas, colegiaturas, internet, luz, agua, gas, etc., además que no todos cuentan con empleo para solventar esos gastos, algunos han "optado” por ya no ir a la escuela, pues no tienen para pagar el internet y tomar las clases en línea, otros más han caído en buró de crédito, otros más han optado por una salida falsa como el suicidio, y otros más se han resignado a vivir con esta pandemia y tratar de verlo como algo "ya normal” y seguir a si su vida.
En Matehuala, San Luis Potosí y en el país te dejan morir sólo… literal, no hay apoyos en medicinas ni pruebas rápidas (gratuitas), mucho menos atención adecuada para poder cuidarnos, está claro que no es del interés del Gobierno federal, estatal, mucho menos municipal, cuidar de la salud de los matehualenses ni de los ciudadanos mexicanos en general. Pero ahora sí nos lo van a prometer los mismos que quieren seguir en el poder, unos prometen ser el futuro pero no dicen qué futuro, otros solamente quieren reelegirse para seguir trabajando, por el bien de la población (¡!¿?...), y otros más que esperan que ahora sí alguien haga el cambio; sin embargo, la situación tan difícil por la que atravesamos, no es tan fácil como anunciar que esto pasará y vendrán tiempos mejores.
Pero vivir una vida digna, tener lo más básico: comida, vestido, calzado, salud, vivienda y educación, entre otras cosas que son básicas y que cada vez son más difícil de adquirirlas, aunque algunas sean vitales como el agua; y que los ricos, aunque sean más ricos no piensan en nosotros los pobres, y aunque la salud es un derecho, así como a nosotros no se nos da; hay que luchar, no más resignación, no más conformismo, y no más pasividad, cambiemos las cosas.
Soy una de las 126,014,024 habitantes de México, de Matehuala, pero que no estoy conforme con tanta desigualdad y pobreza, salgamos todos a votar (con las medidas preventivas de sanidad) y cambiemos el rumbo de Matehuala, la ciudad que es cabecera de Distrito y que ha sido importante en la historia del país, hagamos valer nuestro voto y elevemos a Matehuala a su lugar que debe y merece tener, embellezcámosla y rescatémosla, por un Matehuala mejor para todos, la unión hace la fuerza y la organización del pueblo pobre es la solución.
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