MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Las graduaciones y el consumismo

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Como es de esperarse, el fin de cursos genera una derrama económica importante para ciertas áreas de la economía dedicadas al entretenimiento, los banquetes, vestidos, flores, renta de togas, paquetes de anillo, diploma.

De acuerdo con las cifras proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) se estima que el 63 por ciento de la población infantil entre tres y cinco años de edad asisten al kínder y guarderías, un 96 por ciento asiste a la primaria y secundaria, mientras que un 44 por ciento que corresponde a la población entre 15 y 24 años, asiste al nivel medio superior y universidad.

Según datos de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciante (ANAPEC) el muestreo de los gastos de fin de ciclo escolar,  arroja que una graduación de preescolar tiene un gasto aproximado de tres mil 550 pesos, mientras que a nivel primaria se llega a alcanzar hasta los cuatro mil. Aquí incluyen el gasto del salón de fiestas, mesa de postres, foto, video, entrega de certificado, playera, iglesia, pin y ropa de graduación.

Según se va avanzando los gastos aumentan, así para la secundaria se considera que el gasto anda por los siete mil 500 pesos, a nivel medio superior el gasto se eleva de ocho mil pesos, y hasta 11 mil pesos en el nivel superior.

Estamos ante un mercado voraz que, gracias a la mercadotecnia, se mete en la mente de los graduados, transgrede su libre albedrío, cae redondito ante el consumismo. Muchos de ellos no alcanzan para comprar todo lo que desean para cumplir los retos del mercado, así, por ejemplo, los papás de los niños de preescolar, quieren que se gradúen como si fueran de primaria, los de primaria como si fueran de secundaria y así en los niveles subsecuentes.

La situación se complica cuando se terminó de un grado y está muy cerca del inicio del ciclo escolar del nivel siguiente, quienes necesitan pagar cursos de preparación para aplicar a la prepa o a la universidad, a estos hay que sumarle que un buen número de jóvenes se gradúan sin haber terminado sus materias escolares, por lo que los padres de familia deben enfrentar los gastos que ocasiona el rezago de sus hijos con motivo de la reprobación, que tienen que pagar clases de regularización.

Como podemos darnos cuenta, el fin de cursos es un gasto terrible para las familias mexicanas que las pone en un verdadero predicamento y en riesgo su estabilidad económica, con los salarios tan bajos que tienen miles de padres de familia, prácticamente se ven en la necesidad de recurrir a los préstamos, muchos de ellos con intereses bastante abusivos que van a lesionar todavía más su precaria situación económica.

No podemos olvidar que hay que decidir, con mente fría, entre lo que significa estimular a los jóvenes y niños a superar cada etapa de su estudio, para darles seguridad y confianza de que pueden hacer lo mismo en el siguiente nivel de enseñanza.

Hacemos un llamado a analizar los gastos, sobre todo los promovidos por las campañas consumistas que los colocan en una carrera interminable entre lo que quieren y lo que pueden. Hazle saber a tus hijos que es más importante tener el recurso para pagar la inscripción, libros, uniformes, etc. del nivel que sigue, que excederse en los gastos de su graduación, sobre todo en este periodo de crisis económica en la que todos los artículos básicos y de primera necesidad suben y suben sin ningún control.

 

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