El promedio mensual de víctimas por homicidio doloso aumentó en un 10% en la administración 2016 -2021 contra la anterior. De acuerdo con las carpetas de investigación se obtuvo que en el robo a negocio con violencia aumentó en un 9% y el robo a negocio sin violencia un 24% al término de la administración 2016-2021 contra la anterior, durante la administración 2016-2021 del total de las carpetas de investigación abiertas por narcomenudeo, el 84% se concentraron en ciudad Juárez (www.ficosec.org 27-sep-2021).
Toda esta concentración de la violencia en Juárez nos hace conscientes de que hay un estrecho vínculo entre la desigualdad económica, en este vínculo encontramos un universo de abusos y una de las formas más comunes es la violencia económica, esta se manifiesta a través de limitar los ingresos, otorgar salarios menores por la misma labor, y si es ama de casa dejar toda la carga al trabajo descuidando a niños, ancianos y otros miembros de la familia sin remuneración.
El gobierno ha dejado sin acceso a servicios públicos adecuados que les permitan un desenvolvimiento profesional equitativo, así mismo, la violencia está estrechamente ligada a la lucha contra la desigualdad, porque tiene que ver con quién tiene el control del dinero y de los recursos económicos o de su acceso y distribución.
A dos años de pandemia han dejado huella en un mundo que ya era profundamente desigual, donde las cifras en el estado de chihuahua son de 4 millones 533,702 dosis aplicadas, lo que significa que hay al menos 2 millones 448 mil 034 personas con menos de una dosis. Además, 114 mil 363 ya tienen su tercera aplicación del antiviral.
A estas alturas, todos sabemos que la empresa privada ayudada por los gobiernos, ha cumplido con creces la primera parte, pues a costa de eso se han enriquecido sin freno ni medida; de la inversión, de los empleos, de la elevación de los salarios y el del bienestar de la población no quieren ni siquiera oír, ni hablar. He aquí la verdadera causa de la actual concentración de la riqueza en manos de unos cuantos y del incontenible crecimiento de la pobreza y el hambre que azota a la inmensa mayoría de la población.
Es hora de establecer un cambio de modelo que revierta las desigualdades, garantice los derechos y que, en primera instancia, solo organizados, estudiados políticamente y concientizados lo vamos a lograr, trabajando codo a codo con determinación, y conocimiento de causa para construir una sociedad justa para todas las personas en una acción colectiva, que en esta construcción colectiva no sobre nadie: todos debemos reforzar los lazos, trabajando desde nuestra diversidad de fortalezas.
En lo tocante a forjar una actitud de fuerza organizada, con precisión crítica y demandante del pueblo, así es como se puede obligar al gobierno a procurar una mayor equidad social.
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