MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Las lluvias y su impacto en la crisis del agua en México

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El año 2023 se caracterizó por haberse acentuado la sequía en México por falta de lluvias. Según el monitor de Sequía en México, en abril de 2023 de los 2 mil 463 municipios 1 mil 546 padecían de sequía entre moderada y extrema.

La situación que se vivió en 2023 representó un aviso de las consecuencias que puede haber por el cambio climático, provocado por la sobreexplotación de los recursos naturales.

Según la Comisión Nacional del Agua (CNA), en esa misma fecha los estados con mayor número de municipios con carencia de agua eran Chihuahua con 64 (95.5 %), Coahuila con 36 (94.7 %), Guanajuato con 33 (71.7 %), Hidalgo con 40 (47.6 %), Puebla con 41 (18.9 %), San Luis Potosí con 47 (81 %) y Sonora con 72 (100 %). Pero hubo puntos críticos como la ciudad de Monterrey, capital del estado de Nuevo León, que la extrema escasez de agua puso en riesgo las actividades industriales, comerciales, educativas y de servicios.

En la zona metropolitana de la Ciudad de México, por la falta de agua se pronosticaba que llegaría el día “D” o día “CERO”, en la que se quedaría sin agua. En las 210 presas del país se reportaba un almacenamiento promedio del 15 %, nivel no observado en los últimos 25 años.

De tal manera que la situación que se vivió en 2023 representó un aviso de las consecuencias que puede haber por el cambio climático, provocado por la sobreexplotación de los recursos naturales por parte de las grandes empresas capitalistas.

A muchas de esas empresas no les importa el cuidado del medio ambiente y continúan contaminando cauces y ríos y utilizan todavía combustibles fósiles.

Además ejercen tala irracional de los bosques y la contaminación de automotores; aceleran el aumento de la temperatura en la atmósfera alterando el régimen de lluvias con un desequilibrio que causa sequías extremas en ciertas zonas del país y en otras, granizadas y huracanes destructivos como OTIS en Acapulco en 2023.

Sin embargo, el Gobierno Federal no estableció un plan emergente para evitar llegar a esos extremos de escasez y exceso de agua, propiciando daños considerables en la actividad económica y pérdida de vidas humanas en otras. Tampoco se ve la preocupación por poner un plan a largo plazo que evite agudizar el problema del cambio climático.

Al entrar el ciclo de lluvias en junio de 2024, se pronosticaron de 15 a 18 ciclones tropicales en el Pacífico y de 20 a 23 en el Atlántico, de los cuales a finales de agosto ya han ocurrido 13: 8 en el Pacífico y 5 en el Atlántico, los cuales han permitido la recarga parcial de la mayoría de las presas y por otra, han generado desastres en el Sureste, Veracruz y Tamaulipas, pero también en el Valle de México, por ejemplo en Chalco, Estado de México, que por un deficiente sistema de drenaje mantiene a la población de la parte baja por casi un mes bajo las aguas negras.

Según la CNA, el impacto positivo de las lluvias al 29 de agosto de 2024, es que “la mitad de las presas en el país están llenas al 70 %”, el resto tiene problemas para completar su capacidad, como el Sistema Cutzamala que abastece el 26 % de agua a la zona del Valle de México que apenas ha alcanzado el 40 %. 

No así en Monterrey donde las presas que abastecen su zona metropolitana se reportan totalmente llenas y queda descartado en lo inmediato el desabasto de agua.

Según la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial (Smadsot) del Gobierno de Puebla, considera que el Estado “es potencialmente vulnerable a la sequía, dado que el 85 % de su territorio puede sufrir sequía” (Milenio, 24 de agosto de 2024), porque las lluvias irregulares en el tiempo y en el espacio impiden la recarga eficiente de los acuíferos, dado que una buena parte de las lluvias se escurre y no se infiltra. Por lo que concluye que las lluvias por huracanes no son una solución a largo plazo, porque su impacto es temporal.

En Puebla, de acuerdo con la Smadsot, los municipios más susceptibles a la sequía son: Puebla, Tehuacán, Tecamachalco, Huauchinango, Tepeyahualco de Hidalgo, Tlachichuca, Chalchicomula de Sesma, Tepeaca, Acajete y Libres. Sin embargo, no hay que descartar a la Mixteca, donde la escasez de lluvias y por consiguiente de agua es permanente.

Por ello, la sociedad debe tomar medidas tendientes a cuidar el agua, impedir el deterioro del medio ambiente y exigir a las autoridades que vigilen y controlen a las empresas que contaminan y al mismo tiempo, que pongan en práctica un plan para la captación de agua de lluvia, de plantas de tratamiento de aguas residuales y su reutilización, de lo contrario, el cambio climático continuará produciendo desastres, cuyos daños son irreversibles.

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